Centro de Aprendizaje destaca compromiso y perseverancia de participantes en el Programa de Mentoring Inclusivo de sede Viña del Mar

  • Estudiantes acompañados y sus mentores fueron reconocidos en una ceremonia que puso fin al primer semestre 2025.

Como en cada cierre de semestre, el Centro de Aprendizaje de Santo Tomás Viña del Mar llevó a cabo la ceremonia de clausura del Programa de Mentoring Inclusivo. Esta iniciativa de acompañamiento entre pares convocó durante la primera parte de este 2025 a nueve estudiantes mentores y 12 estudiantes acompañados que declararon alguna discapacidad al momento de matricularse en la institución.

Roxana Silva, directora del Centro de Aprendizaje, agradeció la participación de todos y todas “por el compromiso y dedicación con los procesos académicos y el crecimiento personal. A los mentores, agradecemos su guía y apoyo que fueron fundamentales para este proceso. A los estudiantes acompañados, la perseverancia y determinación que los lleva a superar los obstáculos que la vida les ha puesto en su camino”.

También asistió a la ceremonia el director académico del IP-CFT Santo Tomás Viña del Mar, Raúl Montes de Oca. “Los programas de Mentoring Inclusivo y Mentoring Socioafectivo son parte del sello de Santo Tomás, iniciativas fundamentales para el éxito académico de todos y todas. Esto habla del compromiso de cada uno por aportar con un grano de arena al ideal de sociedad que queremos construir”, dijo.

La historia de Tabatha y María José

Entre las y los estudiantes que fueron reconocidos destacó la dupla conformada por Tabatha Tapia, de primer año de Gastronomía Internacional y Tradicional Chilena, y su mentora María José Peña, estudiante de tercer año de Kinesiología. Aunque recién en esta ceremonia pudieron compartir en persona, ambas dicen que durante el semestre lograron construir una relación muy positiva para la dos.

“Ella fue como una guía en la parte emocional y en lo psicológico. Pasé por mucha ansiedad en las pruebas, me ayudó a manejar eso y también a conocer la institución. Sin ella habría sido más difícil, la verdad no sé si habría terminado el semestre”, reconoce Tabatha.

“También la ayudaba en temas administrativos, como ver las notas en banner, por ejemplo. Yo este año decidí no ser más la delegada de mi curso y busqué aportar de otra manera. Este programa se trata de inclusión, algo diferente a lo que había hecho antes”, agrega María José.

Tabatha recuerda que se enteró del Programa de Mentoring Inclusivo en la Semana Cero: “alguien lo mencionó en el stand del DAE, me interesé, vine a informarme y me inscribí. Yo soy muy pollita, recién salida de cuarto medio, entonces tenía mucho miedo, necesitaba algún tipo de apoyo”.

Por último, ambas confiesan que este primer encuentro en persona estuvo a punto de fracasar. “Me sacrifiqué harto para venir”, dice Tabatha. María José complementa: “Hablamos ayer y me dijo que quizás no iba a poder venir y ahora unos minutos antes me mandó un mensaje diciendo que venía llegando. Fue una sorpresa muy grata. Nos dimos un abrazo, nunca nos habíamos visto, pero somos cariñosas, así que fluyó”.