La directora del área de educación del CFT Santo Tomás Puente Alto, Wanda Carvajal, comparte una reflexión inspirada en el área, en el día internacional de la educación.

Hablar de Educación en Chile hoy es un tema por lo menos controversial, merece muchas opiniones e infinidad de críticas; tantas como habitantes de esta tierra, según su contexto y vivencias pudieran decir; es una gran responsabilidad redactar estas palabras sin provocar a alguien a pensar distinto, por esa razón intentaré ser respetuosa con la sensibilidad que este tema me merece, porque es mi vocación y creo que debe ser la de muchos.

Ser profesor o educador inspira, se me vienen a la mente frases de promotores de cambio a lo largo del camino, Santo Tomás de Aquino y “el amor a la verdad”, como la búsqueda infinita de la sabiduría, la superación de la “ignorancia” y los prejuicios, respetando la diversidad de la persona por el simple hecho de serlo.

Lucila Godoy Alcayaga, que nos brindó tantas muestras de amor a la profesión, promoviendo el desarrollo y la protección de los niños y niñas de nuestro país, con frases como: “Enseñar siempre: en el patio, en la calle y en el salón de clases. Enseñar con la actitud, el gesto y la palabra… Maestro, se fervoroso, para encender lámparas basta llevar fuego en el corazón”.

Estas palabras son profundas, porque hablan de nuestra responsabilidad social en los diferentes escenarios y contextos, del compromiso que debemos manifestar y de la actitud; que es tan importante para llegar a otros. En la sala de clase no basta con ser expertos si no entregamos un poquito de nosotros, de nuestra esencia, entregando experiencias enriquecedoras, que permitan la formación integral. Y otro aspecto que a mi criterio es fundamental, la pasión con la que se debe ejercer la pedagogía.

Así también podría citar otras miradas importantes en educación, Paulo Freire “La educación no cambia al mundo, sino a las personas que van a cambiar el mundo”, o Noam Chomsky “Si asumes que hay un instinto hacia la libertad, que hay oportunidad para cambiar las cosas, entonces hay una opción de que puedas contribuir a hacer un mundo mejor”. Y si esa es la alternativa de los que tomamos este camino, los actores de las comunidades escolares o instituciones educativas, no nos podemos quedar de manos atadas, ni pensando, la acción participante en la construcción de los aprendizajes de cada niño, niña o joven es nuestro camino.

En el día internacional de la educación, podría concluir que educar es una construcción social, interaccional y un mundo de oportunidades metodológicas que pueden aportar al desarrollo y la formación integral de cada ser, en el que el docente, el asistente de la educación y el entorno; aporta y enriquece la experiencia.

Y es por este motivo que en Santo Tomás nos preocupamos, de formar estudiantes con conciencia social, que aporten de manera activa, tanto desde su formación como desde los valores que nos mueven, el respeto e inclusión, el amor a la verdad, el desarrollo del pensamiento crítico, el esfuerzo para perseguir la excelencia y la solidaridad.