Testimonios motivacionales marcan el cierre de la Escuela de Líderes 2020 en Santo Tomás Viña del Mar

Una Escuela de Líderes atípica vivieron este año los estudiantes de Santo Tomás Viña del Mar. A causa de la pandemia, los tradicionales encuentros presenciales tuvieron que ser reemplazados por jornadas online, lo que no impidió que brotara el compañerismo, los deseos de trabajar en conjunto y ser parte de una comunidad activa. El ciclo 2020 llegó a su fin con un evento en el que se contó con el testimonio de Luciano Valenzuela, titulado de Psicología; el rector de sede, Daniel Olivares; y el director de Formación e Identidad, Pedro Mayorga.

Luciano Valenzuela, actual jefe de gabinete de la Municipalidad de Limache, relator, conferencista y quien durante su paso por Santo Tomás fuera dos veces campeón mundial de discurso, recordó su experiencia personal para referirse al concepto de “autoliderazgo”, porque “es imposible pensar en guiar a otros si no eres capaz de guiarte a ti mismo”.

Recordando sus triunfos en diferentes torneos de debates, Luciano dijo que “seguramente mucha gente se preguntará cómo este cabro de Limache, que estudió en una escuela pública y en un liceo fiscal, llegó a ser campeón mundial de discurso. La respuesta está en tres ideas que quiero desarrollar”.

“La primera es aprender que el contexto te condiciona, pero no te determina. Nadie te va a recordar por el lugar donde naciste, sino por el lugar al que llegaste. No eres víctima del destino, eres arquitecto de la vida que te tocó vivir. Y si el contexto ya es difícil, no lo compliques más juntándote con las personas incorrectas. Aprende a buscar personas que te potencien, aprende a generar contextos que te ayuden a estar mejor”, indicó.

El exalumno de Universidad Santo Tomás prosiguió marcando un segundo consejo: “lo que hacemos en secreto, repercute en lo público. Por ejemplo, todo lo que estudiaste sin que nadie te viera, después repercute en el resultado de tu prueba. A mí me molesta cuando me dicen que tuve suerte en la vida, porque estudié a horas inhumanas, tuve que trabajar en charlas, prepararme para los torneos de debates, pedir ayuda… Hay que aprender a luchar cuando nadie te ve, porque vas a tener recompensa”.

Y su tercer consejo: aprende a aceptar tu presente. “Me vas a decir cómo es posible eso, cuando lo que quieres es justamente cambiar tu vida. Bueno, la verdad es que nunca vas a cambiar tu historia si no la aceptas como es. Me toca trabajar con jóvenes que lo único que quieren es ocultar lo que están viviendo porque no es lindo, pero si lo ocultas, no vas a salir adelante”, sostiene.

 Liderazgo y trabajo en equipo

Por su parte, el rector Daniel Olivares también recurrió a su experiencia personal para graficar la importancia de los liderazgos y del trabajo en equipo. “Yo recuerdo haber trabajado desde muy pequeño, mis vacaciones partían a las cinco de la tarde porque antes había que trabajar. Eso te va forjando”, dijo. En su época universitaria también debió trabajar permanentemente hasta ingresar de lleno al mundo laboral: “tuve la suerte de trabajar con jefes brillantes, de los que uno va aprendiendo, y trabajar con buenos equipos, con mística y capacidades extraordinarias”.

“Uno nunca debe tenerle miedo al trabajo, hay que saber desarrollar equipos. Por ejemplo, yo no sé todo lo que hay que hacer en la sede, dependo del equipo, pero me enseñan y tienes que apoyarte en otros. Se trata de potenciarse entre todos, yo diría que el éxito es del equipo, nunca es personal. Hay distintos tipos de liderazgo, pero yo creo en la honestidad, el respeto, el compromiso, saber oír y preguntar lo que uno no sepa”, aseveró.

El director de Formación e Identidad, Pedro Mayorga, vinculó el concepto de liderazgo con la figura de Helen Keller, quien personifica el “Tema Sello 2020” en Santo Tomás. “Entre los valores que inspiran a Santo Tomás, Helen Keller proyecta en su vida el valor del respeto e inclusión. ¿Qué diría ella si le preguntamos qué es ser líder? Es una interpretación, pero tal vez respondería que ‘no soy la única, pero aun así, soy alguien’. Valorarse como alguien y no como algo, es fundamental”, dijo el académico, recordando otras frases de la escritora y activista norteamericana: “no puedo hacer todo, puedo hacer algo” y “justo porque no puedo hacer todo, no renunciaré a hacer lo que sí puedo”.

“Eso refleja el sentido del liderazgo. Ser una persona destinada a la convicción de hacer algo por otros es la esencia de todo liderazgo. El compromiso de Helen Keller era que la verdadera felicidad no se consigue satisfaciendo los propios deseos, sino siendo fieles a un cometido que merezca la pena. Por eso yo quiero felicitar a quienes participan en la Escuela de Líderes porque son muy pocos los estudiantes que se comprometen con lo público. Yo creo que es un deber moral de cualquier estudiante y de toda institución de educación implicarse en la formación para lo público”, señaló.

 Balance positivo a pesar de la virtualidad

Como cierre de esta jornada, y evaluando el desarrollo de la Escuela de Líderes en este año, la directora de Asuntos Estudiantiles, Loreto Caviedes, valoró el compromiso de los alumnos por participar y adaptarse a la virtualidad. “Si bien hubo un cambio de formato, a lo largo de todas las sesiones fuimos construyendo una forma de trabajar y relacionarnos que rindió frutos. Pudimos reflexionar respecto a la forma de construir y ejercer el liderazgo, conocer otras realidades y al mismo tiempo reconocer que tenemos muchas experiencias comunes”, indicó.

“Creo que la principal riqueza es que conformamos un grupo muy heterogéneo, con alumnos de diferentes edades, carreras y experiencias de vida. Sin duda lo que vivieron en todas las jornadas, junto a los testimonios que escucharon hoy en la actividad final, les servirá no sólo en su formación profesional, sino también personal. A pesar de la distancia obligada, el saldo es absolutamente positivo y termino muy orgullosa de este grupo”, cerró.