“Aquí hay diamantes en bruto, hay que extraer a estos diamantes y darles las herramientas para que puedan realizar sus sueños”

Hace pocos días tuvimos la oportunidad de conocer al científico chileno, Jorge Zúñiga, hombre reconocido a nivel mundial por diseñar la mano biomecánica “Cyborg Beast”, prótesis de impresión 3D que ha sorprendido a la opinión pública por su bajo costo y singular diseño.

Un hombre muy cálido, con una humildad increíble, que logró cercanía con el público que asistió para escucharlo en el Seminario de Innovación Social Abrazando una Esperanza que organizó la Escuela de Ingeniería Comercial UST Antofagasta junto al Comité de Desarrollo Productivo Regional.

 Una historia de vida que inspira a la juventud a soñar con nuevos desafíos, que los llevará incluso como dice Jorge “de La Pintana a California”. En esta entrevista conocemos un poco más de las motivaciones que lo llevaron a liberar su diseño.

¿De dónde nace la idea de generar una prótesis como la “Cyborg Beast”?

Esto nace de un proyecto que realicé junto a mi hijo durante el verano, es una idea que vimos que se realizó en Sudáfrica y decidimos mejorarla un poco. La verdad es que yo como científico, investigador, biomecánico, me puse a hacer una mano bastante sofisticada y tuve la suerte de que mi hijo viera esa mano y me dijera que no iba a funcionar. Él me mostró un transformer y me dijo “así tiene que ser papá” y me di cuenta de que el concepto de hacer una mano que sea visualmente atractiva para los niños, que tuviera un aspecto lúdico, iba a aumentar la retención de este dispositivo.

¿Por qué liberar los diseños al mundo entero?

La respuesta es bastante corta: soy chileno y entiendo de la necesidad. A mí la necesidad y la pobreza no me la contaron, yo lo viví. Y por lo tanto entiendo que si hay algo que va ayudar a mucha gente, es lo menos que puede hacer es ser bondadoso, eso lo aprendí acá.

Usted señaló que la mano es un elemento muy complejo de poder imitar ¿cuál fue la principal complejidad al realizar la prótesis?

La dificultad fue que la impresión 3D necesitaba una base plana. Si tú vas a imprimir algo, tiene que ser completamente plano, pero si uno imprime una mano de forma horizontal, el dedo pulgar tiene que estar adjunto  y así lo hicimos por uno o dos años, hasta que encontramos una manera alternativa de imprimirlo en forma vertical. Tuvimos que cambiar el diseño, pero nos ayudó a innovar, los errores que cometimos fueron lo más importante. Como señalé en mi presentación, soy experto en errores y fallos, hasta que algo sale y funciona.

¿Cuál es el costo asociado a la impresión de una prótesis?

El costo en materiales es de alrededor de treinta y cinco mil pesos, convirtiéndola en una prótesis bastante accesible, sin embargo, queremos disminuir aún más su costo  para que llegue a más personas.

Sobre la visita

¿Qué le pareció su visita a Antofagasta?

La experiencia en Antofagasta ha sido genial, la acogida es tremenda. Tú te das cuenta de que aquí hay interés por escuchar un poco de ciencia. Mira, yo nunca había visto una respuesta así para una charla de biomecánica. La gente de Antofagasta lo entendió muy bien porque yo creo que hay una oportunidad de que esta ciudad pueda contar con algún centro de impresión 3D, que pueda acoger a esta juventud que tiene una inquietud, ellos tienen ideas. Me contaron sus ideas y son buenas, aquí hay diamantes en bruto, hay que extraer a estos diamantes y darles las herramientas para que puedan realizar sus sueños.

En algún momento usted también fue un diamante en bruto pero que supo encausar su vida…

Sí, ya que lo dices, sí. Así hay muchos, pero a veces las oportunidades no se presentan tan fácilmente. Por eso,  hay que tomarlas a penas se presenten. Insisto en que hay que entregar las herramientas a los jóvenes para que puedan desarrollar su potencial. Me voy muy impresionado y feliz por el interés.