Santo Tomás San Joaquín

Animación es actuación

Por: Sebastián Merino Valdivia, coordinador de Animación Digital y Multimedia.

Una de las cualidades más importantes de un animador, es que debe ser capaz de transmitir emociones a través de sus dibujos haciendo que los personajes piensen y se expresen. Pero mientras que los actores se transforman en sus personajes, los animadores se encargan de bocetar, modelar, caracterizar y dar personalidad al personaje. Un animador puede convertirse en lo que quiera, la única limitación real es su capacidad para dibujar y animar.

A continuación, es de mi interés contarte sobre la importancia de encontrar y desarrollar esta habilidad, que beneficiaría enormemente el trabajo del actor/animador.

Para los actores, y en particular para los animadores, es útil desarrollar la expresividad corporal para interpretar el papel de un personaje, asumiendo su carácter, sus formas de comportarse para transmitir ciertas emociones o acciones. Como dice Ed Hooks en  “Acting For Animators”  hay varios conceptos esenciales en la actuación como: El pensamiento, el cual conduce al movimiento y la acción, las reacciones, que desempeñe una acción hasta que algo suceda que provoque una acción distinta.

Lo importante para cualquier animador es planificar la expresividad, los movimientos y emociones del personaje a los momentos claves del diálogo. Sin embargo, de enfrentarse a una escena carente de diálogo, es trabajo del actor/animador saber cómo dar forma y establecer los tiempos justos al movimiento con el fin de obtener la respuesta que busca del público.

Actuación creíble.

Lograr que el público se involucre con el personaje requiere una compresión del carácter del personaje y el uso de los sentimientos con el que todos están familiarizados. Aquello no significa necesariamente el uso de emociones simpáticas como la felicidad o la tristeza. También se puede crear sentimientos de ira, shock o repulsión. Aquí es donde una buena actuación entra en juego, donde el animador debe identificar las acciones adecuadas que transmitan la emoción deseada.

La expresividad y el lenguaje corporal fue un componente muy trabajado en grandes producciones clásicas, lograr un movimiento refinado, directo y expresivo fue un desafío para los animadores de la época. En los años 30 hubo grandes casos de bailarines que se utilizaron como referencias para algunos personajes, un ejemplo de ello es la modelo de Blancanieves fue Marge Champion, y se puede ver su gracia de ballet en la postura y los gestos del personaje. La misma Marge recuerda las largas sesiones de trabajo con el equipo “Eran larguísimas sesiones en las que tenía que moverme muy despacio para que pudieran dibujarme todos los movimientos”

Capturando el movimiento

Actualmente, gracias a la combinación de potentes ordenadores y cámaras es posible capturar el movimiento de las personas, en las industrias de los efectos visuales es cada vez más recurrente utilizar MOCAP (capturador de movimientos) donde el actor o intérprete viste unos trajes especiales, adaptables al cuerpo humano donde un potenciómetro proporciona un registro continuo del movimiento de las articulaciones del traje. Pero, incluso con mejoras como esta en la animación puede ocurrir que un movimiento del personaje no coincida exactamente con el desempeño del actor, hasta en los mínimos detalles. Si lo fuera, entonces muchas de las películas de animación que vemos hoy podrían hacer uso del MOCAP, pero no lo hacen.

Finalmente, volviendo a nuestro tema principal: Actuación es Animación. Un buen actor no inventa su actuación, la descubre, utilizar expresiones faciales sutiles y el lenguaje corporal puede transmitir mucho más que el lenguaje hablado, será el animador quien enfrente el desafío de poner la experiencia en su animación, manteniendo los principios del movimiento, no es fácil, pero valdrá la pena el resultado.