Centro de Atención Profesional de Universidad Santo Tomás Viña del Mar retoma la atención presencial en un nuevo recinto

El Centro de Atención Profesional (CAP) de Santo Tomás Viña del Mar abandonó su tradicional ubicación en el sector de Miraflores Bajo para trasladarse al centro de Viña del Mar en plena pandemia, por lo que hasta ahora no había podido ofrecer atención presencial a la comunidad ni tampoco desarrollar clases en sus nuevas dependencias. Eso está cambiando ahora, ya que las condiciones sanitarias permiten que el inicio de año académico 2022 traiga consigo –por fin- los encuentros cara cara y no a través de una pantalla.

El CAP, ubicado en edificio Pleno Centro (Av. Valparaíso 585, oficinas 902 y 904) ofrece distintos tipos de atención a la comunidad. Uno es a través de la Clínica Psicológica, cuya coordinadora es la docente Macarena Mena, y otro por intermedio de la Clínica Jurídica, que tiene a la académica Mariana Rojas como coordinadora.

 Clínica psicológica

La Clínica Psicológica ofrece atención a pacientes derivados desde entidades como colegios, fundaciones y corporaciones con las que se establecen convenios y alianzas colaborativas. La atención es gratuita y está a cargo de estudiantes de Psicología, apoyados en todo momento por docentes de la misma carrera, quienes son psicólogos clínicos y cuentan con la acreditación clínica respectiva.

“El CAP atiende casos leves a moderados, por tanto, no atendemos casos severos en el área de Psicología. Contamos con criterios de inclusión y de exclusión: por ejemplo, los casos que están judicializados, con patologías psiquiátricas severas, o que están presentando problemáticas de violencia intrafamiliar o casos graves, no pueden ser atendidos acá. Este centro cumple un rol primario, ya que somos un centro que funciona desde el pregrado, entonces siempre los casos que recibimos van a cumplir una severidad menor que en otros centros”, explica Macarena Mena, quien también es docente de la carrera de Psicología.

La académica señala que es un “avance significativo” que tanto estudiantes como pacientes pueden utilizar las nuevas dependencias del CAP y retomar las clases y la atención presencial. “Después de dos años, volver a la atención presencial implica tener un contexto académico que es significativo para ellos. Podrán realizar entrevistas y procesos psicoterapéuticos de manera presencial y no a través de una pantalla”, dice.

 Clínica jurídica

La Clínica Jurídica, por su parte, retomó la atención presencial en el segundo semestre del año pasado, pero debido a las restricciones de aforo, prácticamente se podía trabajar con sólo un usuario por hora. En 2022 ya no existe esa limitante, por lo que los módulos están completos “y eso permite que el trabajo sea más dinámico y activo para los estudiantes”, según cuenta la coordinadora, Mariana Rojas. “Va a ser un ritmo más demandante, pero les va a permitir focalizarse en lo que luego van a hacer tanto en Tribunales como en términos de aprendizaje-servicio”, agrega.

Al igual que la Clínica Psicológica, la Clínica Jurídica recibe usuarios a través de convenios con distintas entidades como la Ilustre Municipalidad de Viña del Mar y centros de rehabilitación de adultos. Además, atienden personas que se acercan de manera espontánea al lugar y a otras que son derivadas desde Tribunales o desde la Corporación de Asistencia Judicial.  La académica de Derecho indica que las materias tratadas generalmente corresponden a asuntos de familia, cuestiones civiles y protección al consumidor. “No podemos trabajar con cuestiones criminales o que sean de muy largo aliento. Tampoco podemos tomar casos laborales porque los alumnos aún no están habilitados para tramitar en Tribunales”, explica.

Si bien los estudiantes que participan en la Clínica Jurídica cursan el quinto año de la carrera, son apoyados en todo momento por un docente. “Siempre van de la mano, el docente está presente en la atención con el usuario porque se necesita cierto rodaje para que la entrevista sea fructífera. Pero para los estudiantes venir acá es una experiencia muy enriquecedora, incluso cuando se van nos dicen ‘yo soy una persona distinta a la que llegó acá’, porque la experiencia de ver personas reales a las que finalmente les transformas la vida porque no tenían a nadie más que las pudiera ayudar, es algo muy fuerte”, sostiene Mariana Rojas.