Techos curriculares en Educación Parvularia
El título contrasta con nuestras Bases Curriculares, entendidas como cimientos desde donde se parte. Surge entonces la pregunta ¿Por qué en la práctica pedagógica se imponen techos al aprendizaje? A veces se actúa como si las niñas y niños de hoy fueran los mismos de 2018, sin considerar los cambios sociales y culturales. Aunque no es generalizado, muchas prácticas siguen siendo tradicionales, disfrazadas de innovación, pero sin una transformación real. Algunas educadoras continúan usando los mismos recursos y canciones de hace décadas, pese a contar con documentos técnicos que promueven la reflexión y mejora.
Las Bases Curriculares se sustentan en principios como el enfoque de derechos y la inclusión, alineados con las políticas públicas actuales. Implementarlos ha sido desafiante y requiere compromiso de todos los actores educativos. Aunque algunas instituciones lo han logrado, su masificación se ve limitada por factores como la diversidad de niños, falta de recursos, espacios inadecuados, sobrecarga laboral y escaso tiempo. Sin embargo, es necesario preguntarse cómo permitir que las y los niños superen esos techos impuestos por condiciones externas. Como especialistas, debemos asumir la responsabilidad de actualizar nuestras prácticas pedagógicas. Nuestros conocimientos, motivaciones y experiencias personales influyen directamente en ello.
Las Bases Curriculares destacan los principios de potenciación y significado. Potenciar implica incrementar lo que ya existe: los niños ya interactúan con su entorno, y nuestra labor es fortalecer esos aprendizajes, transmitiéndoles confianza en sus capacidades. ¿Cómo lograrlo? No hay una fórmula única, pero sí caminos posibles: abrirse al cambio, integrar pedagogías activas, proponer desafíos significativos y crear entornos emocionales y materiales adecuados. A mi parecer, el aprendizaje significativo tiene dos dimensiones inseparables: emocional (que el párvulo disfrute) y cognitiva (que relacione lo nuevo con lo que ya sabe). Lo esencial es mediar con preguntas que inviten a establecer relaciones y resolver desafíos desde los primeros meses de vida. Evaluar el aprendizaje implica observar en la cotidianeidad si la niña/o aplica lo aprendido. Preguntas como “¿qué aprendiste?”, “¿cómo lo hiciste?” y “¿por qué es importante?” revelan si el aprendizaje tuvo sentido. La invitación es educarse en la pregunta, superando el clásico “¿qué te gustó más?”.
Esta responsabilidad no recae solo en la educadora. La Técnico en Educación Parvularia cumple un rol clave en el diseño y ejecución de experiencias educativas lúdicas, afectivas, exploratorias y desafiantes que promuevan la autonomía y el aprendizaje activo. Su formación le permite contribuir al cambio didáctico necesario para romper techos curriculares y favorecer aprendizajes significativos que preparen a los niños para su presente y futuro. Confiamos en ellas.