La Innovación Educativa como clave para el desarrollo de la enseñanza y aprendizaje en Santo Tomás

¿Cómo se avanza hacia trayectorias formativas flexibles manteniendo la calidad del aprendizaje?; ¿Cómo aprenden las nuevas generaciones de estudiantes en un mundo cada vez más tecnologizado?; ¿Cómo estudiantes y docentes se adaptan al nuevo escenario formativo en el que se encuentran hoy? Estas fueron algunas de las interrogantes planteadas en la tercera versión del Congreso de Innovación Educativa de Santo Tomás que durante dos jornadas tuvo como objetivo la construcción de saberes en el área para enfrentar los nuevos retos en la educación superior, a través de la presentación de experiencias de distintas casas de estudios, ponencias de especialistas en la materia y mesas redondas.

El eje central del Congreso estuvo puesto en la necesidad de generar innovación para el desarrollo y la mejora continua de los procesos de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes -poniendo de relieve el escenario actual dada la crisis sanitaria mundial- e incorporando una serie de elementos clave como el rol docente y del estudiante, el uso de metodologías activo-participativas que enriquecen el proceso formativo, utilización de TICS como facilitadoras del aprendizaje, la evaluación para el aprendizaje y sus oportunidades en el ambiente virtual, entre otros tópicos.

Para Santo Tomás, avanzar hacia modelos formativos de excelencia con énfasis en la calidad de los aprendizajes entregados, es parte de su quehacer institucional y constituye una hoja de ruta para el mediano y largo plazo.

Para transitar en esta dirección es que, en el marco del nuevo plan estratégico institucional, en 2019 el plantel decidió crear el Centro Interdisciplinario de Innovación Educativa (CIED) en el cual participan las tres instituciones Santo Tomás –Universidad, IP y CFT– y está dirigido por la Dra. en Ciencias Médicas, María Felisa Palacios Mackay, Master of Science (MSc) en Ciencias de Salud Comunitaria de la Cumming School of Medicine, University of Calgary, Canadá.

La innovación educativa como una fortaleza institucional

“El gran objetivo del Centro es instalar en Santo Tomás un sistema y cultura institucional de gestión de la innovación educativa de carácter interdisciplinario y llevar a la institución a un nivel de excelencia en la docencia. Para eso tenemos que ser capaces de innovar, investigar y sistematizar las buenas prácticas, y con ello también, retroalimentar el proceso formativo, que las experiencias de aprendizaje sean en nuestros estudiantes algo de primera importancia para cumplir con nuestro rol como institución”, señaló el Vicerrector Académico, de Investigación y Postgrado de la UST, Sebastián Rodríguez durante el Congreso de Innovación Educativa.

Para lograr lo anterior, el CIED impulsará la creación de un Observatorio de Innovación Educativa que permita compartir, difundir y transferir buenas prácticas docentes; buscará implementar un sistema de innovación educativa dentro de la casa de estudios que incluya medición y evaluación del impacto de métodos instruccionales innovadores, evaluación de aprendizaje de los estudiantes, y formación docente; desarrollar un modelo de evaluación de los programas de estudios basado en evidencia científica, con foco en la innovación educacional; y generar investigación en el ámbito de la innovación educativa, con énfasis no solo en los estudiantes sino que también en la formación docente.

Libro de Innovación Educativa UST

Otro de los pasos que ha dado Santo Tomás en la materia, es la publicación del Libro de Innovación Educativa UST dirigido por Paulina Vásquez, Directora General de Pregrado UST y Directora Nacional de Procesos de Enseñanza-Aprendizaje IP-CFT Santo Tomás, que subraya la importancia de la innovación educativa en la educación superior.

Este libro, explicó Paulina Vásquez durante su presentación en el Congreso, es el resultado de un trabajo que se viene realizando desde 2010 a través de la Dirección de Desarrollo Académico, y que tenía como meta el poder sistematizar diversos proyectos que están directamente vinculados a la innovación educativa y a los procesos de enseñanza -aprendizaje de la institución y poder organizarlos en una complicación y/o memoria.

Todos los trabajos que se presentan en el texto fueron realizados por docentes de Santo Tomás y fueron parte de un fondo concursable de proyectos de innovación educativa de la Vicerrectoría Académica, creado en el 2010, y que tuvo por objetivo aportar a los procesos de enseñanza – aprendizaje dentro de un marco de desarrollo relacionado a la investigación y transformación de la docencia en pregrado. En total se recogieron 31 iniciativas de un total de 79 proyectos de innovación educativa revisados entre 2010 y 2019.

“Este libro permite identificar las prácticas educativas que han sido exitosas y han permitido generar colaboración entre el cuerpo académico, ya sea en una misma sede o entre sedes. El poder compartir estrategias, metodologías, sistemas de evaluación, y que se puedan transmitir e implementar en toda la institución, para nosotros es muy importante. Nuestro interés es compartir este conocimiento que para nosotros es muy valioso”, dijo Paulina Vásquez.

Evaluación para el aprendizaje

Durante el Congreso, la directora del Centro Interdisciplinario de Innovación Educativa (CIED) de Santo Tomás, Dra. María Felisa Palacios, compartió su experiencia y perspectiva sobre la Evaluación de Aprendizaje, relevando el contexto de pandemia que ha afectado la vida de estudiantes y académicos.

Para introducir el tema, Palacios revisó los cimientos pedagógicos que sustentan las buenas prácticas evaluativas, refiriéndose a los factores que han impactado la forma en que hoy se percibe y se ejecuta la evaluación de aprendizaje, entre ellos la creciente adopción de nuevos modelos curriculares, por ejemplo, basados en competencias; cambios de paradigmas sobre la evaluación de aprendizaje; modificaciones en algunos conceptos de medición en evaluación, en especial el de “Validez”; la incorporación de las TICS al proceso de enseñanza -aprendizaje, subrayando en este último punto, que estas no son más que un medio que se puede utilizar para apoyar a los estudiantes.

En su ponencia, Palacios se refirió al cambio en la forma en cómo se percibe el rol de la evaluación del aprendizaje de los estudiantes.

“Pasamos de la evaluación del aprendizaje a la evaluación para el aprendizaje. La evaluación del aprendizaje es en esencia sumativa y se reduce a medir cuánto ha aprendido el estudiante, en definitiva, para tomar decisiones de avance sobre su trayectoria de aprendizaje. La evaluación para el aprendizaje, en cambio, tiene como objetivo central que el estudiante aprenda y se basa esencialmente en la entrega de retroalimentación y apoyo para que el estudiante logre alcanzar los resultados de aprendizaje y desarrollar las competencias del perfil de egreso”, explicó la directora del Centro CIED Santo Tomás.

Oportunidades en el escenario virtual

De esta manera, enfatiza Palacios, el proceso evaluativo es una parte integral de la enseñanza y aprendizaje. Pero ¿cómo se ve afectada la evaluación para el aprendizaje en el ambiente virtual y qué oportunidades presenta este escenario para responder a los nuevos requerimientos de evaluación? Para dar respuesta a estas interrogantes, cabe primero reflexionar acerca del modo en que aprenden los estudiantes y observar cómo estos se comunican.

“El ambiente virtual es sumamente favorable para entregar retroalimentación en distintas modalidades que parecieran ser las que más les acomodan a los estudiantes. Podemos entregarles retroalimentación en formato de audio, de video, de chat o en los foros de discusión”, agrega.

¿Cómo se asegura la validez de las evaluaciones en el esquema online? Al respecto, la Dra. Palacios señaló que “la gran cantidad de actividades de evaluación que se puedan realizar en el ambiente virtual utilizando distintos formatos y presentaciones nos entrega múltiples oportunidades para generar evidencia que, en conjunto, nos van a permitir construir este argumento de validez sobre las decisiones que tomamos como resultado de la evaluación de los estudiantes”.

La evaluación al formato virtual

Entre los principios generales de una buena evaluación se encuentra la planificación con anticipación y la realización de una estructura que siga alineamientos constructivos. Es decir, tiene que haber coherencia entre los resultados de aprendizaje, la selección de los contenidos, las estrategias de enseñanza-aprendizaje y de evaluación; por último, se debe incluir la retroalimentación.

“Cada uno de estos principios aplica igualmente en el ambiente virtual y tenemos la responsabilidad de considerarlos en este ambiente. Incluso, algunos de ellos se ven favorecidos al, por ejemplo, tener la posibilidad de incorporar métodos evaluativos y entregar retroalimentación efectiva a los estudiantes en forma muy eficiente y en múltiples formatos. Son tremendas oportunidades que muchas veces no tenemos en el esquema presencial”, expresó.

El siguiente paso, explicó Palacios, es la planificación. Esta considera el objetivo general de la evaluación, el modelo educativo con sus principios filosóficos, el contexto y los instrumentos de medición más adecuados. Si se aplica en el ambiente virtual, algunos de estos factores se ven modificados como, por ejemplo, el contexto (que debe tomar en cuenta aspectos como la conectividad y tecnología disponible para los estudiantes) y los instrumentos de medición (que se verán ajustados al escenario virtual).  

A su vez, la Dra. Palacios se refirió a las oportunidades para el aprendizaje de alta calidad en el ambiente virtual, subrayando algunas dinámicas como las salas de escape (“escape rooms”), infografías (“infographics”), estudios de caso, escritura reflexiva, foros de discusión, presentaciones, podcasts, crítica de historia de medios de comunicación (redes sociales, diarios, revistas, etc.), portafolios electrónicos.

Para finalizar su presentación, la directora del Centro CIED fue enfática al señalar que no existe ningún “instrumento ideal” para ningún ambiente de aprendizaje, sino que la idoneidad del ambiente virtual dependerá de una serie de factores. “Tenemos una gran oportunidad de contribuir a mejorar el aprendizaje de nuestros estudiantes si utilizamos adecuadamente la tecnología. La contingencia de la pandemia nos despertó en muchos sentidos en lo que a prácticas educacionales se refiere. Es de esperar que no volvamos atrás”.