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Trabajo Social organizó Segundo encuentro de investigación e intervención en ciencias socialesZoonosis en Chile
Cuando las mascotas y los animales nos ponen en riesgo
Enfermedades contagiadas a los humanos por esta vía, si bien no son mortales en la mayoría de los casos, pueden ocasionar graves daños en la salud de las personas, principalmente aquellas que tienen disminuido su sistema inmune.
La zoonosis son enfermedades que se transmiten de los animales hacia el hombre y también al revés. Se sabe que de las enfermedades infectocontagiosas que afectan al hombre más o menos entre el 60 y 80 por ciento, dependiendo de la publicación, son de este tipo, es decir, son altamente relevantes.
Ello implica que las personas necesariamente deben tomar medidas de cuidado respecto a este tema para evitar el contagio de estas enfermedades que en algunos casos podrían ser graves.
Sobre esto la Directora de la Clínica Veterinaria Docente de la Universidad Santo Tomás Talca, Romy Weinborn, explicó que en muchos de los casos corresponden a enfermedades bacterianas, sin embargo las de tipo viral y otros agentes también son de importancia.
“Si hablamos de contagio por saliva, tal vez la más grave sea la rabia, que es una enfermedad viral, pero no es la rabia canina la que puede afectar a los humanos sino la que está en los murciélagos que puede ser transmitida hacia los canes o los gatos y de ahí a los humanos, esto corresponde a la realidad de Chile, ya que en países vecinos, como Perú o Bolivia, la Rabia transmitida por caninos es relevante, provocando casi un 100% de letalidad a los humanos que se contagian”, indicó.
Enfermedades re-emergentes
Sin embargo las denominadas enfermedades re-emergentes son las que ocasionan mayor preocupación. Se trata principalmente de aquellas patologías transmitidas por vectores como pulgas o garrapatas.
“Yo diría que hace unos 10 o 20 años se empezaron a estudiar mucho más y cada vez se están descubriendo más cosas. Estas enfermedades son por ejemplo todo lo que es anaplasma y erliquia transmitidas por garrapatas y que contagian a los perros y a los humanos”, agregó.
La Ehrlichiosis es una enfermedad que afecta a perros y humanos y es transmitida por las garrapatas. Se desarrolla dentro de las células sanguíneas y dependiendo de la especie afecta a los glóbulos blancos del animal, plaquetas y/o eritrocitos y cuando se reproduce los destruye.
En el caso de los humanos, la erliquia y la anaplasmosis se manifiestan con síntomas similares como fiebre, escalofríos, dolores musculares, debilidad, náuseas y/o vómitos, tos, dolor de cabeza y malestar general.
La ehrlichiosis puede provocar coagulación generalizada de la sangre (coagulación intravascular diseminada), disfunción grave (insuficiencia) de varios órganos, convulsiones y coma. Los síntomas son más graves en personas con un sistema inmunitario debilitado (como consecuencia de un trastorno, como la infección por VIH, o de la toma de medicamentos, como los corticoesteroides). El desenlace mortal es infrecuente, pero puede producirse en personas con un sistema inmunitario debilitado o en las que no reciban tratamiento con suficiente prontitud.
Otra de las enfermedades denominadas re-emergentes es la Brucelosis también llamada fiebre de Malta, fiebre mediterránea, fiebre ondulante, o enfermedad de Bang. Es una enfermedad infecciosa de distribución mundial, producida por bacterias del género Brucella, que ataca a varias especies de mamíferos, dentro de los cuales se encuentra el ser humano, en el cual produce un cuadro febril inespecífico.
Entre los mamíferos que pueden contraer la enfermedad se cuentan algunos que tienen una alta relevancia económica, como el ganado bovino, equino, porcino, ovino y caprino, así como también algunas otras especies silvestres y domésticas, como el perro.
La bacteria se puede diseminar a los humanos si la persona entra en contacto con secreciones de animales portadores, como por ejemplo la placenta de animales infectados o secreciones liberadas al aborto o si bebe leche o come queso sin pasteurizar. Sobre el último punto es necesario precisar que todos los quesos y leches que se venden en el comercio establecido son pasteurizados, por lo que no debe considerarse como un riesgo.
Las personas que desempeñan trabajos en donde frecuentemente entran contacto con animales o carne, como los trabajadores de los mataderos, los granjeros y los veterinarios, están en mayor riesgo.
Por otra parte, la Brucella que puede afectar a caninos, se caracteriza por presentar abortos tardíos en la hembra gestante o inflamación testicular y del epidídimo en machos, pudiendo ser otro foco de contagio entre las montas cuando se quiere reproducir a ejemplares sin el correcto asesoramiento técnico asociado por parte de un Médico Veterinario. Es importante recordar que esta bacteria al ser de características intracelulares facultativas, es muy hábil al evitar su destrucción por parte del sistema inmune, lo que significa que muchas pruebas para su diagnóstico no son de tan buen rendimiento, generando una dificultad para su diagnóstico clínico, esto sucede en todas las especies.
La brucelosis aguda puede comenzar con síntomas seudogripales leves o síntomas como dolor abdominal, dolor de espalda, escalofríos, sudoración excesiva, fatiga, fiebre, dolor de cabeza, dolor articular, inapetencia, debilidad, pérdida de peso y fiebre ondulante. Esto último significa que la fiebre sube y baja en oleadas. Otros síntomas que se pueden presentar con esta enfermedad son dolor muscular y ganglios inflamados.
Si bien la mayoría de estas enfermedades no son mortales, sí pueden ocasionar una serie de daños dependiendo del sistema inmune de la persona que se contagió.
Medidas de Prevención
Sobre la posibilidad de contagiarse de una enfermedad a través del lamido de una mascota, Romy Weinborn señaló que sí es factible que ello ocurra, ya que existen bacterias principalmente en la boca de los animales que podrían afectar sobre todo a las personas más vulnerables.
“Hablamos por lo general de los grupos inmunocomprometidos. Esto es niños menores de 8 años, personas ancianas o cualquier persona con enfermedades crónicas. Todos ellos están más expuestos a este tipo de enfermedades”, explicó.
Sin embargo la académica agregó que con medidas básicas es posible evitar el contagio de estas enfermedades.
“Mucha gente tiene la mala costumbre de agarrar a besos en la boca a sus mascotas, eso es una costumbre que no debería ser. Si existe un lamido en la mejilla por ejemplo o en las manos, es preciso lavarse muy bien con agua y jabón”.
También es importante considerar que estas enfermedades no solo se contagian si uno es dueño de una mascota, ya que perfectamente se pueden adquirir tras visitar un campo por ejemplo.
“Por eso la recomendación es siempre mantener a los perros sin pulgas ni garrapatas ni ningún tipo de parásitos internos ni externos. Lo más importante es tener control sanitario de tus mascotas cada dos o tres meses y cuando se elevan las temperaturas es fundamental además de evitar que los perros que tienen casa salgan sin supervisión fuera del hogar”, indicó.
Romy Weinborn finalmente señaló que sería importante que los médicos veterinarios volvieran a formar parte de la salud pública, ya que en muchos casos estos contagios por zoonosis pasan inadvertidos o se confunden con otro tipo de enfermedades, lo que evita su control adecuado desde su origen.
“El médico veterinario es el primero en reconocer este tipo de patologías. Personalmente me ha tocado diagnosticar mascotas con enfermedades zoonóticas y hemos tenido que mandar al dueño o a la familia a algún médico y los únicos que manejan bien el tema zoonótico son los infectólogos. Un médico general no siempre está preparado para reconocer este tipo de enfermedades, por eso sería importante que los médicos veterinarios tuvieran nuevamente un espacio en la salud”, concluyó.