Andrea Leisewitz, Directora de Investigación UST: “Debemos dar un salto en el número de proyectos adjudicados y volumen de publicaciones”

A casi un mes de asumir el cargo, la Bióloga en Bioprocesos y Doctora en Ciencias Biológicas comparte las oportunidades y desafíos que visualiza en el área. Entre los ejes de su gestión se destaca la incorporación de estudiantes en proyectos de investigación y seguir avanzando en el trabajo con los académicos.

Una de las razones que motivaron a Andrea Leisewitz a liderar la Dirección de Investigación Aplicada e Innovación de la Universidad Santo Tomás fue su proyecto educativo y, puntualmente, el perfil de sus estudiantes.

Es que sus cerca de 17 años de experiencia como investigadora, y alrededor de cinco en la Unidad de Ética y Seguridad en la Universidad Católica, hacen que Leisewitz tenga la convicción de que, desde la ciencia, la academia y los jóvenes pueden surgir importantes soluciones a diversas necesidades del país. Esta tríada, según Leisewitz, cobra aún más sentido en Santo Tomás, donde las comunidades beneficiarias circundan a los propios estudiantes.

“La incorporación de estudiantes al campo de la investigación es prioritario, además, porque le da una frescura importante y una visión distinta a la investigación. Muchos de los cambios se han generado porque llega un estudiante o alguien muy joven que, de alguna manera, ve las cosas con otro prisma. Eso permite el avance de un montón de investigaciones y soluciones”, señaló.

Leisewitz es clara en señalar que -llevando poco más de tres semanas en el cargo- aún tiene mucho por conocer de la institución, sin embargo, lo anterior da cuenta de que uno de los grandes focos en su gestión estará puesto en, por un lado, encantar a los estudiantes con el mundo de las ciencias, y por otro, incorporarlos en proyectos y líneas de investigación. Para esto, agrega la Bióloga en Bioprocesos y Doctora en Ciencias Biológicas (PUC), es clave el rol de los académicos e investigadores de la institución.

“El proceso formativo es esencial, los investigadores tenemos cierta estructura de cómo hacemos las cosas y esas estructuras permiten también ordenar a sus estudiantes en sus propias vidas. Hay un montón de atributos positivos que deben ser transmitidos de alguna manera a los alumnos. Si queremos tener futuros investigadores es fundamental que los mismos investigadores entusiasmen y formen a los más chicos”, señaló.

De esta manera, un desafío importante para Leisewitz es fortalecer el trabajo con los académicos e investigadores de la UST. En este punto, la Directora de Investigación es enfática en señalar que uno de los ejes en su gestión es dar continuidad al proyecto ya iniciado y seguir potenciando la investigación aplicada, poniendo de relieve la existencia de herramientas y mecanismos que propicien la actividad científica, y que finalmente permitan dar un salto en el número de proyectos adjudicados y volumen de publicaciones.

“Creo que, por un lado, el que aun seamos incipientes en investigación, versus otras instituciones, favorece mucho el conocer exactamente en qué está cada proyecto, en qué está cada publicación, eso ayuda mucho. El apoyo que se está dando es muy uno a uno, eso es muy valiosos y debe serlo también para los investigadores. Yo tengo un pasado de investigadora y la verdad es que contar con ese tipo de apoyo es fundamental”, expresó.

Entrevista

Anteriormente te desempeñabas como directora de la Unidad de Ética y Seguridad en Investigación y como Profesora Asistente de la Facultad de Medicina, ambos en la Universidad Católica. ¿Qué te motivó a tomar este desafío como Directora de Investigación en Santo Tomás?

El proyecto que tiene Santo Tomás, tanto educativo como de potenciar a los alumnos en diversas áreas, me llamó de manera importante. En la Universidad Católica trabajé dirigiendo la Unidad de Ética y de Seguridad donde el foco era promover las buenas prácticas científicas dentro de la investigación y los valores éticos, pero cuando me ofrecieron la postulación al cargo en Santo Tomás me llamó la atención principalmente el perfil de los estudiantes, el foco de apoyar a las personas que están en Santo Tomás, pero también a sus entornos particulares; y poder, de alguna manera, promover la investigación más aplicada, en el sentido de que se puedan generar soluciones a problemas concretos de las comunidades que circundan a los mismos estudiantes y profesores de Santo Tomás. Yo siempre he tenido la inquietud de hacer cosas que de verdad sirvan para la gente y siento que aquí va a ser mucho más concreto.

Desde tu llegada hasta ahora, ¿qué oportunidades ves para esta área?

En los últimos años se ha hecho un trabajo muy importante en materia de investigación en Santo Tomás. Creo que hay que dar continuidad a las cosas que se han iniciado; hay que seguir potenciando la investigación aplicada; seguir potenciando proyectos de innovación. Quizás podemos hacer cambios en los procesos, en la manera en cómo se están haciendo las cosas hoy día para que se dé continuidad, por una parte, pero también debemos dar un salto en el número de proyectos adjudicados y volumen de publicaciones. Yo siento que ahí podemos dar un siguiente paso, ese es el primer foco.

A largo plazo, en tanto, yo creo que se puede potenciar áreas que hoy día no están representadas en investigación, como por ejemplo ingeniería o educación, respecto de otras facultades. Hay áreas que se pueden potenciar y pueden generar un impacto en los entornos y comunidades.

El tercer desafío, que yo creo que es muy relevante, es divulgar dentro de la comunidad Santo Tomás lo que se hace y encantar a estudiantes; incorporarlos en el área porque finalmente ellos son las generaciones de cambio futuras. Es importante empezar -no solo a formarlos en investigación-, sino que también hacerlos parte y que ellos vean que pueden aportar.

¿Y cuáles consideras que son las fortalezas de Santo Tomás en investigación?

Creo que en investigación Santo Tomás tiene un apoyo logístico y administrativo súper potente. El equipo es impecable, está todo muy sistematizado y ordenado, y eso creo que es sumamente valioso. Es una fortaleza conocer los procesos, las agencias de financiamiento, todas las etapas, eso es lo que he ido conociendo hasta el minuto. Respecto de los investigadores conozco menos, no me quiero aventurar en áreas definidas porque aun estoy navegando. Creo que, por un lado, el que aun seamos incipientes en investigación, versus otras instituciones, favorece mucho el conocer exactamente en qué está cada proyecto, en qué está cada publicación, eso ayuda mucho. El apoyo que se está dando es muy uno a uno, eso es muy valiosos y debe serlo también para los investigadores. Yo tengo un pasado de investigadora y la verdad es que contar con ese tipo de apoyo es fundamental.

Otra fortaleza que he visto en el corto tiempo que llevo -y que me ha sorprendido gratamente- es la calidad humana de las personas con las que me he encontrado. Eso es súper importante y me da la sensación de que todos estamos remando para el mismo lado, eso finalmente permite cumplir objetivos y que estemos todos alineados.

¿Cuáles son los desafíos respecto del financiamiento externo de proyectos de investigación?

Tenemos que empezar a detectar dónde está cada proyecto para que postulen a Fondecyt, a los Fondef, hay gente que postula a estos fondos y eso es super positivo en Santo Tomás. Pero también hay otras fuentes a las que podemos postular, los FONIS por ejemplo que son fondos en salud, creo que ahí también hay un salto que debemos trabajar con los mismos investigadores. Debemos ver qué pasa cuando se postula a fondos y no se adjudican, debemos revisar qué pasa ahí y poder trabajar esas debilidades para que la próxima vez sí se lo adjudiquen, y así nosotros poder usar nuestros fondos internos para potenciar a otros proyectos más nuevos.

¿Es importante en tu gestión la inclusión de los estudiantes en proyectos de investigación?

Siempre. Uno como docente e investigador no podemos quedarnos con nuestro propio conocimiento. De alguna manera, uno tiene que dar continuidad a las cosas, y una forma de hacerlo es formando a los estudiantes, de manera de encantarlos; mostrarles cómo se hacen las cosas para que ellos también puedan volar con sus propias ideas y puedan generar sus propios proyectos y líneas. La incorporación de estudiantes al campo de la investigación es prioritario, además, porque le da una frescura importante y una visión distinta a la investigación. Muchos de los cambios se han generado porque llega un estudiante o alguien muy joven que, de alguna manera, ve las cosas con otro prisma. Eso permite el avance de un montón de investigaciones y soluciones.

¿Cómo piensas involucrarlos?

Es un desafío. Lo primero es que los mismos docentes que hacen investigación les muestren a los alumnos lo que hacen en su mitad de la vida no docente, en sus horas que no se dedican a la enseñanza o a la administración; mostrarles qué es lo que hacen. En el Concurso de Inserción de Alumnos en Proyectos de Investigación, los alumnos dedican un mes a trabajar en alguna investigación con un profesor, pero eso no se muestra. ¿Cómo mostramos eso? ¿cómo mostramos sus resultados y sus experiencias? Yo creo que eso se puede lograr a través de instancias de difusión internas y de diálogo, donde puedan contar sus experiencias, es una manera en que entre ellos mismos pueden empezar a entusiasmarse y conocer la ciencia.

¿Y respecto de la OTL? Es un área relativamente nueva ¿cómo piensas fortalecerla?

Hoy la OTL está en un momento en que está postulando a un tercer financiamiento CORFO. El foco original de la OTL es promover actividades aplicadas y levantar propuestas que puedan ser potencialmente patentable o licenciables. En Santo Tomás todavía estamos en una etapa en que hay que seguir potenciando las etapas iniciales, entonces llegar a patentes y licenciamiento se va a demorar un poco más, porque es necesario continuar con la etapa de promoción de investigaciones aplicadas que puedan dar origen, eventualmente, a una patente a futuro. El foco, en este sentido, está en seguir armando la OTL, lo que creo que es fundamental, sobre todo si queremos empezar a generar más soluciones a problemas locales en distintas regiones.

¿Cuál es tu visión respecto de la articulación entre la academia y la investigación?

Los investigadores deben hacer docencia. Transmitir lo que están descubriendo y lo que están aprendiendo, es un deber. El proceso formativo es esencial, los investigadores tenemos cierta estructura de cómo hacemos las cosas y esas estructuras permiten también ordenar a sus propios estudiantes en sus propias vidas. Hay un montón de atributos positivos que deben ser transmitidos de alguna manera a los alumnos. Si queremos tener investigadores futuros es fundamental que los mismos investigadores entusiasmen y formen a los más chicos.

¿Consideras importante aumentar el número de publicaciones de Santo Tomás en revistas científicas?

Sí, es fundamental. Lo que uno hace como investigador tiene que publicarse de todas maneras. Los investigadores estamos contribuyendo a la construcción de conocimiento en distintas áreas y debemos devolverle a la sociedad el conocimiento que generamos. Si nosotros no publicamos lo que hacemos estaríamos cayendo en una falta de responsabilidad con la sociedad. Los investigadores de Santo Tomás tienen que seguir publicando; deben tener esa instancia de difusión al mundo, tanto para posicionamiento de la institución, como para la confianza de los mismos investigadores. Es un proceso, pero seguro que hay que mantenerlo, potenciarlo y seguir avanzando en eso.

¿Cuáles son las claves para consolidarnos como una universidad fuerte en investigación, considerando que la investigación, junto con la innovación, son una de las dimensiones para acceder a la acreditación de excelencia?

Yo creo que todas las acciones que hemos conversado van a promover eso, o debieran potenciar y entusiasmar a más académicos a hacer investigación. Lo anterior debiera repercutir en un mayor financiamiento, en un mayor número de publicaciones; que se empiecen a generar más proyectos importantes de lo que hoy ya tenemos, que generen impacto y permitan, primero, que la universidad sea visible para luego ser acreditada en investigación. Yo creo que hay que generar una estrategia de mediano-largo plazo para llegar a eso, ver cómo ir posicionándonos. Pero, insisto, primer debemos potenciar lo que hoy tenemos, otorgar todas las herramientas y facilidades para que se genere más investigación y empezar avanzar en eso. Una vez que eso suceda podemos empezar a ampliar ese campo de acción y finalmente generar los indicadores necesarios para optar a la acreditación y pasar a ser una universidad más compleja.