Gisela Alarcón, decana Facultad de Salud UST por coronavirus: “Esta lucha no se gana en los hospitales, se gana en las casas”

En una entrevista radial, la exsubsecretaria de Redes Asistencias y también consultora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se refirió a los próximos escenarios que enfrentará Chile a causa del COVID-19.

La decana de la Facultad de Salud de la UST, Gisela Alarcón, en una entrevista en Radio USACH se refirió a la situación del país ante el brote del Coronavirus, COVID-19, la curva de contagios de las próximas semanas, las medidas adoptadas por el Gobierno y la importancia de la comunicación del riesgo para abordar una crisis sanitaria de esta naturaleza. Cabe destacar que desde hace unos días Chile se encuentra en la fase 4 de la enfermedad y el presidente Sebastián Piñera, decretó estado de catástrofe por 90 días para el territorio nacional.

“Seguimos teniendo a pesar de la situación actual, y de aquí el llamado a la tranquilidad, pero a la acción, una ventana que se nos va acortando cada día más, pero es una ventana de oportunidad para lo que los expertos han llamado mundialmente aplanar la curva de los contagios”.

¿Y cómo va la curva de los contagios en Chile?

Efectivamente esto parte en China, hoy el epicentro está en Europa, y nosotros tenemos la ventaja de ser prácticamente los últimos que estamos llegando a esta pandemia, tanto por el clima que nos ha beneficiado, como por la lejanía. Sin embargo, cuando uno mira la curva de proyección, algunas que se han hecho en el Ministerio de Salud y otras por otros expertos, la verdad es que es preocupante porque podríamos estar siguiendo la curva de proyección que siguió España. En esta situación, lo que está pidiendo, entiendo yo, la Comisión Asesora al propio Ministerio de Salud es que se diseñen modelos más claros y realistas respecto de lo que está sucediendo en Chile.

Uno de los puntos de la recomendación de los expertos es el acceso al examen. En la medida que el examen se hace universalmente gratuito, donde el pago del examen no es una barrera, sino que se toma a todos los pacientes que correspondiente sanitariamente, ahí podremos seguir diagnosticando cuál es el estado de nuestros pacientes. Hoy en la fase que estamos, ya no basta con el antecedente epidemiológico, si viajó o si estuvo en contacto de alguien que fue a China o Italia, sino que hoy ante la situación de un cuadro clínico que no se puede identificar inmediatamente la causa, hay que tomar el examen, porque hay que aislar a ese paciente y proteger al personal de salud que lo está atendiendo.

¿Y cuál es su evaluación respecto de las medidas que se han tomado?

Con todo el respeto que nuestras autoridades sanitarias nos merecen, mi impresión es que hay un tema que es fundamental para abordar estas emergencias críticas del país que es la comunicación del riesgo, y para lograr comunicar el riesgo efectivamente necesitamos autoridades legitimadas y validadas.

Este en un proceso muy dinámico y efectivamente obliga a las autoridades a ir tomando medidas que son graduales y que pueden ir cambiando de un día a otro. Es necesario un plan lo suficientemente profundo y completo para enfrentar esta situación. Por ejemplo, cuando se suspenden las clases no basta con suspender las clases, hay que además generar el teletrabajo para esas madres porque no podemos dejar a esos niños a cargo de los abuelos o abuelas. Este país tiene una tradición de haber logrado salvar situaciones de emergencias muy severas. Por ejemplo, cuando hubo brote de cólera nos dijeron “no coman lechuga” y no comimos lechuga, fuimos super obedientes, somos muy disciplinados. Entonces, es prioritario tener el mensaje claro para que las personas lo entiendan claramente. Aquí hay riesgos no solo para los que estamos acá, sino que también para nuestros adultos mayores y enfermos crónicos. Aquí tenemos que estar todos frente un enemigo común. Lo otro que quisiera señalar es que esta lucha no se gana en los hospitales, se gana en las casas.

¿Qué podemos decirle a la gente? ¿Cómo nos podemos cuidar?

Esto tiene que partir por todos nosotros. Hay empresas que están empezando a incentivarlo, y el Estado también debe hacerlo. Aquello que se pueda reemplazar con un teletrabajo sin descontarle al funcionario, sin pedirle una licencia, la idea es que se haga para que la gente se mantenga en sus casas lo más posible. Yo diría a las personas que tomemos consciencia del riesgo que tenemos ad portas, que tratemos de cambiar y de aplanar esta curva. Los contagiados probablemente no vamos a lograr disminuirlos en números, pero sí podemos disminuir la velocidad para que esto ocurra y eso significa que van a poder llegar a los centros asistenciales con una red fortalecida y se van a poder atender y no va a pasar lo que está ocurriendo en Italia. Eso significa que todos tomemos esa conciencia.

Hemos recibido una cantidad de información, no solo a través de redes sociales, sino que también a través de revistas científicas. Hacer hoy día precisiones de cifras es un poco temerario. Pero lo que sabemos es que el 80% de las personas que contraen la enfermedad lo hacen de una forma muy leve, es casi un resfrío común, los síntomas duran 4 o 5 días, presentan tos seca, fiebre, dificultad respiratoria, si esto último permanece y se va agravando ya entra al grupo de mayor riego que es el 15%. Ese 15% requiere estar hospitalizado con medidas especiales, pero no es un paciente crítico. El 5% es critico y va a requerir una cama crítica y con, incluso, circulación extracorpórea, porque se produce una falla multisistémica. Por eso, el llamado es a la tranquilidad, pero también a la acción y a tomar todas las medidas de precaución necesarias.

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