Asistente de Registro Curricular fue reconocida por primera vez, gracias a una elección masiva de colaboradores, académicos y directivos, quienes vieron en ella cualidades que la destacan entre sus pares.

Con una trayectoria de 29 años ligada a la institución, oriunda de San Clemente y madre de una hija de 22 años, Ana Miqueles Riquelme, Asistente de Registro Curricular de Santo Tomás Talca recibió con sorpresa y orgullo la noticia de haber sido elegida como el Premio al Mérito 2019, más aún porque por primera vez dicha elección se hace a través de los votos de todos los colaboradores, académicos y directivos.

Su historia comenzó en los años 90’ en el entonces Propam, donde le ofrecieron hacer su práctica profesional de secretariado con mención médica. Tras eso nunca más se fue de la institución, desempeñando cargos en Biblioteca, Dirección Académica y posteriormente Registro Curricular.

¿Qué implica para usted este Premio al Mérito?

“Me dio mucha alegría, igual uno no se lo espera porque hace su trabajo con la mejor disposición, pero hay tanta gente acá trabajando que me imaginaba que cualquiera se lo podía merecer. Cuando me dijeron me sorprendí, sentí como una inyección de una vitamina de cariño. Uno pasa a veces trabajando entre cuatro paredes y premios así hacen que me sienta valorada”.

¿Por qué cree usted que la mayoría de los colaboradores, académicos y directivos votaron para que usted recibiera este premio?

“Siempre pensé que este premio solo lo elegían los jefes y cuando me dijeron que fue universal más sorprendida estaba. Uno cuando sale a los pasillos igual siente el cariño de todos y el respeto, pero tal vez ellos ven más allá la esencia de uno, tal vez emito algo que ni yo me doy cuenta. Trato de hacer mi trabajo con la mejor disposición, siempre con una sonrisa, tratando de buscar una solución para el que lo necesite”. 

¿Cuál cree usted que es la fórmula para alcanzar un reconocimiento como este?

“Creo que el trabajo siempre debe hacerse con cariño y con la mejor disposición porque siempre se puede aprender del otro y se necesita del otro porque somos un equipo. Esta es como nuestra segunda casa porque pasamos todo el día acá entonces surge un cariño entre todos y para eso hay que emitir respeto y recibir respeto”.

¿Qué mensaje le podría dar a la comunidad Santo Tomás Talca?

“Mi mensaje sería que cada uno haga su trabajo de la menor manera siempre con buena disposición, respetando al compañero y con buena comunicación. Preguntarle a veces al otro cómo está o cómo se siente, saludar todos los días, darse un tiempo para compartir y no estar enfocado únicamente en las cuatro paredes. Yo estoy muy cómoda en Santo Tomás, para mí es una segunda familia donde veo a mis compañeros de trabajo con mucho cariño”.

La relación de Ana Miqueles con Santo Tomás comenzó cuando se matriculó en el entonces Instituto Propam para estudiar secretariado ejecutivo con mención médica. Desde ese día nunca más dejaría de ser parte de la institución, realizando su práctica profesional y luego asumiendo cargos en Biblioteca, Dirección Académica y finalmente Registro Curricular donde permanece hace 16 años.