Estudiantes de Santo Tomás Viña del Mar participan en conversatorio sobre niñez migrante y personas en situación de calle

  • Actividad buscaba visibilizar el proceso migratorio en la región y entregar una mirada distinta desde la psicología educacional y comunitaria.

Con gran participación de alumnos y alumnas de las carreras de Psicología y Técnico en Educación Parvularia 1°y 2° Básico de Santo Tomás Viña del Mar se realizó el conversatorio “Sociedad y escuela: experiencias de integración de familias, niñas y niños migrantes de Viña del Mar y Valparaíso”. La actividad fue organizada por la carrera de Psicología con el objetivo de visibilizar el proceso migratorio en la región desde la perspectiva de la psicología educacional y comunitaria.

“Esta idea tiene su origen en el aumento considerable de la población migrante que ha elegido nuestro país para desarrollar un proyecto de vida y que ha impactado a nuestro país. En los espacios educativos, por ejemplo, hemos recibido testimonios de psicólogas que nos han señalado que inicialmente el 70 % de las matrículas eran ocupadas por población chilena, hoy esos datos se han revertido, teniendo escuelas que han llegado al 70% de sus matrículas de niñas y niños migrantes”, explicó Mariola Vargas, académica de Psicología.

“Y en relación a las personas en situación de calle, nos lleva, en la docencia, al desafío de preparar a nuestras alumnas y alumnos en su formación profesional de pregrado para asumir este desafío, preparación que incorpora una docencia teórica y metodológica situada en estas temáticas, sumándole perspectivas de interdisciplinariedad, de interculturalidad y, por sobre todo, aspectos éticos basados en el respeto por las personas, por su cultura y sus saberes”, añadió la docente.

Niñez migrante y situación de calle

El conversatorio tuvo a dos interesantes invitados, quienes compartieron sus experiencias trabajando con la niñez migrante y con familias extranjeras en situación de calle.

Montserrat Flores, psicóloga del equipo de convivencia de la Escuela Adolfo Tannenbaum de Viña del Mar expuso sobre el desafío de la educación chilena frente a la migración, ya que este establecimiento educacional, además de tener a estudiantes con discapacidad auditiva, cuenta con estudiantes migrantes. “Quería focalizarme principalmente en las infancias y las vivencias de los niños y niñas de nuestra escuela, el enfoque de trabajo que tenemos siempre ha sido ese, también cambiando los modelos clásicos más asistencialistas a un modelo de escucha, de acompañamiento. En nuestra escuela hay muchos chicos de diversidades: funcionales, cognitivo y neurodivergencias, entonces es un concepto que ya está, ahora es otra área de inclusión, ese es el desafío principal”.

La otra presentación estuvo a cargo de Marcos Espinoza, trabajador social y encargado regional de Fundación Mission Golden, donde trabaja con personas en situación de calle y extranjeros que se encuentran en la misma condición.

“Es fundamental que la universidad realice estas actividades, así que un agradecimiento porque los espacios donde nosotros podemos mostrar las problemáticas son escasos, entonces la presentación ayuda a visibilizar ciertas cosas, la manera en que intervenimos y eso es fundamental para nosotros. La situación de calle es un fenómeno tan invisibilizado hay mucho mito alrededor, por eso sirven tantos estos espacios porque precisamente los que tenemos contacto logramos mostrar la otra cara”, indicó.

Testimonios de estudiantes

La realidad de las personas migrantes impactó a muchos de los asistentes. Algunos de los estudiantes aseguraron que existe poca información sobre voluntariados y también manifestaron su intención de buscar alguna red solidaria para participar.

Constanza Santana, estudiante de segundo año de Psicología, aseguró que los niños y niñas migrantes son muy invisibilizados. “Les toca ver todo, pero no pueden opinar, son los que más sufren. Me pareció muy interesante la actividad también cuando se refirieron a las personas en situación de calle y me motivó para buscar un grupo de apoyo para estas personas y unirme a un voluntariado”.

“Tengo un sobrino que tiene seis años y él es amigo de una niña extranjera, pero para él es un tema súper normal, no le llama la atención su nombre o nacionalidad. Sin embargo, tiene compañeros que ocupan conceptos que vienen de su familia y la discriminan. Encuentro súper buenas estas instancias porque a veces uno quiere acercarse, pero no sabe cómo”, indicó Camila Tapia, estudiante de segundo año de Psicología.