Disfonía: ¿Una enfermedad laboral en ascenso?
¿Les ha pasado que por el uso prolongado de la mascarilla comienzan a presentar ciertas incomodidades relacionadas a la voz y la respiración?, por ejemplo, respiraciones más cortas y superficiales, hablar a un volumen más elevado para poder ser escuchado, fatiga de la voz después de hablar durante un tiempo prolongado, resequedad en la boca, sobreesfuerzo, etc.
Si bien el uso de la mascarilla es indispensable para la propagación del virus y alza de contagios, sobre todo en espacios cerrados y con falta de ventilación, su uso trae consigo algunas dificultades, como las anteriormente mencionadas, sobre todo si el lugar donde trabaja predomina la comunicación oral.
En el año 2020 se realizó un estudio en Brasil enfocado a recopilar información sobre el efecto del uso de la mascarilla en la autopercepción vocal durante la pandemia por COVID 19, los resultados arrojaron que el uso de la mascarilla aumenta la sensación de sobreesfuerzo para producir la voz, existe dificultad en la inteligibilidad o la claridad del discurso, dificultades en el feedback auditivo de nuestra propia voz, alteraciones en la coordinación de la respiración y el habla. Estos síntomas fueron percibidos en mayor grado por las personas que se desempeñaban en actividades profesionales o esenciales enfocadas a la voz (profesores de escuelas, liceos y universidades, cajeros de supermercado, atención al cliente, etc.).
El 16 de abril se celebra el Día Mundial de la Voz y fue decretado por la Federación de Sociedades de Otorrinolaringología con el objetivo de crear conciencia de la importancia del cuidado y bienestar de nuestro aparato vocal. El lema propuesto para este año por la Academia Americana de Otorrinolaringología-Cirugía de Cabeza y Cuello se denomina «Levanta tu voz», y nos llama a retomar nuestra presencia vocal con una voz de calidad que nos represente y mejore la comunicación.
Es importante generar medidas de autocuidado para prevenir o amortiguar algunos de los síntomas descritos, tales como, hidratarse durante toda la jornada, evitar consumo de alimentos picantes o irritantes, tener espacios de descanso o reposo vocal después de un uso prolongado de la voz, utilizar la mascarilla que le genere mayor comodidad para uso de su voz, eligiendo siempre mascarillas certificadas y lo más importante, si los síntomas persisten consultar con un médico otorrino y adoptar estrategias o técnicas con un Fonoaudiólogo, profesional especializado en la adquisición de una técnica vocal adecuada para los requerimientos de nuestra voz.