Diabetes: la enfermedad crónica que afecta al 10% de los chilenos
Nuestro país tiene una alta prevalencia en Sudamérica: 1 de cada 10 adultos es diabético, mientras otros no saben que tienen la enfermedad. Según la Encuesta Nacional de Salud, de quienes la tienen, solo el 50% acepta o sigue su tratamiento. Asimismo, en nuestros niños, 1 de cada 4 es obeso, aumentando en siete veces el riesgo de presentar Diabetes a corto plazo.
La Diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. La insulina es una hormona que regula la glucosa en la sangre. En la diabetes tipo 1 (insulinodependiente) existe una producción deficiente de insulina y requiere la administración diaria de esta hormona (mayor carga hereditaria). En la diabetes tipo 2 existe una utilización ineficaz de la insulina, y se asocia a un peso corporal excesivo y sedentarismo.
Entre sus signos y síntomas podemos mencionar la poliuria (excreción abundante de orina), la polidipsia (sed) y la polifagia (hambre frecuente). La diabetes no controlada con una hiperglicemia mantenida, a largo plazo puede dañar el corazón, los vasos sanguíneos, ojos, riñones y nervios.
La diabetes se encuentra entre las principales causas de Insuficiencia Renal Crónica, así como también los adultos con diabetes tienen mayor riesgo de Infarto al Miocardio y Accidente Cerebro Vascular. La Retinopatía Diabética es una causa de ceguera; secundario al daño de los vasos sanguíneos de la retina. La Neuropatía Periférica (de los pies), junto con una disminución de la reducción del flujo sanguíneo aumenta el riesgo de úlceras en los pies, infección y amputación.
Ante este escenario, la prevención es fundamental. Está demostrado que medidas simples relacionadas con mejorar el estilo de vida saludable son eficaces para prevenir la diabetes tipo 2 o retrasar su aparición. Por eso, le recomendamos alcanzar y mantener un peso corporal saludable con estos consejos:
- Realizar ejercicio físico: al menos 30 minutos de actividad regular de intensidad moderada, 3 a 4 veces por semana.
- Mantener una dieta saludable, que evite el azúcar, las grasas saturadas y los alimentos ricos en hidratos de carbono, como papas, arroz, masas, pastas, plátano, uva y betarraga.