15 noviembre: Día mundial sin alcohol
En julio de este año, Senda compartió los resultados de la primera encuesta hecha para conocer los efectos del COVID-19 en el consumo de alcohol y otras drogas de los chilenos. Los resultados mostraron que el 41,8% de los consumidores encuestados había disminuido la ingesta de alcohol y el 32,8% declaró haber mantenido su uso durante la pandemia, pero junto con estas cifras había otras preocupantes.
El mismo estudio indicaba que “del 21,4% de las personas que señalan que han utilizado más alcohol, un 50,9% reporta que es ‘por ansiedad, estrés y depresión que genera el COVID-19´, mientras que un 28,6% dice que es porque ‘tengo más tiempo para hacerlo’ y un 10,4% señaló que bebía ‘por aburrimiento’”.
En un año marcado por la pandemia, cuarentenas, incertidumbres y consumo de alcohol como para apaciguar la ansiedad, se hace más necesario que nunca poner atención a este día mundial sin alcohol, pensando en los efectos que el consumo indiscriminado trae consigo.
Aquellos que han ingerido alcohol “por tener más tiempo para hacerlo” o por “aburrimiento” deben entender las consecuencias que este hábito puede traer consigo, desde trastornos en la concentración, hasta enfermedades hepáticas, ya que no solo el hígado sufre con el etanol, componente activo de las bebidas alcohólicas, sino también el páncreas, el sistema cardiovascular y hasta el aparato reproductor de hombres y mujeres.
Si bien, las condiciones “normales” de nuestra vida han cambiado, debemos evolucionar con ellas para no caer en vicios que perjudiquen nuestra calidad de vida ni nuestras relaciones interpersonales.
El Ministerio de Salud en Chile ha intervenido a través de políticas que permiten desarrollar programas que dan cobertura a esta problemática, desde la prevención, detección temprana y la rehabilitación a través de acciones que se desarrollan en los distintos niveles de atención de la red asistencial de salud.
Este 15 de noviembre tome conciencia y elija el autocuidado.