MÁS ALLÁ DE UN MES: EL LATIDO DE LA PREVENCIÓN EN LA SALUD PÚBLICA CHILENA

Septiembre, además de ser el comienzo de la primavera en esta parte del mundo, es el mes dedicado al corazón uno de los órganos más vitales para nuestra existencia.

Cada septiembre, el «Mes del Corazón» nos recuerda la importancia de cuidar nuestro motor de vida. Este 29 de septiembre, Día Mundial del Corazón, la consigna no es solo una celebración, sino un llamado a la acción. Este año, la conmemoración cobra un significado especial con la campaña del Día Mundial del Corazón 2025, bajo el lema «Usa tu corazón, conoce tu corazón». Esta frase no solo invita a la reflexión, sino que impulsa a las personas a tomar un rol activo en la protección de su salud cardiovascular, desafío global que afecta a todos, es un llamado a la empatía y al compromiso personal con la salud. Esto no solo se refiere a la responsabilidad individual de cuidarse, sino también al papel de los profesionales que con su vocación, se conectan con sus pacientes para guiarlos en un camino de bienestar.

En Chile, la lucha contra las enfermedades cardiovasculares es una prioridad de salud pública, y su éxito depende, en gran medida, del compromiso incansable de los profesionales de la salud. De hecho, el Programa de Salud Cardiovascular (PSCV), implementado a lo largo de todo el año, es la columna vertebral de esta estrategia, y en su núcleo se encuentra el trabajo de los profesionales de la salud, muy especialmente del profesional de enfermería.

Estas enfermedades son la principal causa de muerte a nivel mundial, una sombría realidad que se replica en nuestro país. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año, más de 17 millones de personas fallecen por esta causa en el mundo. En Chile, las cifras son igualmente alarmantes: el Ministerio de Salud (MINSAL) reporta que estas son responsables de cerca del 27% de todas las muertes, superando incluso a las muertes por cáncer. Estas enfermedades, lejos de ser inevitables, están intrínsecamente ligadas a factores de riesgo modificables como la hipertensión, el colesterol alto, la diabetes y el sedentarismo.

En este contexto la atención de las enfermedades cardiovasculares va más allá de los tratamientos de emergencia. Es en la prevención y el control crónico donde la figura del profesional de enfermería cobra gran relevancia, como la primera línea de la atención primaria, gestionando y ejecutando el Programa de Salud Cardiovascular y su  labor va más allá de la mera toma de datos y comprende la Aplicación del Examen de Medicina Preventiva, este profesional junto al equipo multidisciplinario son los encargados de la aplicación y seguimiento de este examen preventivo, herramienta clave para identificar a tiempo los factores de riesgo, pues la detección oportuna de la hipertensión o la diabetes, permite un control temprano y una reducción significativa de complicaciones futuras. Este seguimiento de pacientes crónicos es una tarea constante y vital, donde educar a la comunidad sobre la importancia de mantener cifras en rangos saludables salva vidas.

Por esto controlar y recordar que la Presión Arterial (PA) su valor normal es de menos de 120/80 mmHg.  Para la glicemia en ayunas sus valores deben ser inferiores a 100 mg/dL.  Y el colesterol debe mantenerse bajo 200 mg/dL, con énfasis en el control del colesterol LDL: un tipo de lipoproteína que transporta el colesterol a los tejidos del cuerpo, se le llama «colesterol malo» porque cuando hay un exceso, puede acumularse en las paredes de las arterias, formando placas.

Como profesionales al realizar educación y motivara nuestros pacientes, asegura que los pacientes tomen sus medicamentos y adopten estilos de vida saludables, promoviendo así la adherencia y el éxito a largo plazo del tratamiento y cuidados.

La prevención es la mejor inversión que se puede hacer. Al tomar el control de la salud cardiovascular, no solo se beneficia individualmente, sino que se contribuye a construir comunidades más sanas y fuertes.

Hoy es el momento ideal para empezar, empecemos con el corazón para comprometernos con nuestro bienestar, conozcámoslo para tomar las riendas de nuestra salud, pues la vida es un regalo, y el corazón es la fuerza que nos impulsa a vivirla plenamente.

Mg Cecilia González Otárola

Docente Carrera de Enfermería Sede La Serena

Fuentes Consultadas:

  1. Organización Mundial de la Salud (OMS).
  2. Ministerio de Salud de Chile (MINSAL).
  3. Organización Panamericana de la Salud (OPS).