Meneses, se ha destacado en diversas áreas dentro de Santo Tomás, en el año 2015 fue condecorado con el Premio Sello, galardón que tiene por objetivo destacar a los estudiantes que son ejemplo de los valores de la institución. Además, ha participado en selecciones deportivas, organizaciones y en los Trabajos Voluntarios que realiza la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE), los cuales ha tenido la oportunidad de administrar, dirigir y ejecutar en diferentes zonas de Chile y el mundo.

En esta precisa pero nutrida entrevista, Oscar, nos contará un poco de su vida y experiencia en las constantes actividades sociales que ha realizado, su motivación y compromiso por ayudar a los más necesitados, y parte de los países y culturas que ha tenido el privilegio de conocer.

Trabajos Voluntarios

¿Cómo y cuándo nace esta motivación de participar en los Trabajos Voluntarios?

Bueno, mi motivación por ayudar nace desde muy pequeño. Desde chico veía a mi papá salir corriendo para alcanzar al carro bomba. Verlo vestido con su traje de bombero me generó meterme a esa institución. En el año 2006, cuando lamentablemente falleció mi padre, quise seguir su legado e ingresé a la compañía de bomberos como cadete. Desde ese momento, mi intención por ayudar comenzó a escalar y generarme nuevos retos.

¿Qué importancia le das a los Trabajos Voluntarios en tu vida?

Es muy importante. Creo que es una gran instancia para conocer otras realidades, un mundo fuera de nuestra área de confort. Genera un sinfín de desafíos para poder mejorar diferentes y muchas problemáticas sociales. Además, ayuda a fomentar la vocación de servicio, ayuda a empoderarse de lo que uno estudia y como puede uno ayudar a la sociedad. Tener estas instancias, son un pilar fundamental en la formación de cualquier profesional.

Experiencias inolvidables

¿Qué países y lugares te ha permitido conocer lo que haces?

Realizando los trabajos, he recorrido desde Arica hasta Cabo de Hornos. Pasé por pueblitos, comunas, ciudades tan olvidadas socialmente pero que, aun así, te dejan riquezas y ganas de volver. También he viajado por países como Perú, Bolivia, México, Brasil, Argentina, Ecuador y África.

¿Cómo ha sido tu experiencia en esos países?

Buena y enriquecedora. Pero la que más me marcó fue en África, en donde realicé trabajos humanitarios en la localidad de Nyangatom, ubicada en Etiopía. Ahí estuve tres meses apoyando en labores sanitarias, construcción y educación. Ese viaje, me generó un gran cambio en mí como voluntario y me llenó de motivación de seguir creciendo para conformar lo que hoy en día es el Voluntariado Permanente PAYÚ.

El futuro y consejos

Ahora, después de todas estas experiencias, ¿Qué planes tienes para tu vida?

Primero quiero trabajar para generar un mundo mejor para mí, para mi hija, y es por eso que mi vida está ligada a solucionar problemáticas sociales y poder tener una fundación, la cual pueda reunir todo lo que he pasado y vivido para así poder entregarlo a futuras generaciones. Quiero poder tener mi casa propia en el sur del país, donde pueda ubicar un centro de operaciones de trabajos voluntarios, de emprendimientos sociales e ideas que cambien el mundo que quiero para mi hija, para que pueda disfrutar los mismos privilegios naturales como lo hice yo.

¿Qué mensaje le entregarías a las personas que quieren alcanzar y lograr lo mismo que tú?

Que sigan y sigan luchando por ese mundo distinto, con más oportunidades, más igualdad. Que se empoderen de lo que hacen. No todos son capaces de ponerse la camiseta de voluntario y salir al mundo, dejar a la familia, fechas importantes o comodidades. Para cambiarle la vida a quién lo necesita, sigan siendo agentes de cambio y nunca dejen que los malos comentarios los apaguen u opaquen. Luchen con perseverancia y felicidad. Nosotros somos granitos de arena distintos en una playa que necesita de esos detalles.