COVID-19: ¿Qué pasa con el sector de la construcción?
Uno de los temas que ha salido a discusión estos días es que las obras de construcción han continuado con sus faenas, pese a las “sugerencias” del sector de la salud de evitar aglomeraciones y del exhorto de la Cámara Chilena de la Construcción respecto del uso de EPP (Equipo de Protección Personal).
Si bien el rubro de la construcción está tomando medidas orientadas a extremar las prácticas de protección y autocuidado ante el virus COVID-19, la realidad refleja una parte más dura: las obras cumplen con entregar elementos de protección personal a los trabajadores (los que muchas veces no los ocupan) e indicaciones de cuidado, sin embargo estas continúan con su planificación para evitar atrasos, lo que significa que no siempre se usan los EPP y que los trabajadores deben continuar trasladándose en transporte público para cumplir con sus labores, aumentando exponencialmente el riesgo de contagio y de mayor propagación del virus.
Lamentablemente las medidas que se están tomando para proteger a las personas del COVID-19, afectan enormemente la economía de trabajadores de la construcción. En el mejor de los casos se le envía a cuarentena sin percibir sueldo, pero manteniendo el contrato. En el peor escenario, simplemente se le desvincula. Las personas quieren cuidarse, pero también necesitan mantener el empleo, por ello muchas no tienen más alternativa que seguir trabajando pese al riesgo que corren.
Se entiende que las construcciones deben continuar, sin embargo las autoridades deben apostar a algo más que la toma de conciencia de las empresas sobre esta situación y adoptar medidas más drásticas para garanzatizar la seguridad de todos los trabajadores.