Día Mundial de la lucha contra el SIDA: “Cada persona cuenta”

Bajo este lema, el 1 de diciembre la Organización Mundial de la Salud hace un llamado a abogar por el acceso universal a servicios de salud, medicamentos seguros y eficaces, medios diagnósticos y productos básicos que garanticen protección frente a los riesgos.

En nuestro país han disminuido las muertes por SIDA y los casos de nuevas infecciones, mientras que ha aumentado el número de personas con viven con VIH; ya que gracias a la accesibilidad de la terapia antiretroviral, prolongan su vida sin llegar a la etapa terminal. Sí tenemos un desalentador número de personas que no saben que son portadoras del virus, por tanto el énfasis de esta campaña se orienta también a incentivar el diagnóstico voluntario para esta enfermedad.

Según el Ministerio de Salud, el grupo más afectado son los adultos 20 a 49 años, con predominio en varones, 60% de casos es homobisexualidad. Otros Centros de control de VIH refieren que en los últimos años hay un aumento en la tasa de jóvenes 15 a 19 años. Según regiones, entre las de mayores tasas están Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Valparaíso y Metropolitana.

El Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) infecta y destruye las células CD4 (un tipo de glóbulo blanco) del sistema inmunitario, bloqueando la inmunidad del paciente y provocando un deterioro de las defensas del organismo, produciendo inmunodeficiencia. La etapa inicial es asintomática, de manera posterior al aumentar la carga viral se produce una etapa donde el sistema inmunológico deja de cumplir su función contra infecciones y enfermedades, inicialmente con enfermedades respiratorias y digestivas. Una etapa más avanzada de la infección por VIH se conoce como Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), donde la persona podrá adquirir muchas enfermedades oportunistas que invaden el organismo; lo más frecuente, es el cáncer asociado a VIH, sarcomas, linfomas y, sin el correcto tratamiento, la infección por VIH causa la muerte del paciente.

El VIH se transmite por el intercambio de fluidos corporales de alto riesgo, siendo la principal vía de transmisión las relaciones sexuales sin uso de preservativos (condón). En muy bajo porcentaje, también se transmite por la transfusión de sangre contaminada o el uso compartido de agujas u otros instrumentos y lo que se llama vía de exposición vertical: de la madre al hijo durante el embarazo, el parto y la lactancia.

El diagnóstico de VIH se realiza mediante una muestra de sangre bajo consentimiento, que busca presencia o ausencia de anticuerpos contra el virus (test ELISA). Una vez diagnosticado el paciente, existen tratamientos que ayudan a mantener el recuento de CD4 alto, impidiendo que el virus se reproduzca y evitando el desenlace final con la etapa SIDA. Con amplia evidencia se demuestra que esta terapia antirretroviral favorece la enfermedad, mejora la calidad y expectativa de vida de los pacientes y disminuye las probabilidades de contagio al reducir la carga viral en el organismo. De aquí la importancia de un diagnóstico temprano e inicio inmediato de la terapia.

El primer caso notificado en un varón fue en 1984, y en una mujer al año siguiente. Según lo que se notifica como datos Patología GES (N18), existirían más de 30.000 personas diagnosticadas con VIH en Chile, y 24.000 personas estarían recibiendo tratamiento. Esta cobertura de acceso y financiamiento que está activa desde el año 2005 se otorga cuando la persona cumple requisitos en relación al conteo de linfocitos CD4. Dentro de esta atención recibe tratamiento y exámenes de control, incluyendo la cobertura de prevención de transmisión vertical.

Las conductas sexuales inseguras son de alta prevalencia y hacen necesarias estrategias de prevención y control. En las intervenciones entregadas por un equipo multidisciplinario, es necesario abordar si el paciente portador de VIH ha informado a su pareja o tiene nuevas parejas, evaluar conductas de riesgo, uso de alcohol o drogas y consejería en el uso de condón.

Recuerda:

  • Usar condón durante relaciones sexuales reduce el riesgo de contraer diferentes enfermedades de transmisión sexual, no solo VIH, también Hepatitis B.
  • Las jeringas o máquinas de afeitar son siempre de uso individual y desechable.
  • Opta por tatuajes y perforaciones en lugares autorizados y asegúrate que todo el material esté nuevo o esterilizado.
  • Promover la educación sexual en las y los jóvenes, ampliar la cobertura y calidad de atención en salud sexual, el acceso a los preservativos y fomentar la inclusión del trabajo con la diversidad sexual de forma efectiva, nos ayudan a prevenir el VIH.