Apoyo espiritual en Programa Salud Mental: Forma concreta de cuidarnos

La presencia del Coronavirus sigue impactando a toda la sociedad, y, en concreto, a nuestra comunidad educativa Santo Tomás, lo que nos invita a tomar acciones para responder a sus necesidades, especialmente las de búsqueda de sentido.

En ese contexto, el año 2020 se creó el Programa de Bienestar y Salud Mental que articula diferentes acciones orientadas a ayudar principalmente a nuestros estudiantes en su proceso formativo y que promueven concretar un acompañamiento real.

Dentro de estas actividades se encuentran las propuestas desde la Dirección de Formación e identidad, que son: charlas mensuales de los capellanes, espacios de oración comunitaria y el apoyo espiritual. Todas estas iniciativas se encuentran disponibles en la web del programa y las cuales a la fecha han recibido más de 5.000 visualizaciones.

Al respecto, Esther Gómez de Pedro, Directora Nacional de Formación e Identidad UST, comenta que: “Como institución Santo Tomás, contamos con una inspiración en el pensamiento y antropología de Santo Tomás que nos marca las líneas maestras de nuestro quehacer: principalmente orientado a la formación y educación y a su aporte al bien común. También, por lo tanto, inspira en sus principios fundamentales el Programa de Bienestar y Salud Mental, especialmente en la dimensión del Apoyo Espiritual. De hecho, a Santo Tomás se le ha conferido el título de doctor humanitatis, es decir, “doctor en humanidad”: experto en lo que es esencial al ser humano en cuanto persona humana, y, por lo tanto, su visión antropológica conserva aún hoy, también para nosotros, líneas de orientación para afrontar mejor el trato de cada persona y cómo apoyarlo para lograr su finalidad propia”.

Destacar aquí una de las actividades por el significativo aporte para sus participantes: el taller de oración quincenal nacional. En este espacio se crea el clima adecuado para el encuentro personal con uno mismo y con Dios en el interior del corazón. La propuesta de pasajes bíblicos y puntos de meditación, preparan al silencio interior que se transforma en verdadera oración, cuyos frutos pueden compartirse a modo de ecos con los demás. El efecto: paz y fortaleza en el alma que permite redescubrir el sentido último de la vida. Esa fue la vivencia en la última sesión del 5 de octubre, en que se oró de la mano de santa Teresa de Jesús y su famoso “Nada te turbe” (revisar aquí).

Como comunidad santo Tomás queda en pie la invitación a participar y a dejarse apoyar en esa vida espiritual que procede de Dios mismo, no sólo en charlas y talleres de oración (inscribirse aquí), sino también en el acompañamiento por parte de los capellanes de sede. Porque la vida es para buscar a Dios y caminar con Él. O, como dice nuestro patrón: “nada hay que pueda hacer feliz al hombre, saciando su ansiedad, más que Dios”.