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Áreas de Ciencias Sociales y Educación se unen para ofrecer webinar sobre instrumentos evaluativos en contextos virtualizadosAlejandra Maldonado, directora IDEClab: “No estamos haciendo educación online, estamos haciendo educación remota de emergencia”
La académica y directora ejecutiva del Laboratorio de Investigación e Innovación Educativa de la Universidad de Concepción, fue la charlista encargada de dar inicio al III Congreso de Innovación Educativa de Santo Tomás.
Las buenas prácticas en enseñanza remota de emergencia fue el tema central de la primera charla del 3er Congreso de Innovación Educativa Santo Tomás, a cargo de Alejandra Maldonado, académica y Directora Ejecutiva del Laboratorio de Investigación e Innovación Educativa (IDEClab) de la Universidad de Concepción, quien se refirió al desafío que actualmente presentan las instituciones de educación superior en el actual contexto.
Sobre su experiencia en IDEClab, laboratorio que buscar mejorar procesos de enseñanza aprendizaje a través de la combinación de blended learning y el aprendizaje activo, aseguró que este proyecto financiado por el Mineduc en 2019, tuvo un fuerte impacto debido a la emergencia sanitaria producto del COVID-19 y a la toma de clases a distancia por parte de los estudiantes de la Universidad.
“En este momento la empatía es una de las cosas más importantes que tenemos que considerar, los estudiantes no necesariamente tienen conexión o un buen equipo. Los docentes pueden ser que estén cuidando a sus hijos durante el día. Tenemos que apoyarnos los unos a los otros, tanto como docentes a estudiantes como estudiantes a docentes. Esta no es una situación normal, ninguno de nosotros está trabajando al 100%”, aseguró Maldonado.
¿Cómo afrontar esta situación?
Según Alejandra Maldonado, IDEClab comenzó esta transición hacia clases a distancia generando un sitio web para docentes en línea, la realización de tres capacitaciones básicas, becas de conectividad, implementación de las plataformas Canvas, Teams y Stream, además de una mesa de ayuda, la cual fue fundamental en los tres primeros meses para apoyar a docentes y estudiantes.
“Había mucha angustia no se sabía qué iba a pasar, muchos de los docentes no habían utilizado herramientas tecnológicas en sus aulas. Sin embargo, ha sido bonito ver la transición de cómo esta angustia ha ido disminuyendo y se ha ido transformando en inspiración e innovación. Los profesores se están animando a cambiar la forma en la que enseñan”, agregó su directora ejecutiva.
En específico, se capacitó a la comunidad docente en herramientas básicas para el uso de las distintas plataformas, buenas prácticas y herramientas de enseñanza en línea, además de la generación de videos e infografías.
“También se realizó un programa de acompañamiento pedagógico; una comunidad de aprendizaje donde los docentes pueden compartir sus experiencias; talleres para estudiantes que son ayudantes para que apoyen a los docentes; y un curso de aprendizaje para todos los estudiantes de Universidad”, explicó Maldonado.
¿Qué fue lo que aprendimos?
Cuatro son los puntos primordiales a considerar en la transición a esta modalidad de enseñanza. En primer lugar, destaca el diseño instruccional, que “si bien no es algo muy conocido en los programas oficiales de educación es primordial en la enseñanza. No sacamos nada si el docente sube un documento o videos sin el contexto, sin que se esté comunicando con el estudiante (…) La realidad del docente es que tiene cumplir roles de jefe de proyecto, experto, pedagogo y diseñador, por ello, la apuesta es capacitarlo en lo básico y necesario”, comentó Maldonado.
Las clases sincrónicas también tiene un rol fundamental a la hora de dictar docencia, también es relevante considerar que sus contenidos no pueden ser iguales a las clases anacrónicas. “Lo que nos pasó es que los estudiantes exigían clases sincrónicas aun cuando las clases anacrónicas eran preferentes para estudiantes con poca conectividad”, dijo.
En cuanto a los recursos de aprendizaje, Maldonado, aseguró que “no estamos haciendo educación online, estamos haciendo educación remota de emergencia y, en ese sentido, proponemos minimizar un poco la carga, el tipo, la variedad de recursos de aprendizaje y actividades también de aprendizaje. Minimizar no en el sentido de diversificar, pero sí teniendo un poco de control”.
Finalmente, planteó el refuerzo que deben desarrollar las comunidades tanto como docentes y de estudiantes, además de los lazos creados a nivel nacional e internacional con otras Instituciones de Educación Superior.
“El tema de las actividades prácticas es complejo, tenemos que pensar en que probablemente el segundo semestre también va a ser online y hay que prepararse. Siempre hay que ser empático con los estudiantes, colegas y con los administradores. Mi segunda invitación es a colaborar porque creo que todos juntos podemos lograr mejores cosas”, finalizó.