Tesistas de Kinesiología estudiaron beneficios de la hidrogimnasia en dolores lumbares crónicos

Con el objetivo de optar al grado de Licenciadas en Kinesiología y a la vez ser un aporte para un segmento importante de la comunidad que padece de dolor lumbar crónico, dos alumnas de 5° año de la carrera de Kinesiología de la UST Talca, guiadas por el docente Eric Urbina, decidieron investigar sobre los positivos efectos de la hidrogimnasia en el tratamiento de esta patología.

Se trata de Katherine Cabezas y Marcela Díaz, quienes en la búsqueda de un enfoque para este tema, decidieron poner a prueba la teoría de que el ejercicio en el agua podría aliviar a las personas que padecen lumbalgia.

Para ello realizaron una serie de contactos con un gimnasio que se ubica en el centro de Talca y que cuenta con una piscina temperada, donde se materializó este estudio que abarcó a 15 pacientes femeninas con edades que fluctuaron entre los 29 y 40 años, la mayoría de ellas trabajadoras y con diagnóstico de dolor lumbar crónico.

Según explicó el docente guía, Eric Urbina, como gran parte de los tratamientos kinésicos se basan en 10 sesiones, se trabajó con ellas en esta modalidad con una pauta de ejercicios en piscina.

“La variable del estudio que nosotros tomamos en cuenta fue un cuestionario que se llama Test de Oswestry, y que mide la calidad de vida de las personas que sufren de dolor lumbar crónico. También vimos la fuerza de la musculatura erectora espinal y los abdominales. Para esto las medimos antes y después del tratamiento”.

Una vez finalizadas las diez sesiones, los resultados demostraron una considerable mejoría en la calidad de vida de las pacientes, a lo que se sumó un aumento de la fuerza de abdominales y musculatura toráxica.

“Esto fue muy importante porque si buscamos en la literatura se indica que si hay un déficit en la parte abdominal se potencia aún más el dolor lumbar crónico, por lo tanto los beneficios del tratamiento fueron directamente proporcionales con la mejoría en su calidad de vida”, agregó Urbina.

Esta investigación se hizo como un proyecto piloto, donde las participantes notaron de inmediato un cambio importante más allá de aquellos que eran medible, como por ejemplo mejor estado de ánimo, mayor facilidad para los quehaceres cotidianos y mayor rendimiento laboral, entre otros.

Este estudio es el primero en su tipo que se realiza en la ciudad de Talca, para una patología que es la causante de un gran número de licencias médicas.

“Es un tratamiento que se trabaja en grupo por lo tanto además es una alternativa de distracción para los pacientes. Debían asistir a las clases tres veces por semana durante una hora y algunos casos también fue una ayuda para controlar el peso corporal”, indicó el docente a cargo.

A futuro se espera medir los efectos en el mediano y largo plazo, ya que hasta ahora la mejoría se mantiene a pesar de haber finalizado las sesiones de tratamiento. Del mismo modo algunas de las pacientes decidieron mantener la actividad física como una forma de mejorar aún más su calidad de vida.

“La idea es poder publicar esta investigación, generar un artículo que esté disponible para otras universidades y profesionales interesados en el tema. También queremos hacer una segunda parte del estudio con más personas, más tiempo de duración y que abarque otras patologías de columna más específicas como hernias o artrosis lumbar”, concluyó.

Lumbalgia

La parte inferior de la espalda es una estructura intrincada, de elementos interconectados y superpuestos. Una irritación o un problema en cualquiera de estas estructuras puede causar la lumbalgia o dolor lumbar crónico, que se irradia hacia otras partes del cuerpo o que se siente en ellas.

Aunque la lumbalgia es extremadamente común, sus síntomas y su gravedad pueden variar mucho. Se caracteriza por fuertes dolores en la parte inferior de la espalda después de realizar actividades, un movimiento repentino o levantar algo pesado.

Además puede manifestarse mediante cualquier combinación de síntomas tales como dificultad para moverse que puede ser lo suficientemente grave como para impedir que el paciente camine o se ponga de pie; dolor que no se irradia por la pierna o un dolor que también pasa por la ingle, la nalga o la parte superior del muslo, pero que rara vez llega debajo de la rodilla; dolor que suele ser sordo; espasmos musculares que pueden ser graves y un área localizada que es dolorosa con la palpación.

Un estudio del año 2014 realizado por la Asociación Chilena para el Estudio del Dolor (Ached), determinó que al menos el 22% de las personas que sufren dolor crónico en nuestro país son afectados por el dolor lumbar crónico, lo que se traduce en un deterioro considerable de su calidad de vida y aumento de licencias médicas por esta causa.