FINALMENTE ES UN TEMA DE CONCIENCIA
Luego de un año de trabajo, con todo lo que eso significa desde el punto de vista de lo que sucede en cualquier trabajo: aciertos, errores, cansancios, chascarros, etc., finalmente tenemos disponible para nuestro conocimiento y profundización una propuesta de texto constitucional.
Nos encontramos ahora en el periodo de apropiación del texto, un tiempo de comentarios, un tiempo para profundizar, para leer, para estudiar, para debatir, para conversar y para comparar este texto con el que hoy día se encuentra vigente y así poder tener una idea cognitiva, programática, ilusionada o fracasada de lo que el texto significa o puede llegar a significar para la vida de nuestro país, pero creo que la decisión final no pasará solo por lo cognitivo, sino que fundamentalmente será una cuestión de conciencia moral ¿Por qué?
Será un tema de conciencia moral porque el impacto de la decisión a tomar acerca del texto no será solo y exclusivamente singular, sino que nos enfrentamos a una decisión personal que tendrá consecuencias para todos y todas quienes habitamos y habitarán esta angosta faja de tierra, dado que se trata de proyectar el país que queremos construir, el país que soñamos. Es por esto que la decisión, la cual necesitará de las valoraciones cognitivas, las traspasará y llegará a ser en una cuestión de conciencia moral, dado que seremos responsables de lo que resulte de aquella decisión, por más potente que esto suene.
Es aquí donde nuestros valores institucionales nos pueden ayudar en el discernimiento y en la toma de decisión final.
El texto lo podemos mirar poniendo en el trasfondo aquel amor profundo por la búsqueda de la verdad, búsqueda la cual se orienta por el amor que tenemos a la misma entendiéndola como aquella relación concordante entre el sujeto y la realidad que ilumina nuestro que hacer. La herramienta de esta búsqueda es el pensamiento crítico el cual nos permite ahondar en el texto para valorarlo en su mérito buscando lo mejor, lo bueno, lo bondadoso.
Al texto le podemos plantear preguntas fundamentales: ¿Será este el crisol o la garantía del respeto y la inclusión, como dos ejes fundamentales de la mirada de futuro que queremos para nuestro país?, ¿es este el texto que pavimentará una vida fraterna y solidaria como dos características que pueden guiar la convivencia nacional y la amistad cívica que tanto hemos escuchado en el último tiempo en donde todos y todas tengan un espacio de calidad que les permita vivir su proyecto de vida?
Que la excelencia y el esfuerzo de nuestro discernimiento, allí en lo profundo de nuestra conciencia como aquel espacio de intimidad máxima, amparado en la esperanza de un mejor porvenir, sea nuestra prenda de garantía para que el próximo 4 de septiembre tengamos la satisfacción del deber cumplido para luego seguir caminando, porque si algo tenemos claro es que tendremos que continuar construyendo nuestra “casa”, aquella que queremos que sea común.