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Alejandra Maldonado, directora IDEClab: “No estamos haciendo educación online, estamos haciendo educación remota de emergencia”Javier Villanueva, director Ucampus: “el desafío no es solo tecnológico, hay una tarea no menor de replantear la docencia”
El director del Centro Tecnológico Ucampus de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, fue uno de los expositores de la primera jornada del 3er. Congreso de Innovación Educativa de Santo Tomás.
La práctica de la docencia y los desafíos de la comunidad educativa bajo la contingencia sanitaria fueron algunos de los principales temas analizados en la charla “Problemas presentes en la virtualización en la Educación Superior”, llevada a cabo por Javier Villanueva, director del Centro Tecnológico Ucampus de la Universidad de Chile. El ingeniero participó en la primera jornada del Congreso de Innovación Educativa de Santo Tomás, que en su tercera versión tuvo como objetivo contribuir con la reflexión en torno al sentido de la innovación y sus ámbitos de desarrollo.
En el actual contexto de digitalización forzada, Villanueva comentó que la función principal de Ucampus ha sido asesorar y proponer soluciones desde la universidad hacia la universidad en el ámbito de la gestión curricular y el apoyo a la docencia. Por ello, desde octubre de 2019, el centro había evaluado alternativas para llevar la docencia a un ambiente virtual.
Posteriormente, producto de la crisis sanitaria y a dos semanas que comenzaran las clases a distancia, el Centro realizó un levantamiento de información con formularios a través de internet, en donde se detectaron tres principales problemas. “Entre ellos, estaba el equipamiento, entre el 5 y 8% de los estudiantes no tenía un computador o una tablet desde donde conectarse; la conectividad, y por supuesto, la falta de espacios físicos, es decir, no tenían un lugar adecuado donde dedicarse a las clases”, agregó.
Sincronía
Sobre estos tres problemas, Villanueva aseguró que las instituciones de educación superior han podido entregar apoyo en el equipamiento y la conectividad de sus alumnos, a través de los préstamos de equipos y chips. Sin embargo, el espacio físico se ha convertido en un punto más complejo.
“En este caso hay que aprovechar la sincronía que se puede hacer con las plataformas y dejar las clases disponibles para los estudiantes cuando tengan un momento para visitar esa clase”, comentó.
A pesar de estos esfuerzos institucionales, aseguró que también hubo bastante cuestionamientos por parte de los estudiantes para garantizar condiciones mínimas de sus compañeros, apareciendo así los primeros paros online. “Creemos que es muy importante que las instituciones vayan comunicando las acciones que realizan porque en estos ambientes virtuales es más difícil saber qué está pasando”.
Una de las medidas de apoyo fue la creación en espacios virtuales de comunidades docentes en donde podían compartir experiencias y material pedagógico. “Hay una brecha entre los docentes que sí usaban herramientas tecnológicas y los que no, por lo que hubo que preparar una serie de capacitaciones para reforzar el uso de los módulos que siempre han estado a disposición y que hoy son la manera en que pueden interactuar con los estudiantes. Algo que destaca es que los docentes estaban muy agradecidos de la información que se les entregaba. Estaban buscando este apoyo”, explicó.
Carga académica
Uno de los problemas que se presentaron durante este nuevo paradigma fue el incremento de la carga académica entregada por los docentes a los estudiantes. A la fecha, existía más de un 20% de material docente, 53% de tareas, además de mayor más participación en foros.
“El profesor siente que, si bien la clase no es equivalente a como era presencial, tiene que darle más contenido a los estudiantes para que refuercen (..) eso hace que los estudiantes se sientan agobiados por la alta demanda académica de esta nueva modalidad”, explicó Javier Villanueva.
Según Ucampus, actualmente se registra un incremento del 629% en la usabilidad del módulo de test para las evaluaciones a distancia respecto del año anterior. “Hay un tremendo desafío en cómo evaluamos los conocimientos adquiridos y lo primero que emerge es que hay un alto nivel de desconfianza de los docentes, probablemente por no tener a los estudiantes al frente”.
Asimismo, destaca como una de las mayores problemáticas es el manejo del tiempo ya que la actividad docente se mezcla con las actividades en casa. “Debido a esto, se implementó un sistema de control dinámico de carga académica en donde los docentes declararon el tiempo que ellos estiman que los estudiantes debieran gastar en realizar una tarea y, por otro lado, a los estudiantes se les pide que ellos declaren cuánto tiempo realmente utilizaron”, comentó.
Desafío de la docencia actual
Según el Estudio Pulso Estudiantil, realizado por Seguimos Virtual, en colaboración con el Centro Tecnológico Ucampus y la Fundación para la Confianza, más de 80% de encuestados pertenecientes a 27 instituciones de educación superior, declaró estar recibiendo una educación de menor calidad. Este promedio nacional tuvo en consideración más de dos mil respuestas.
“El desafío no es solo tecnológico, sino que hay una tarea no menor de replantear la docencia en esta nueva modalidad, donde no basta simplemente pasar la misma clase a través de una cámara. Esto no significa que tengamos que transformar todos los cursos en e-learning, sino que es un intermedio, en la medida en que los docentes se van acostumbrando y sintiéndose más cómodos con las tecnologías que le vamos dejando a mano”, finalizó.