Crónicas de un cuarto retiro anunciado
Sin duda alguna el cuarto retiro de las AFP ha sido un tema en la palestra para todos los habitantes. Donde, en un principio, la propuesta para hacer estos retiros del 10% de nuestras pensiones, gatillaron en un primer momento por la pandemia y cómo el COVID-19 afectó en la economía, en el desempleo y confinamiento; para así poder enfrentar de mejor manera la crisis y suplir las necesidades básicas de cada familia.
Por lo mismo, resulta imprescindible considerar que las situaciones económicas en que nos encontrábamos como país para el primer y segundo retiro, no eran las mismas que podemos ver ahora. Es ahí, donde a partir de los conductos de regularización, se reúne el Consejo de Estabilidad Financiera, el ministro de hacienda Rodrigo Cerda y el presidente del Banco Central con la Superintendencia de Pensiones, además de una comisión para el mercado financiero que consta de varios empresarios.
Se planteó el cuidado que requiere poner en marcha este proyecto, ya que quien regula las tasas de interés es el Banco Central, para controlar la inflación y deflación (devaluación). El aumento de estas tasas genera un alza en los créditos a largo plazo, ya que empiezan a aumentar en este su costo y pagos correspondientes. Por ende, para quienes sacan créditos a largo plazo, como personas que tienen créditos hipotecarios, normalmente terminan pagando más con un alza en su tasa interés.
Ahora, ¿a qué se debe esta alza? Es muy simple y a la vez complicado. Si es que las personas se ven con más liquidez, en general tienden a gastar más. Si tenemos un billete de $20.000 y lo sencillamos, se irá gastando en pequeñas cosas hasta que al final del día ya se distribuya para gastos hormiga. Entonces esta liquidez, también tiene como síntoma mayor gasto, el cual significará por oferta y demanda dentro de esta libre competencia, que se alcen los precios. Además, en ocasiones con mayor demanda y menor oferta por escasez, terminamos ante las temibles inflaciones, las cuales se regulan con el aumento en las tasas de interés.
Existe un tercer factor, que es la depreciación de la moneda. Esto significa que, con lo mismo que nosotros teníamos hoy, el día de mañana ese mismo billete de 20 mil pesos en tres o seis meses más no tendrá el mismo valor monetario de hoy, es algo que tiene que ver con el valor presente y valor futuro:
- Por ejemplo, podemos ver que hoy el Kg de pan está en $1700 pesos, y con una inflación significaría que el kilo de pan podría aumentar 100 o 200 pesos, entonces con esos $20.000 que alcanzaba a comprar 11 o 12 kg de pan mensualmente, ahora al cabo de 6 meses posteriori no nos alcanzarán para los mismos Kg.
El valor económico se ve encarecido, puesto que comienza a disminuir, debido a que el cuarto retiro a largo plazo nos afectará como un factor macroeconómico. Por una parte, relacionado al costo de vida de las personas y su incremento. Además, a partir de los retiros anteriores y la cantidad de personas que quedaron en hoja cero ¿quiénes se beneficiarían entonces? Una poca cantidad de chilenas y chilenos que posean un mayor fondo de pensiones, pertenecientes a una clase económica más acomodada.
En definitiva, el beneficio se reduce a unos cuantos y no es universal para todas las personas. Además del impacto negativo a largo plazo, encareciendo el costo de vida ya que tendremos liquidez, pero volveremos a la realidad con los sueldos de antes y con todo más caro que antes, donde la pobreza se incrementará. Por lo que, se debe trabajar en una curva complementaria y compensatoria de manera ponderada con las y los trabajadores, como una implementación a largo plazo que nos permita disminuir las brechas de la desigualdad y la pobreza sin golpear directamente la estabilidad económica del país.