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Académico UST lanza libro que analiza los tipos de racionalidades de las universidades contemporáneas
El Director del Centro de Estudios Tomistas presentó su obra “Universidad (pos) moderna y racionalidad práctica”, la cual fue comentada por Carlos Peña, Rector de la UDP, y Virginia Garretón, Directora de ICM.
Con el fin de exponer en profundidad un análisis crítico sobre la situación actual de las universidades, se realizó el lanzamiento del libro “Universidad (pos) moderna y racionalidad práctica” del académico, doctor en Filosofía y Director del Centro de Estudios Tomistas de la Universidad Santo Tomás, Ignacio Serrano.
“Cuando comencé a escribir pensé en quién podría leerlo. Es una paradoja, porque es un libro que se atreve a criticar la universidad, pero desde adentro. Esto lo hago justamente porque Santo Tomás me dio la posibilidad, algo que agradezco mucho”, mencionó Serrano, destacando el apoyo de la Editorial de la Universidad Santo Tomás para la publicación de su obra.
Ediciones UST
Desde su creación en 2013, la Editorial UST ha convocado a académicos para que presenten libros disciplinares en sus áreas de especialidad, logrando un total de 36 publicaciones hasta la fecha. De acuerdo a esto, el Vicerrector de Investigación y Postgrado UST, Exequiel González, se refirió a la relevancia institucional de estas acciones.
“Ahora estos ejemplares están a disposición de los estudiantes en forma digital en nuestras 14 sedes a nivel nacional. Además, este año hemos iniciado una nueva línea editorial en la que invitamos a los académicos a publicar textos que sean usados directamente en las asignaturas”, comentó Exequiel González.
El encuentro contó también con la presencia de autoridades de la Universidad Santo Tomas (UST), entre ellos, el Rector Nacional Jaime Vatter; el Vicerrector Académico, Sebastián Rodríguez, y el Rector de la sede Santiago, Rolando Kelly.
Las implicancias de la racionalidad práctica
El volumen escrito por Ignacio Serrano intenta dilucidar el tipo de racionalidad que subyace a la universidad
contemporánea. Por ello, caracteriza cuatro estilos culturales que se ciernen a los establecimientos de educación superior y que son pertinentes a la realidad chilena.
Serrano explora la universidad burocratizada, que es la institución hechizada por las políticas públicas, siempre fiel a las directrices estatales; la economicista, que está seducida por las exigencias del mercado laboral; la academicista, que se ensimisma en las manos del académico, atendiendo solo sus preocupaciones disciplinarias, y la crítica, que acata los ideales y, muchas veces, sus obsesiones ideológicas descontextualizadas.
En la jornada, el texto fue comentado también por Carlos Peña, Rector de la Universidad Diego Portales (UDP), y Virginia Garretón, Directora de Iniciativa Científica Milenio (ICM) del Ministerio de Economía.
“El profesor sugiere un remedio para los males de estos estilos de vida universitaria a través de la reivindicación de la razón práctica. En la literatura, la racionalidad práctica responde a la pregunta ¿cómo debemos comportarnos nosotros en el mundo? Si entendemos el sentido de nuestro quehacer, cerciorándonos que día a día estamos siendo fieles a este, los males se irán”, aseguró Peña.
Sin embargo, el comentarista y Rector UDP, agregó dos dificultades con respecto a la conclusión realizada por el autor. “Este planteamiento me parece muy seductor desde el punto de vista filosófico, pero me pregunto si tiene plausibilidad desde el punto de vista sociológico. Además, ¿acaso el mundo retratado no tiene una virtud, propia de las sociedades heterogéneas y diversas?”, cuestionó.
Por su parte, Virginia Garretón añadió que “la racionalidad práctica se traduce en preguntarse cuál es el sentido de lo que estamos haciendo y eso, para los que trabajamos en el Estado, es algo que no ocurre”. Asimismo, la Directora de Iniciativa Científica Milenio, agregó que “finalmente normalizamos todo, convirtiendo a lo que nos rodea en un promedio, siendo que, por ejemplo, las universidades necesitan a los que se salen de la normalidad para ser las mejores. El costo de esta normalización es que nos vamos mediocrizando”.
Lecciones para la universidad contemporánea
Otro de los puntos que se discutieron en la jornada fue la relevancia que tienen las investigaciones académicas, las acreditaciones universitarias y las evaluaciones docentes en un mundo diverso donde todo se categoriza de igual manera.
“La pregunta era en qué medida estos elementos contribuyen o no a la misión de la universidad, y eso sugiere otra pregunta: ¿se tiene clara la misión? Suele pasar que aquí hay dos posturas antagónicas: volver a una universidad del saber o quedarse con una que está completamente fragmentada. Mi interrogante era si había un camino intermedio”, complementó su autor.
Por otro lado, Serrano concluyó que “las universidades han cambiado mucho en el último tiempo; con la masificación de los estudiantes ahora entran personas con menos competencias, de las cuales las instituciones tienen que hacerse cargo. Esto lo hacen desdibujando el sentido por el que fueron creadas, permitiendo que ciertas carreras ayuden en la movilidad social, por ejemplo. Lo otro, es que debido a que quieren cumplir con algunos propósitos las instituciones se vuelven cada vez más específicas”.