El poder de la empatía en el desarrollo infantil

Entregar más y mejores herramientas a los niños para desarrollarse de manera exitosa en el mundo que los rodea parece ser el desafío permanente para todos aquellos encargados de educarlos y guiarlos en este proceso, padres, docentes y amigos.

Y es precisamente allí donde la denominada Educación Emocional juega un rol relevante. Para ahondar en este tema y en la importancia de capacitar a los profesionales del área en esto, la carrera de Psicopedagogía del Instituto Profesional Santo Tomás Talca organizó la Conferencia “Desafío de la Educación Emocional”, dictada por la connotada Psicóloga, Neva Milicic.

Milicic ha dedicado gran parte de su vida al estudio del desarrollo de la personalidad en los niños, cuyo período es fundamental para la vida. Cuenta con innumerables publicaciones y libros; ha participado de los más prestigiosos Congresos del Área en Chile y el extranjero; dedicándose además a la docencia donde obtuvo el título de Profesora Emérita el año 2015 en la Pontificia Universidad Católica de Chile.

¿Qué es la Educación Emocional?

“Es la posibilidad de desarrollar las estructuras emocionales  que van a sustentar conductas apropiadas. La Educación Emocional tiende en general a desarrollar competencias emocionales  en los niños y en los profesores para que estos últimos a su vez puedan desarrollar estas competencias en los niños. Dentro de las competencias emocionales las más importantes son la empatía y la autorregulación. Si bien hay cinco áreas de competencia emocional y distintas clasificaciones, parece haber un consenso en que lo que se debe desarrollar es la capacidad de ser empático entendiendo que esto es la posibilidad de ponerse en los zapatos de lo que el otro siente, pero no solo comprensión sino también un componente proactivo. La autorregulación por su parte es la capacidad de tener freno inhibitorio, de parar cuando estás muy enojado y tiene un lado positivo que es la capacidad de planificar. Está muy relacionado con lo que se llama en los niños hoy las funciones ejecutivas que permiten organizarse, planificar, etc. Todo esto que se puede aprender por lo tanto también se puede enseñar. Entonces la Educación Emocional es ayudar a que los padres o profesores tomen conciencia de cómo los factores emocionales afectan a los niños”.

¿Cuál es el rol que juega en el desarrollo armónico de los niños?

“La educación tiene que ser integral, esto de plantearse que lo académico es por un lado y lo emocional por otro no está bien. Las emociones circulan siempre, si un niño está en clases de matemáticas o le gusta o no le gusta y el profesor debe hacerse cargo de las emociones que circulan. Los niños o están preocupados, o están distraídos o están concentrados, hay que lograr una integración. Las investigaciones apuntan cada vez más que las intervenciones en el plano emocional mejoran significativamente el rendimiento académico. La autoestima es un sentimiento esencial para el rendimiento”.

¿De quién es la responsabilidad de promover la educación emocional en los niños?

“Creo que para empezar debería existir una política pública. De partida los currículum de formación de profesores adolecen de falta de Educación Emocional, no les enseñan a los alumnos cómo manejarse, cómo relacionarse con sus padres, con sus pares, ahí hay un vacío enorme y no es un tema tan complejo. He peleado con el Ministerio de Educación por años por la necesidad de una Biblioteca del Profesor que tenga los libros básicos que un profesor no pueda haber salido de la universidad sin haberlos leído, tener una formación en educación emocional. En los liceos y las escuelas también debería haber bibliotecas de este tipo, entonces si un profesor tiene un alumno con problemas de autoestima que pueda ir y buscar un libro al respecto que lo ayude a ayudar a ese niño».

¿Cuáles son los principales problemas que enfrenta un niño sin educación emocional?

“El problema central de la Educación Emocional es el establecimiento de vínculos. Los vínculos con uno mismo, los vínculos con los otros sean los iguales, los de arriba o de abajo, y los vínculos con la realidad. Un niño que no tiene Educación Emocional y que tiene problemas, no va a tener una buena relación consigo mismo, para empezar tendrá una baja autoestima, sus relaciones con los otros serán conflictivas, va a resolver mal sus conflictos”.

¿Cómo influye en esto el contexto escolar y cuál es el lugar que ocupa actualmente allí?

“Creo que se da igual porque los niños se enseñan a sí mismos y porque los profesores algo tienen también, pero debería ser más intencional y más científico. Tú deberías saber por qué haces lo que haces y por qué lo haces como lo haces. La gente tiene que entender el factor de modelo y además tiene que entender de neurociencia, saber que cuando tú te pones agresivo o te pones violento estimulas la zona de las emociones negativas y entonces se irriga esa zona y se va armando una arquitectura cerebral. Si por el contrario tú haces un clima de más armonía, de más felicidad, se hace un clima nutritivo”.

¿Se podría decir que en la falta de educación emocional es donde está la base del bullyng entre los escolares?

“No necesariamente, pero influye. Eso y mucho más porque son los medios, son las violencias, son los juegos, son las plataformas, es el abandono de los niños, la desregulación afectiva, o sea, hay muchos factores que están involucrados pero ese es un factor”.

¿Cuál es la diferencia entre los niños con mayor educación emocional y aquellos con menor o nula educación emocional?

“El resultado es que las personalidades son distintas. En general se supone que si la Educación Emocional es exitosa, los niños van a ser más autorregulados, van a ser capaces de auto gestionarse emocionalmente, van a ser más conectados con los otros, les va a importar lo que le suceda a los otros, van a entender que sus derechos van a ser tan importantes como los otros”.

¿Hay una edad límite para trabajar este tema?

“No hay un límite, pero claramente se es mucho más eficiente en los primeros años de vida porque el cerebro está en construcción”.

¿Cuál es la relevancia de que los futuros profesionales de la Psicopedagogía estén capacitados en estas materias?

“Por un lado ayudan más a la formación integral de los niños y además una persona con buena Educación Emocional motiva más, establece mejores vínculos y eso le permite motivar mucho más al aprendizaje. Y los niños aprenden aquello que los motiva y les interesa, no aprenden otras cosas”.