Italo longoni opazo: “siempre habrán dificultades, pero esas mismas se vencen estudiando, teniendo las ganas de poder llegar arriba”

El oriundo de la ciudad de Viña del Mar, está desde el año 2015 en la institución y durante el presente año, fue galardonado con el premio de “Mejor docente del periodo 2018”, distinción que sus estudiantes le entregaron por su destacado trabajo impartiendo la asignatura de anatomía para la Escuela de Enfermería de UST.

En el transcurso de esta entrevista, Longoni, nos cuenta algunos detalles de su vida personal, los motivos que lo llevaron a convertirse en docente, su vocación como bombero, y también las expectativas que visualiza para los futuros profesionales del área de la salud que prontamente saldrán de la institución, entre otros temas.

¿Por qué ser bombero?

El interés viene desde muy chico. Eso sí, no empecé a ser bombero desde muy joven, ya que habían otras responsabilidades de por medio y quizás en ese momento no era tan maduro. Pero siempre quise ser bombero y lo bueno es que hoy en día lo complemento con mi profesión, la kinesiología.

¿Cómo lo complementas?

Dentro de mi área, la cual está dentro de la salud, lo complemento, por ejemplo, cuando hay algún rescate. A pesar de que mi compañía no se especializa en rescates, siempre uno tiene que estar preparado si es que en algún momento recibimos un llamado de esa característica. En esos casos, ser kinesiólogo sirve mucho ya que uno tiene una noción aún mayor sobre posibles lesiones, por ejemplo.

¿Cómo llegaste a ser docente?

Vengo de una familia de profesores. Mi abuelo, papá, hermanas, tíos, etc. Todos son docentes de colegios. Mi familia ha estado siempre ligada a la educación. Siempre lo vi en mi entorno. Cuando yo estudiaba siempre me interesó llegar a enseñar, y hoy por fortuna tengo la posibilidad de concretar eso.

¿Qué sientes al recibir un premio de esa característica?

El día de la ceremonia fue algo totalmente sorpresivo, no me lo esperaba. Uno no hace las cosas con la finalidad de que te puedan premiar o dar algo. Uno hace las cosas pensando en los estudiantes, que adquieran bien los conocimientos. Si bien uno hace una clase programada dentro de un aula, también tiene que resolver las inquietudes de pasillo de parte de los alumnos para así realizar un buen y completo trabajo. Creo que eso ha dado frutos.

Que te hayan premiado los mismos estudiantes, ¿cómo lo tomas?

Es gratificante. Se te infla el pecho como se dice. Es lindo saber que uno está haciendo bien las cosas y que eso lo vean los mismos estudiantes que son a quienes les está llegando el mensaje, es genial, eso es lo importante finalmente. La anatomía para las carreras de la salud es la base y que estén bien orientados en esa asignatura, es tremendamente gratificante.

¿Qué expectativas tienes para los estudiantes del área de la salud de Santo Tomás?

Bien, muy bien. Los docentes que imparten clases aquí en Santo Tomás tienen las herramientas y conocimientos suficientes para lograr formar bien a los alumnos. Conozco a varios de ellos también y son todos de primera.

Un alumno de Santo Tomás, ¿tiene aptitudes necesarias para salir al mundo laboral sin ningún problema?

Si, de todas maneras. Finalmente, y lo que se trata de marcar es lo del propio sello Santo Tomás. El tomasino marca la diferencia y eso es porque desde el primer año se les va inculcando y marcando todos los buenos valores que entrega esta institución. Lo he visto personalmente en el ámbito de la salud, en las prácticas profesionales que realizan los estudiantes y eso a uno lo llena de orgullo. No solo el conocimiento es importante, si no que también lo valórico y el aspecto humano.

Para finalizar, si le tuvieras que entregar algún mensaje o recomendación a tus estudiantes, ¿qué les dirías?

Primero que todo, gracias por el reconocimiento. Que sigan estudiando. Esto está recién comenzando. Es una montaña y ellos están en la parte inferior de esta y hay que llegar a la cima. Dentro de este proceso siempre habrán dificultades, pero esas mismas se vencen estudiando, teniendo las ganas de poder llegar arriba. Todo depende de uno. Siempre hay que tener perseverancia.