Ecología y cambio climático en la escuela para una cultura ciudadana

La influencia antropogénica está teniendo consecuencias profundas y diversas para los ecosistemas y su biodiversidad (Chapin III et al. 2000).

Existe consenso científico en que el cambio climático es un hecho inequívoco, causado por la acción del hombre, detonado a través de sus excesivas emisiones de gases de efecto invernadero (Nagelkerken & Connell 2015). Factores de estrés globales, como el calentamiento y la acidificación de los océanos, rápidamente han llegado a constituir un problema significativo para los seres vivos, el funcionamiento de los ecosistemas y los servicios que prestan (Halpern et al. 2008).

Chile es un país altamente vulnerable al cambio climático, cumpliendo con siete de las nueve características enunciadas por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Posee áreas costeras de baja altura; zonas áridas y semiáridas; zonas de bosques; territorio susceptible a desastres naturales; áreas propensas a sequía y desertificación; zonas urbanas con problemas de contaminación atmosférica; y ecosistemas montañosos. Las amenazas resultan de las numerosas actividades de quienes utilizan estos espacios sin considerar adecuadamente el ritmo que los sistemas naturales requieren para asegurar la vida de las distintas especies que lo habitan.

Una correcta educación ambiental

A partir del cuestionamiento del rol del ser humano en la conservación y degradación del entorno, la educación ambiental se configura como una de las necesidades más importantes de la formación ciudadana.

En la sexta reunión de la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (La Haya, 2002), se formaliza la puesta en marcha de un programa de trabajo que enfatiza la comunicación, educación, participación y conciencia pública (CEPA), con el fin de estimular e involucrar a las personas hacia la conservación de la biodiversidad y el uso sostenible de los recursos naturales.

En adición, en la Asamblea de las Naciones Unidas, Chile y otros países han reconocido que

“la educación para el desarrollo sostenible permite tomar las decisiones adecuadas para preservar a largo plazo el futuro de la economía, de la ecología y de la igualdad en todas las comunidades”.

Las propuestas nacionales que intentan enfrentar este complejo problema en el ámbito escolar, en la esfera pública y privada, tienden a entender la educación y acción sobre la biodiversidad como una temática vinculada a “lo verde”, a la “construcción de parques” y a la relación de este tema con la investigación exclusivamente “biológica y científica” (CONAMA 2008). Cuando se estudian contenidos ambientales en la enseñanza primaria y secundaria, no suelen abordarse conceptos, principios y procedimientos disciplinares-científicos pertinentes a este quehacer. La enseñanza se suele restringir más bien a la discusión que entablan docente y alumnos desde sus referentes cotidianos, sin que necesariamente se produzcan rectificaciones, jerarquizaciones o ampliaciones conceptuales de las ideas previas (Bernudez & De Longhi 2008). Con ello, queda excluida toda referencia a la necesidad del ser humano de observar y regular sus pautas de consumo o su valoración de la diversidad en la naturaleza.

Pilares de la educación ambiental

Hoy en día, existen pocas propuestas académicas que se hagan cargo de esta temática y que propongan estrategias para abordar este tipo de problema, presentando planes sólidos, claros y atingentes en la comprensión de los procesos de pérdida de biodiversidad.

En este contexto y considerando el desarrollo de estrategias que vinculen Ecología, conservación y educación, la Facultad de Ciencias de la Universidad Santo Tomás, pone a disposición de la comunidad educativa hace tres años el curso-taller «Ecología y cambio climático en la escuela para una cultura ciudadana», un programa que actualiza el conocimiento y manejo de conceptos y herramientas que permitan a los docentes enseñar y valorizar procesos ecológicos y problemáticas vinculadas a la conservación de la biodiversidad.

Los conceptos y principios de ecología constituyen pilares esenciales de la educación ambiental, tanto por los contenidos como por la forma de abordarlos (Manzanal & Jiménez 1995). La Ecología, como ciencia empírica, debe tratar el carácter provisional de sus hipótesis en los niveles educativo y profesional, y una herramienta poderosa para hacerlo es el pensamiento crítico: un conjunto de herramientas analíticas que evalúan la coherencia lógica de los argumentos y su correspondencia con evidencia objetiva (González del Solar & Marone 2001).

El proceso de investigación es un medio de abordar e investigar las preguntas de “primera mano”, para luego reflexionar respecto a las implicancias de los resultados en un universo más amplio (Feisinger et al. 1997). Aunque el contenido científico formal abordado sea reducido, el proceso de investigación realizado en entornos “al aire libre” conducirá inevitablemente al aprendizaje de conceptos fundamentales en ecología básica y aplicada.

 

Referencias

Bermudez G, De Longhi AL. 2008. La educación ambiental y la ecología como ciencia. Una discusión necesaria para la enseñanza. Revista Electrónica de Enseñanza de las Ciencias 7:275-297.

Chapin III FS, Zavaleta ES, Eviner VT, Naylor RL, Vitousek PM, Reynolds HL, Hooper DU, Lavorel S, Sala OE, Hobbie SE, Mack MC & Sandra D. 2000. Consequences of changing biodiversity. Nature 405:234–241.

CONAMA, 2008. Biodiversidad de Chile, Patrimonio y Desafíos, Ocho Libros Editores (Santiago de Chile), 640 pp.

Feisinger P, Margutti L, Oviedo RD. 1997. School yards and nature trails: ecology education outside the university.

González del Solar R, Marone L. 2001. The “freezing of science: consequences of the dogmatic teaching of ecology. BioScience 51:683-686.

Halpern BS, Walbridge S, Selkoe KA, et al. 2008. A global map of human impact on marine ecosystems. Science 319:948-952.

Manzanal RF, Jiménez MC. 1995. La enseñanza de la ecología. Un objetivo de la educación ambiental. Enseñanza de las ciencias: revista de investigación y experiencias didácticas 13:295-311.

Nagelkerken I & Connell SD. 2015. Global alteration of ocean ecosystem functioning due to increasing human CO2 emissions. PNAS 112:13271-13277.