Tomasinos transformando Chile

“Atrévanse a soñar en grande, las limitaciones las construye uno mismo”

Carlos Guevara Escobar se tituló en 2008 como Técnico en Turismo y Administración Hotelera y Técnico en Preparación Física Deportiva en Santo Tomás, y desde entonces, se ha dedicado a asumir retos incomparables, como llevar el deporte al mundo de la ciencia ficción.

Con una extensa trayectoria laboral en México y Chile, varios proyectos en marcha y una carrera marcada por la innovación, Carlos a sus 39 años se define así mismo como un profesional integral que no deja de prepararse para los desafíos del mañana.

Su curiosidad y la constante búsqueda de entrenamientos funcionales que incluyeran todas las áreas en las que se involucra el ser humano, lo llevaron a escribir “Edad de oro, una ventana hacia el futuro”, saga de ciencia ficción deportiva orientada al tenis que considera como eje central el desarrollo humano y la formación de un deportista integral.

“Me inspiró la idea de formar al deportista del futuro, un deportista integral, consciente de todas las áreas que lo conforman y con un sentido más profundo de la vida. Todos conocemos el impacto que provoca el deporte en todo el mundo, y sobre todo la imagen que proyectan los deportistas, los cuales con el tiempo se han convertido en ídolos, referentes y modelos a seguir para los niños y la población en general, razón por la cual con el libro pretendo motivar e inspirar a los amantes del deporte y lograr cambios significativos en su vida a través de la reflexión”.

Antes que la pandemia cambiara las cosas, Carlos se dedicaba a dar clases de yoga a adultos mayores, promovía el ejercicio y parte de su tiempo lo invertía en cuidar de su familia, pero ahora busca una nueva manera de ver el mundo y es escribiendo.

Del deporte a la ciencia ficción

“El libro fue publicado en diciembre de 2019 por la editorial independiente “IBUKKU”, ubicada en California, Estados Unidos y pueden encontrarlo por los momentos en plataformas digitales como Kindle, Amazon, Ibukku, Barnes & Noble”, comenta el tomasino.

Con el apoyo de su familia y profundo orgullo por el trabajo alcanzado, Carlos explica que el libro cuenta la historia de un joven chileno que después del terremoto del año 2010, comienza a tener experiencias extrasensoriales y una interesante formación académica. Después de unos años de búsqueda imparable, misteriosamente viaja al futuro hacia un lugar mágico en medio de la cordillera de los Andes. Lugar en el que se encuentra con jóvenes de todas partes del mundo en un campamento de Tenis, en el cual se forman los deportistas del futuro.

“El libro mezcla disciplinas ancestrales con las metodologías actuales y tecnológicas de entrenamiento, me parece que es un libro que comparte una enriquecedora historia de la cual podemos interiorizar, pues conjuga múltiples conocimientos y nos muestra una posible versión de cómo sería la formación de un deportista integral”, afirma el autor.

Es así como el libro representa la punta del iceberg de muchas etapas, aunque su propuesta de llegar a la pantalla grande es súmamente ambiciosa, Carlos no se rinde y sigue trabajando para transferir sus conocimientos incorporando atractivos matices dentro de la historia del libro como: la vivencia del personaje principal, viajes en el tiempo, amenas relaciones familiares, conocimientos ancestrales, momentos de miedo, tensión, felicidad y asombro.

“Es un libro que puede cautivar desde un pequeño adolescente hasta un experimentado adulto, y sobre todo, a todos los amantes del tenis alrededor del mundo”.

Años de preparación

Sobre su experiencia de pregrado, reconoce que su paso por la institución fue bastante extenso, pues estudió desde el año 2000 en Santo Tomás para finalmente titularse en dos carreras en el año 2008. Sin embargo, un semestre antes de titularse de preparador físico decidió emprender en Monterrey, México, años que le permitieron seguir preparándose como profesional y obtener un diplomado en salud integral.

De este manera, recuerda con mucho cariño el apoyo que recibió de sus profesores y compañeros, periodo que le permitió madurar y abrirse a un nuevo mundo de posibilidades profesionales sin perder el rumbo.

Finalmente, a todos los jóvenes que forman parte de Santo Tomás quiso entregarles este mensaje “los invito a mantener vivos sus sueños, aliméntenlos constantemente, visualicen su futuro lo más claro posible que de la construcción de esas imágenes podrán recibir los frutos esperados, busquen lo que los apasiona y viertan sus energías en emprender algo que beneficie a muchos. Atrévanse a soñar en grande, las limitaciones las construye uno mismo, así que de la misma forma las pueden derribar ustedes mismos, vivan de sus sueños y recuerden que sus ideas pueden cambiar el mundo”.