Leopoldo Ramírez, Coordinador Nacional de la Facultad de Derecho UST:

“Lamentablemente en Chile cuando se habla de Derechos Humanos se habla más del pasado que del futuro y me parece que es un error”

El abogado Leopoldo Ramírez, quien además es Coordinador Nacional de la Facultad de Derecho de la Universidad Santo Tomás, estará presentando su libro “Institucionalidad Política de los Derechos Fundamentales en Chile”, el 6 de septiembre en el Aula Magna de la Universidad Santo Tomás Santiago.

Fue cuando Leopoldo Ramírez se encontraba cursando el Magíster en Gobierno y Sociedad de la Universidad Alberto Hurtado, que se comenzó a discutir el proyecto de ley que crearía la Subsecretaría de Derechos Humanos. El abogado de la Universidad Santo Tomás vio ahí una oportunidad y decidió que ese sería el tema de la tesis para optar al grado de magíster. “Probablemente nadie iba a estar escribiendo de esto en lo inmediato”, dice Leopoldo. Hoy en día, La Subsecretaría de Derechos Humanos ya es una realidad, comenzando con sus funciones en enero de 2017.

La Tesis fue evaluada con la distinción Magna Cum Laude, motivo por el cual se resolvió publicar como libro.

“El proceso de escritura de este libro tuvo una gran virtud, que es que tuve la oportunidad de entrevistar a los principales expertos del país en materia de derechos fundamentales, con distintos actores, desde izquierda a derecha. Tuve el privilegio único de tener entrevistas con todos ellos y de tener la guía de un profesor de primer nivel en esta materia”, explica Ramírez.

Entre los 7 expertos con los que conversó, se encuentran Teodoro Ribera, ex Ministro de Justicia del Gobierno de Sebastián Piñera, a quién le correspondió elaborar el proyecto de ley y enviarlo a tramitación al Congreso Nacional; el Diputado Raúl Saldívar, que en la Legislatura 2016 fue el presidente de la Comisión de Derechos Humanos y Pueblos Originarios de la Cámara de Diputados y Gonzalo García, uno de los Ministros del Tribunal Constitucional. A esto se le suma que el guía de su tesis, Álvaro Villanueva, tuvo formación doctoral en materia de Derechos Fundamentales en la Universidad Carlos III de Madrid.

¿Qué conclusión saca de todas esas entrevistas?

Hay muchas más cosas en las que estamos de acuerdo en materia de Derechos Humanos en el país, que aquellas en las que no lo estamos. Yo creo que eso se dice poco hoy en día en la sociedad chilena. Hubo acuerdo sobre la necesidad de crear la Subsecretaría de Derechos Humanos. Creo que dentro de las distintas opciones en cuanto a la creación de organismos, fue la mejor alternativa que había.

¿Por qué?

Podría haberse creado bajo la dependencia del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, pero la relación jerárquica entre esta Secretaría de Estado y la fuerza policial, así como también las atribuciones que tiene en materia de seguridad ciudadana para la conservación del orden público, probablemente habrían creado una dicotomía entre el plano normativo y la realidad de los hechos.

La ley que crea esta Subsecretaría también configura un Comité Interministerial de Derechos Humanos compuesto sólo por Ministros de Estado. Actualmente distintos Consejos Asesores de la Presidencia de la República pueden estar conformados por personas procedentes del mundo público y privado. En este Comité Interministerial van a concurrir solamente Ministros de Estado, es decir, eleva a un primer nivel político tanto las discusiones que se den, así como los acuerdos que se alcancen, porque además a ellos les va a corresponder  elaborar el Plan Nacional de Derechos Humanos, que deberá ser aprobado por la Presidenta de la República. Ojalá que este Plan se convierta en una política de largo plazo que trascienda los gobiernos, sea cual sea este, que dure más allá de cuatro años y que nos permita establecer ciertos desafíos.

¿Cómo fue el proceso de escritura de este libro?

Es distinto escribir una tesis y publicar un libro. Requirió un trabajo adicional que hoy día nos deja bien contentos, porque pudimos abordar un tema que está muy en boga, que es el diseño y la arquitectura institucional del Estado de Chile para la promoción y la protección de los derechos fundamentales de las personas y especialmente de aquellas más desfavorecidas: los menores, los adultos mayores, personas en situación penitenciaria, o viviendo en condiciones socio económicas de extrema pobreza.

El libro hace una descripción de todos los órganos y servicios del Estado cuyo trabajo versa específicamente en materia de derechos fundamentales. Reseña a todos estos órganos y servicios a la luz de la creación de la Subsecretaría de Derechos Humanos, que es la entidad encargada de aquí en delante de coordinar y articular a la Administración del Estado en el ámbito de los Derechos Humanos. Yo hago un estudio crítico sobre la actual realidad chilena en esta materia.

¿Cuáles son los principales puntos de ese estudio crítico?

En primer lugar, se aplaude la iniciativa de crear una Subsecretaría de Derechos Humanos, radicada al interior del Ministerio de Justicia (que cambia su nombre ahora por Ministerio de Justicia y Derechos Humanos).

Sin embargo, se reconoce que la Subsecretaría de Derechos Humanos tendrá que enfrentarse a algunos desafíos de carácter político. La Subsecretaría es un órgano de naturaleza política subordinado a un Ministerio en específico, pero le va a corresponder coordinar y articular la actividad de otros Ministerios, cosa que ya es difícil, porque además a los Ministros los designa la Presidenta de la República sobre la base de su sola confianza. Por lo tanto, que sea no otro Ministro sino que un subordinado de él, el que coordine la actividad de otras carteras es algo que en principio se aprecia como complejo.

Otro gran desafío está en la base de las obligaciones internacionales que adquiere el Estado de Chile, donde el Ministerio de Relaciones Exteriores tiene un rol central, porque uno de los pilares fundamentales de nuestra Política Exterior es justamente la promoción de la Democracia y el respeto a los Derechos Humanos. La Subsecretaría de Derechos Humanos tendrá un rol militante junto con la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores y esa es una relación que en largo plazo hay que observar con detención para ver cómo se lleva.

¿Por qué le parece importante tener instancias, como el lanzamiento de tu libro, para conversar estos temas?

Lamentablemente en Chile cuando se habla de derechos humanos se habla más de pasado que futuro y me parece que es un error. Cuando hablamos de derechos humanos tenemos que pensar, antes que todo, en el futuro. En el caso específico de mi libro, éste se trata de un trabajo con distintos actores procedentes de diferentes veredas políticas, pero que tienen muchas más cosas en común que cosas que los separen. Eso también tiene que decirse fuerte, para que la sociedad lo pueda comprender.