Lactancia materna: Una mirada investigadora
Como todos los años en esta fecha estamos ad-portas de celebrar la “Semana mundial de la lactancia materna”, y el lema es “Empoderémonos ¡Hagamos posible la lactancia materna!”, para exigir normas sociales equitativas en cuanto al género, como el trabajo en equipo entre las madres y sus parejas para una lactancia exitosa, así como el equilibrio del trabajo remunerado y no remunerado.
La intención de esto es llamar la atención de diversos actores como gobiernos, sindicatos, empleadores y organizaciones civiles, para implementar soluciones inteligentes que influyan en mejorar las tasas de lactancia materna, acostumbrados ya a considerar como responsable directa de la lactancia materna a la madre, básicamente porque la mayoría de las sociedades tienen una figura matriarcal en lo que respecta a crianza, formación y educación de los hijos; pero cuando logramos que tanto los padres, parejas, hermanos, familia y sociedad se involucre, las tasas de lactancia materna aumentan.
Es por eso que el trabajo de equipo, no sólo es importante para recordar los beneficios ya sea para la madre, bebé, familia, sociedad y medio ambiente (este último cuidando del planeta y disminuyendo la huella de carbono), sino que es importante recordar también que existen otros factores que permiten un éxito en este desafío que ha puesto OMS, como es el de alimentar en forma exclusiva con leche materna hasta los 6 meses de edad.
Alguno de estos factores que influyen positivamente es la cultura; en la cultura mapuche williche la lactancia materna tiene un rol central, pues constituye un canal de transmisión de los valores propios de la cultura, y es que a través de la alimentación se nutre el vínculo con el mundo espiritual y social. Los pueblos indígenas han fomentado y valorado la lactancia materna. No solo la educación formal nos permite establecer conductas positivas en el ser humano; cuando tenemos la imagen de una madre, tía, familia, o una conocida alimentando con leche materna a su hijo/a incorporamos esta modalidad de alimentación como lo que es. La mejor forma de alimentar a nuestros hijos. Lamentablemente hemos en alguna ocasión perdido un poco estas imágenes que refuerzan conductas positivas; pero esperemos que no solo durante el mes de agosto se ponga en el tapete como tema de conversación los beneficios que implica para todos el tener una alimentación para nuestros hijos lo más natural posible.