Cuidados para el pie diabético
La diabetes mellitus es una alteración metabólica crónica asociada la elevación de los índices glicémicos por sobre los valores normales, cuando estos valores permanecen elevados en la proyección del tiempo, es cuando se denomina hiperglicemia, estas son las que se manifestaran en el organismo mediante alteraciones crónicas en nuestros pacientes Diabéticos y entre ellas una de las complicaciones conocidas como Pie Diabético.
Esta complicación, es consecuencia de alteraciones a nervios periféricos, lo que ocasiona daños a nivel sensitivo, autonómico y motor. Dichas alteraciones se ven reflejadas en los cambios evidentes en la estructura del pie, por lo que es frecuente escuchar que los pacientes comentan en atenciones que sus “dedos están doblados” lo que podológicamente lo asociamos a alteraciones dactilares cuya flexión falángica e interfalangicas produce lesiones dermatológicas por fricción, como por ejemplo las “bursitis dorsales” que provocan dolor a la presión directa, así como se producen alteraciones dactilares, en la estructura propia del pie, encontramos caída del arco longitudinal interno, el cual es diagnosticado como pie plano longitudinal, dada a la fatiga muscular o descenso de estructura arquitectónica ósea, o produciendo lo contrario, una elevación del arco longitudinal interno, a raíz de estas alteraciones de origen motora, que produzca un pie cavo.
Cualquier cambio, en la estructura del pie, provocara, los denominados “conflictos de espacio”, ocasionando lesiones que por consecuencia de desarrollar como efecto cadena. A nivel autonómico, se pierde la calidad de la piel, en palabras sencillas, la piel esta visiblemente deshidratada, lo que conducirá a formación o aparición de grietas superficiales que son puerta de entrada a agentes infecciosos que puedan concomitar en la región, favoreciendo infecciones, micoticas (hongos) o bacterianas a nivel plantar o interdigital (Entre los dedos).
Es por esta razón, que los pacientes Diabéticos, cuyo diagnóstico ya sabemos es de carácter crónico, se recomienda que siga las indicaciones de su médico tratante, ya sea a nivel farmacológico, con el correcto y adecuado uso de su hipoglicemiantes según corresponda; en cuanto a alimentación, el cuidado se basa en la ingesta controlada de carbohidratos, con seguimiento e indicaciones entregados por su nutricionista, en algunos casos se considera no superior a 180 gr de hidratos de carbono, pero como todo paciente tiene una recepción única, se debe hacer hincapié, que todas las medidas son personalizadas y requiere de seguimiento con los profesionales multidisciplinarios que participan del programa cardiovascular enfocado en pacientes diabéticos.
En el área podológica, los cuidados del pie, en un paciente Diabético, son de gran relevancia, ya que sabemos que las estadísticas de amputaciones de origen traumático, corresponden a un 80% por accidentes de origen casero, esto es, golpes, caídas, corte incorrecto de láminas ungueales (uñas), por nombrar algunos.
El cuidado que se indica en cada consulta podológica, está dirigido a evitar lesiones dermatológicas por fricción debido a la preexistencia de alteraciones pedicas como Hallux valgus (“juanete”), dedos garra (entre ellos, total, distal, proximal, invertido, acabalados), y para ello, se recomienda el uso de un calzado holgado, cuya puntera permita el movimiento de cada radio ( dedo) en su interior. El contrafuerte (zona del talón) debe ser reforzado, flexible e idealmente sin costura, esto con el objeto de dar estabilidad a la articulación tibio-astragalina (tobillo) al momento de la marcha. Cuidar que el calzado sea flexible, idealmente de cuero, con la menos cantidad de costura en su interior, verificar si la plantilla que se encuentra en el calzado es desmontable (esto permite poder retirarla y mejorar ventilación y secado).
De la higiene diaria, es importante señalar, que la sensibilidad táctil de los pacientes eventualmente se ve alterada, de manera que se recomienda, que se verifique la temperatura antes de realizar un lavado cotidiano. El uso de químicos es preferible evitar, por lo que se recomienda jabón neutro o de glicerina. Del secado es importante destacar, que el uso de toalla personal y exclusiva para el pie debe ser uno de los hábitos que se deben incorporar para evitar contagio de infecciones, así como la desinfección de superficies, uso de sandalias o zapatillas para ducha.
Con un buen secado, el consejo siguiente, estará enfocado entonces a la hidratación. Esta es recomendable, se utilice vaselina sólida, solo en cara plantar y dorsal, evitando aplicar en zonas interdigitales (entre los dedos). No se recomienda hacer masajes, debido a que por lo general, los pacientes diabéticos tienen asociados, alteraciones a nivel vascular.
En cuanto a calcetines, el uso se orienta básicamente a las fibras de Bambú o de cobre, cuyo efecto está comprobado que colabora con estimulación a la circulación periférica, o como agente antibacteriano y antimicóticos, minimizando las posibilidades de contagio, debido a que estas fibras tienen la capacidad de regular la temperatura, evitando la humedad, el cual es el principal ambiente para el desarrollo de estos agentes infecciosos que desencadenas lesiones en el pie y a nivel ungueal (uñas).
La prevención en autocuidado de nuestros pacientes, es fundamental para evitar lesiones que terminen de una manera que perjudique la calidad de vida de cada persona con diagnóstico de diabetes. Tener una buena calidad de vida, es una responsabilidad compartida, en la que profesionales del área de salud, brindan atención efectiva, indicaciones de cuidado, y por otro lado se requiere del compromiso del paciente, cuyos resultados son absolutamente positivos y se puede reducir los riesgos de lesiones traumáticas conducentes a amputación, indicadores que están muy en alza, y que con la responsabilidad y difusión de medidas preventivas que enfoquen la promoción en salud, es vital para que Chile y nuestra región, disminuya las consultas por motivo traumático.
La invitación es a realizar medidas de autocuidado y prevención de lesiones en pie, reforzando los sencillos consejos que se entregaron. Se recomienda que visite a su médico y equipo de profesionales para que lo guíen en los cuidados asociados a la Diabetes mellitus, y acudir a podólogos calificados para la atención especializada en esta área.