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Con entretenidas actividades tomasinos celebraron Fiestas PatriasEstudiantes relatan sus experiencias trabajando en equipo multidisciplinario del CAP de Santo Tomás Viña del Mar
Alumnos practicantes de Psicología, Fonoaudiología y Educación Diferencial se manifiestan conformes al desempeñarse junto a representantes de otras carreras en el Equipo de Salud Mental Comunitaria.
Que un estudiante desee que su práctica profesional no termine suena raro, pero eso es lo que quieren varios integrantes del Equipo de Salud Mental Comunitaria del Centro de Atención Profesional (CAP) de Santo Tomás Viña del Mar. Cinco alumnos y un egresado de Psicología, una de Fonoaudiología y una de Educación Diferencial integran este grupo multidisciplinario que en menos de dos meses ha consolidado una forma de trabajo que responde plenamente a los objetivos planteados cuando se generó esta idea.
Hoy, todos señalan estar conformes con la metodología que les permite no solo derivar a los pacientes a otras áreas cuando es necesario, sino también generar reuniones ampliadas en las que discuten casos y aportan ideas desde su respectiva disciplina.
María José Yubano, alumna de Psicología, explica la dinámica de este equipo: “por ejemplo, si atendemos un niño con dificultades de aprendizaje, lo derivamos a la educadora diferencial. La idea es hacer un trabajo integral”. Roxana Espinoza, de Educación Diferencial, agrega que “si un niño tiene falta de motivación o baja autoestima, puedo derivárselo a ellos”. Y Daniela Fuentes, de Fonoaudiología, comenta que “al CAP llegan niños con problemas de lenguaje y habla. La derivación a Psicología se da principalmente en tartamudez, y a Educación Diferencial se hace cuando tenemos niños con problemas de aprendizaje o problemas de lectoescritura”.
Estudiantes y titulados de Psicología
El “descubrimiento” de nuevas disciplinas se da también entre los estudiantes de Psicología, ya que hay representantes tanto del área clínica como del área comunitaria. Lorena San Martín explica que “Kimberly Casanova y yo somos comunitarias, entonces nos hemos alejamos un poco del área clínica, pero gracias a este equipo hemos aprendido bastante, sumar la mirada clínica a la social-comunitaria nos ha servido harto. Y a ellos también les ha pasado, han tenido experiencias en terreno, saliendo dela zona de confort que es el box, y ven la realidad de lo que viven las personas. Eso nos va nutriendo cada día más”.
Para ampliar la diversidad de este grupo, se cuenta también con la presencia de un titulado de Psicología. Se trata de Sebastián Rojas, quien decidió sumarse a esta iniciativa debido a que “es algo que yo no tuve la oportunidad ni siquiera de observar en todo mi periodo de formación. Tuve que esperar a llegar a la práctica para recién entender cómo dialogaba un profesional con otro, que es algo muy complejo”.
Nueva forma de trabajo
No solo el trabajo multidisciplinario marca la diferencia en este equipo, sino que al ingresar al CAP todos se han encontrado con una carga laboral distinta a la que conocían en prácticas anteriores. Algunos confiesan que les costó organizarse, pero aseguran que ya lograron coordinarse.
Adolfo Ibinarriaga, de Psicología, cuenta que “antes tuvimos dos semestres que podrían llamarse de preparación, pero veíamos uno o dos casos por semestre y acompañados de un profesor guía. Teníamos esa experiencia, pero la diferencia es que ahora los casos son más diversos y numerosos. Pasar a 12 casos es mucho para lo que estamos acostumbrados”.
Roxana Espinoza dice que, en su caso, siempre trabajó en colegios “y básicamente tomaba cuatro niños a los que sacaba de clases a cierta hora y listo. Ahora trabajo con 11”. Daniela Fuentes recuerda que “en el primer semestre estuve en el Hospital de Rancagua y era todo muy diferente. Veíamos a una persona, en el momento hablábamos con el kinesiólogo y el médico, resolvíamos dudas y atendíamos. Ahora no nos preocupamos solo de la persona, sino también de sus familias, de sus colegios, es todo más integral”.
Mirada multidisciplinaria en el CAP
Y aunque hoy todos se declaran conformes, reconocen también los temores iniciales en torno a trabajar con representantes de otras disciplinas. Kimberly Casanova, por ejemplo, señala que “igual desconocíamos como era el trabajo multidisciplinario, no en muchos lugares se da que trabajen todos juntos, esta es una experiencia nueva y además con un grupo nuevo. Acá aprendemos todos juntos”.
Daniela Fuentes agrega que “es primera vez que trabajo así. No sé si es por los compañeros, pero no me ha costado tanto. Antes venían dos alumnas de Fonoaudiología al CAP y ahora solo vine yo, no sabía cómo organizarme, pero ya me acostumbré”. María José Yubano sostiene que “ha sido bastante fácil y rápido. Estamos todos en red y siempre nos acercamos cuando surge alguna dificultad. Hay retroalimentación”, mientras que Lorena San Martín añade que “lo rico que tiene el equipo es que si a María José le surge alguna duda, se contacta con las chicas de Fonoaudiología o Educación Diferencial y ellas van dando guías o tips para tratar a los pacientes. Nos reunimos, hablamos de los casos, ellas nos aclaran algunos puntos y viceversa”.
Sebastián Rojas, como ya egresado de Psicología, sostiene que otro aspecto positivo de este equipo es que no existen celos profesionales. “No, no hay problemas de ego. Eso pasa quizás en trabajadores con muchos años de recorrido, que empiezan a defender su profesión, pero yo conocí este mundo con profesionales jóvenes, todos estaban aprendiendo de todos”, indica.
Finalmente, la coordinadora del CAP Santo Tomás Viña del Mar, Maite Sánchez, opina que “este trabajo se ha dado mucho mejor de lo que yo esperaba. Ellos representan todo lo que visualizaba, porque yo venía trabajando desde el semestre pesado dándole forma a esto, pero después todo surgió espontáneo por la capacidad e interés de ellos. Los veo como jóvenes aún, pero los respeto como futuros profesionales, yo confío en ellos desde mi cargo coordinador. Este equipo hace las cosas bien, nada es al azar”.