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Andrés Bernasconi: “Es muy notable la vocación por la educación superior que tiene la gente en Chile”Comunidad de Santo Tomás Viña del Mar asume el desafío de subir caminando los siete pisos de la sede Limonares
Actividad se enmarcó en la “Semana saludable” y contó con la entusiasta participación de alumnos, académicos y funcionarios de la institución.
Subir caminando por las escalas desde el primer al séptimo piso de la sede Limonares fue el desafío planteado para alumnos, docentes y funcionarios de Santo Tomás Viña del Mar en el marco de la “Semana saludable” organizada a propósito del Día Mundial Sin Tabaco que se celebra este viernes 31 de mayo.
La actividad fue organizada por la Dirección de Comunicaciones y Extensión, contando con el apoyo de la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE) y la carrera de Preparador Físico del Centro de Formación Técnica. De hecho, fueron estudiantes de esta carrera los encargados de medir las frecuencias cardiacas de los 39 participantes antes y después de completar el recorrido.
María Antonieta Acevedo, directora de las carreras del Área Actividad Física y Deportes, indicó que “la idea era enseñar a caminar a un 70% según la escala del método de Karvonen. Pusimos carteles para informar cuál debería ser la frecuencia cardíaca máxima según la edad y género y hasta qué pulso se podía llegar. Eso te indica qué tan lento o rápido debes caminar para trabajar cardiovascularmente. Lo positivo es que todo el mundo terminó muy contento, parecía terrible subir siete pisos, pero se dieron cuenta que podían hacerlo sin problemas”.
Y en cuanto a la utilidad de esta actividad para sus alumnos, señaló que “ellos deben comenzar a reconocer esas escalas cardiovasculares y aprender a tomar los pulsos cardíacos”.
Alumnos valoran la experiencia
Coincidió con esa apreciación el alumno de primer año de Preparador Físico, Erick Vergara, quien participó como voluntario midiendo la frecuencia cardiaca de los participantes y además se animó a subir los siete pisos por las escalas de Limonares. “Nosotros tenemos que dominar a la perfección la manera de medir el pulso, es fundamental saberlo si trabajamos con deportistas o con alumnos que podamos tener en el futuro”, dijo.
Respecto a la experiencia de subir caminando hasta el último piso, comentó que “fue entretenido. Hay que autocontrolarse para ver el nivel en que vas avanzando, siempre a un ritmo constante. Yo lo hice pausado y eso me afectó un poco, después tuve que acelerar”.
Finalmente, destacó que esta experiencia sirvió para promover el uso de las escalas y no abusar de los ascensores. “Sí, eso me pareció excelente, el ascensor está pensado y diseñado para personas que sí lo necesitan. Si uno no es sedentario puede subir las escalas sin problema. Quizás te demoras un poco más, pero hasta es posible que te demores un poco menos”.