Docente e investigador internacional es parte de los académicos del diplomado en Reproducción Equina de la escuela de Medicina Veterinaria de la UST Talca, contando además con una extensa trayectoria en uso de biotecnologías para preservar ciertos especímenes de caballos.

Una apretada agenda cumplió en doctor Marcelo Miragaya en la Universidad Santo Tomás Talca, ya que no solo dictó uno de los módulos del diplomado en Reproducción Equina, sino también dio una clase magistral a los estudiantes de la Escuela de Medicina Veterinaria sobre Biotecnología Reproductiva de la Yegua y el Semental.

Marcelo Miragaya es Ph.D. in Animal Physiology de la Universidad de Idaho, USA, Master of science in Veterinary Science de la misma casa de estudios; Médico Veterinario de la Universidad de Buenos Aires; académico invitado en programas de postgrado en Estados Unidos, perú, Colombia, España y Chile y autor de numerosas publicaciones científicas y libros de la especialidad.

Después de realizar sus estudios de postgrado regresó a la Universidad de Buenos Aires donde es académico y dirige un postgrado. Actualmente se dedica a la reproducción de animales domésticos y en particular realiza investigación en equinos y camélidos sudamericanos.

La clonación de equinos

¿En qué consiste la clonación de equinos?

“Cuando estuve trabajando en USA, empezamos con un proyecto de clonación en mulas. La zona del noroeste de Estados Unidos es muy común que las mulas corran, hay hasta hipódromos donde lo hacen. Uno de esos propietarios quería clonarlas y ahí se inició el proyecto en 1998. Fue un proyecto difícil porque no había antecedentes en esas especies y finalmente en 2003 nace la primera mula clonada y nacen dos más y después estas mulas corren en competencias y ganan. O sea eran animales normales, pero como son híbridos partían de células embrionarias. Cuando volví a Argentina empezamos con el doctor Losinno otro proyecto para ver si podíamos clonar en Argentina. Coordinamos tres grupos de trabajos y pudimos conseguir la clonación de la primera yegua de polo. Fuimos los pioneros, pero costó un tiempo adaptar las biotecnologías para hacerlo masivo. Actualmente se hacen entre 70 y 100 clones por año en Argentina”.

¿Qué utilidad podría tener la clonación en Chile?

“La misma que tiene allá, el problema es que muchas veces hay que ir cambiando conceptos y haciendo entender qué potencial tiene esto. Con células somáticas que se pueden preservar y congelar en un momento determinado se puede hacer aparecer de nuevo cualquier ejemplar, es perpetuar ese mismo animal, algo impensado hace algún tiempo. Si la clonación todavía no está en la mente de la gente, lo primero es preservar células somáticas, congelarlas y tenerlas guardadas”.

¿En qué estado se encuentra el tema de clonación en Chile?

“En realidad sé que es incipiente porque gran parte del problema son los registros genealógicos. Cuesta mucho hacerles entender a las asociaciones qué beneficios tienen estas técnicas como por ejemplo recuperar padrillos antiguos que se han utilizado y poder tener esas células es factible. Ahora debemos hacer la conciencia de guardar material genético en forma de células que es una biopsia de piel muy sencilla. Mucha gente que hace polo en Chile conoce de esto”.

Ventajas de la clonación 

¿Cuáles son los principales hitos que ha tenido su trabajo respecto de la clonación?

“Fuimos los primeros en hacer los primeros nacidos de animales grandes, hasta ese momento se había clonado la oveja Dolly. Lo que es más difícil de entender es cómo una célula somática se puede reprogramar y hacer célula embrionaria. La biología decía que las células una vez que se diferencian no vuelven atrás y tuvimos que tachar capítulos de biología reproductiva porque no es verdad. Una vez me llamaron por un caballo que había muerto hace 48 horas y estaba enterrado, pedí que mandaran muestras internas para que no se contaminaran pero no les podía asegurar nada. Con eso pude hacer una línea celular que no yo sabía que era factible”.

¿Qué se viene a futuro con la clonación en equinos?

“Creo que en Polo que tiene registros abiertos va a seguir aumentando cada vez más. Esto se orienta principalmente a los animales deportivos y sobre todo a esas yeguas de elite, el poder clonarlas abre el espectro de posibilidades”.

¿Existen regulaciones en este trabajo de clonar?

“Hay regulaciones y cada vez es más alto el porcentaje de nacimientos normales sin ningún inconveniente. Ahora se está mejorando la técnica porque se están utilizando células madre también. Las regulaciones las determina la asociación y acepta en hembras todas las que se puedan diferenciar, ya que si bien genéticamente el ADN es el mismo, el ADN que está en el citoplasma que viene del ovocito de la yegua receptora, esas mitocondrias tienen un ADN que es propio y lo hace diferente de las otras”.

¿Qué mensaje les podría dar a los estudiantes y médicos veterinarios?

“Creo que el mensaje es estimularlos a que todos sigan lo que se llama educación continuada, que sigan estando actualizados en la temática. Lo bueno es volver a las universidades y seguir formándose, no hay edad para esto. Cuando me fui a USA lo hice con mi familia y me di cuenta que la capacitación no solo se puede hacer cuando uno es joven, la puedes hacer en cualquier momento y hay que estar al día con todas las nuevas tecnologías”.