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Titulada de Técnico en Enfermería: “Mi aporte es estar en primera línea al lado del paciente para contenerlo ante lo que debe enfrentar”
Valesska Bascuñán egresó el año 2016 del CFT Santo Tomás Talca y actualmente forma parte de la primera línea en tres Unidades Críticas del Hospital Regional.
En medio del aumento de contagios en todo el país, cobra mayor relevancia el rol que les cabe a los trabajadores de la salud en todos sus niveles, por lo mismo, quisimos conocer de primera fuente sobre la experiencia, los miedos, las satisfacciones y el desafío diario que enfrenta la egresada de la carrera de Técnico en Enfermería del Centro de Formación Técnica Santo Tomás Talca, Valesska Bascuñán.
Oriunda de la comuna de San Rafael, con 27 años esta TENS optó por su carrera luego de incursionar en Técnico en Educación Parvularia y darse cuenta que no era la vía hacia donde apuntaba su vocación.
“Ingresé a TENS porque quería aportar con mis conocimientos y mi trabajo en hacer sentir bien a las personas que lo necesitan, en este caso aportar a la sociedad trabajando con personas con vulnerabilidad en salud”.
Hoy trabaja en turnos de 24 horas como Técnico en Enfermería en la Unidad de Pacientes Críticos Adulto (UPC) Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), Unidad de Tratamientos Intensivos (UTI) y en la Unidad Coronaria (UCO) del Hospital Regional de Talca.
¿Cómo ha cambiado el trabajo con el inicio de la pandemia por coronavirus?
“El cambio ha sido significativo, ya que en primer lugar los turnos de trabajo se han modificado de 12 a 24 horas. Los lugares de trabajo se han reducido y restringido, no existe la libertad de libre tránsito como antes, por lo que solo debemos estar en un espacio específico, no existe ese ambiente de camaradería como antes entre el personal, no se puede compartir en espacios comunes con el resto de los compañeros, esto debido al peligro constante de contagio. Debemos depender de terceros en nuestro horario de colación, porque no podemos ocupar el casino debido a la peligrosidad. El trabajo en sí, se ha intensificado por la cantidad de casos que existen, se han modificado los espacios aumentando al máximo la capacidad, el personal capacitado para enfrentar la epidemia es escaso y se ha debido capacitar a más personas”.
¿Qué es lo más difícil que le ha tocado enfrentar en este tiempo?
“Lo más difícil de enfrentar es el miedo permanente de contagio y exponer de este peligro potencial a nuestras familias más cercanas. El tener en nuestros hogares padres de la tercera edad y patologías de alto riesgo hace pensar todos los días de turno en que puedes ser huésped y parte del contagio. Además el enfrentarse día a día a la realidad de personas que no salen victoriosos en esta batalla y la muerte está presente, a pesar de hacer todo para que aquello no ocurra”.
¿Cómo podría describir un día de trabajo actualmente a diferencia del día a día de hace 4 meses?
“Actualmente el día comienza las 6:00 A.M para llegar a las 7:00 al hospital, poder realizar todos los protocolos de ingreso, higiene y preparación. El turno será de 24 horas. Una vez ingresado no hay salida hasta el día siguiente, con una expectativa positiva puedes tener tus horarios de colación, en un día con mucho trabajo, a veces esos periodos se pasan de largo. A veces, a pesar del turno correspondiente, es necesario realizar turnos extras de 12 horas para cubrir personal que se encuentra en cuarentena o con licencias. Es parte de los cambios que suceden producto de la pandemia”.
¿Cuáles son las medidas de seguridad que utilizan a diario para desarrollar sus labores?
“Las medidas de seguridad son protocolares, como servicio público siempre son escasos los insumos, la institución aporta con lo mínimo, para mejorar las condiciones y poder protegernos, ha sido necesario desembolsar para comprar mascarillas de seguridad, trajes, etc. Los accesos están restringidos debido a la peligrosidad de la pandemia. Los protocolos de seguridad se deben cumplir al pie de la letra”.
¿Cómo ha enfrentado el Hospital Regional el desarrollo de esta pandemia?
“El hospital se ha preparado para enfrentar la emergencia habilitando más espacios con Unidades especializadas para COVID 19, de tres UCI se pasó a seis, y se ha ido incrementando más unidades de Pacientes Críticos. Además se ha capacitado a personal de otros servicios para implementar en sus servicios lo que son UCI y UTI Adultos COVID. Se les capacita en el uso y manejo de pacientes con ventilación mecánica”.
¿Cuál cree que es su aporte en medio de esta pandemia que afecta a todo el país y el mundo?
“Mi aporte es estar en primera línea al lado del paciente para contenerlo ante lo que debe enfrentar. Estar atenta al más mínimo cambio en su estado de salud para entregar la debida información a los médicos tratantes para la toma de decisiones efectivas. El trabajo es victorioso cuando el paciente sale de su estado y puede egresar de la unidad en mejores condiciones”.
¿Cómo cree que influye su formación profesional en la forma de enfrentar esta pandemia?
“La formación profesional cristiana, hace enfrentar con mejores expectativas de esperanza la pandemia, sin embargo nadie está preparado para una situación como la que estamos pasando, día a día es una batalla que se enfrenta y no se visualiza lo que puede pasar, solo esperar y atacar con lo que tenemos a mano para poder sobrellevar ese día. La institución me ilustró en lo que debo hacer profesionalmente con el paciente, de manera eficiente, esos conocimientos los he traspasado a mi forma de trabajo, la experiencia en cada una de las unidades hace que todos los días sea un proceso de enseñanza-aprendizaje, sobre todo con esta pandemia”.
¿Qué mensaje podría darle a sus compañeros que se aprestan a salir al mundo laboral?
“La vida todos los días hay que enfrentarla con la esperanza de que será mejor, toda vida es significativamente importante. Los trabajadores de la salud sabemos que somos un eslabón importante en la calidad de vida de las personas. Detrás de cada paciente hay una carga emocional, una familia, una comunidad. Detrás de cada funcionario hay un equipo de trabajo que debe trabajar coordinadamente para que el paciente se recupere. Todos somos importantes, nuestra profesión es importante, solo hay que mirar el futuro con esperanza, si se sienten cansados o al punto de decaer, hay que levantarse con más energía y ganas de enfrentar la adversidad. Al final del día no importa lo bajo de la remuneración económica, la sonrisa y alegría de un paciente recuperado es impagable”.