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Francisco Villarroel, alumno de Educación Diferencial: “Todos somos diversos, diferentes e inclusivos. Es súper valioso poder transmitir eso”Valentina Herrera Carvajal, alumna Sello 2019: “La sociedad debe hacer que las personas con discapacidad hagan sus cosas solas”
La estudiante fue elegida por representar los valores de la institución al mismo tiempo que fue quien obtuvo el mejor desempeño académico entre sus compañeras.
Ponerse en el lugar del otro, pero sobre todo de las personas con discapacidad, fue lo que hizo a Valentina Herrera Carvajal (19) comprometerse al cien por ciento con su carrera, Técnico en Educación Especial, un compromiso que la llevó a obtener la excelencia académica y que la motivó a participar de diversas actividades que le han permitido desarrollarse integralmente.
Su vocación por la educación la fue descubriendo poco a poco, mientras estudiaba en la enseñanza media. Paralelo a sus estudios la joven realizaba catequesis en su parroquia, lugar en donde aprendió a relacionarse con los niños.
Sin embargo, ella cuenta que haber experimentado en la Semana 0 de su carrera, lo que vive una persona con discapacidad, al realizar actividades con los ojos vendados, o moverse en silla de ruedas evitando algunos obstáculos, fue clave en reafirmar su vocación.
Vocación de servicio y compromiso académico que fueron reconocidos por el CFT Santo Tomás, sede Ovalle, con la entrega del Premio Sello Santo Tomás 2019.
¿Por qué decidiste estudiar Técnico en Educación Especial?
Cuando quedaba poco tiempo para terminar el colegio, mi abuelita me dijo que estudiara en un área en la que se trabajara con los niños, ya que yo realizo catequesis en una parroquia, entonces en la relación con los niños me iba bien. Cuando faltaba una semana para salir de cuarto medio me vine a matricular. Cuando vine a la Semana 0 de la carrera nos hicieron una actividad para ponerse en el lugar de las personas que tienen discapacidad, entonces el hecho de subirse a una silla de ruedas es difícil, tener los ojos vendados y no ver nada y que una compañera te ayude, igual es difícil. Ahí uno dice: tengo todo para valerme por mi misma y hay personas que no lo tienen.
¿Esa experiencia reforzó tu vocación por la carrera?
Un ex alumno de la sede, qué es ciego, fue un pilar fundamental. Yo lo conocí a través de la parroquia, él me pedía ayuda con el computador porque le costaba hacer cosas, quería que lo acompañara al banco y en el banco una persona con discapacidad no puede hacer las cosas solo. Da impotencia porque si yo lo puedo hacer, ¿por qué él no? O el solo hecho de que una persona con movilidad limitada quiera ir a ver una película y que las escaleras no están aptas, ni nada de eso. La sociedad debe hacer que las personas con discapacidad hagan sus cosas solas, que no dependan de alguien, la idea es que ellos no se sientan menos que nosotros, porque todos somos iguales.
¿Te esperabas ser reconocida como alumna Sello Santo Tomás?
Al 100% no, pero uno sabe que existen becas de excelencia académica, entonces yo andaba preguntando por eso porque sabía que hasta el momento era la mejor ponderación de mi carrera. Igual, como que la noticia uno no la asimila en el momento, cuando yo supe que existía la beca estaba en la Semana 0 de los chicos nuevos, no le tomé importancia a lo que estaban hablando, así que lo dejé pasar.
Cuando fue el momento del pago del arancel fui a preguntar por qué no se había cargado mi beca y quería saber qué beca era, pero me dijeron que tenía que venir a hablar con el rector, ahora como que recién creo que me gané la beca y que me sirve un montón porque te ayudan un 100%.
¿Qué significa para tu familia que tengas esta beca?
Que debo cuidar la beca, porque ser estudiante Sello no es un peso menor porque uno es el referente para los demás compañeros de la institución. Cuando le conté a mi familia les dije que me dieron la beca, pero no sabía que beca era. Igual alivia el tema de pagar el arancel porque en mi carrera uno gasta mucho en materiales y el dinero igual es escaso, entonces ahora ese dinero que no debo pagar me va a servir para comprar mis materiales, más ahora que empiezo ir a práctica.
¿Qué significa para ti ser un referente para tus compañeras?
Ser un referente igual es una responsabilidad. Mi jefe de carrera, para la Semana 0 me pidió que viniera a explicarle a las alumnas nuevas cómo fue mi proceso de aprendizaje, cómo uno tiene que darse cuenta que los profesores están ahí y uno tiene que aprovecharlos. El jefe de carrera es un excelente profesor, si uno lo necesita él ahí está, siempre puede contar con su apoyo y gracias a él fui a muchas actividades, no me perdía ninguna el primer semestre del año pasado.
¿Cómo influyeron esas actividades en tu formación?
Tuvimos una actividad en la Escuela Especial Despertares y ahí me enamoré de la carrera completamente, porque uno ve a un niño que puede tener una discapacidad, pero uno dice yo tengo que ser los brazos de él, la boca de él, todo de él, es el compromiso que también hicimos el día de nuestra investidura, porque nosotros estamos para el servicio de ellos, para el trabajo de ellos.
¿Cómo lograste conciliar los estudios y la participación en actividades?
Las actividades que se realizaban estaban dentro de la jornada de estudios, entonces una se trataba de organizar, además un profesor le pedía permiso a otro profesor para ir a las actividades.
¿Qué actividad te marcó más el año pasado?
Participé en la “Magia de Programar” en el colegio San Juan Bautista. Ahí fue un mes de trabajo, entonces uno tenía que saber cómo se programa, igual teníamos la ayuda de la carrera Analista Programador. Desde el primer día trabajé con el mismo niño porque el profesor nos dice que uno tiene que educar por un vínculo, porque si nos cambiamos no vemos el proceso del niño.
Entonces, en ese caso vi cómo el chico iba aprendiendo, después en el último encuentro él le tenía que explicar a su mamá lo que aprendió. A él lo conocía de antes porque le hice catequesis, entonces ver que a él le costaba y tratar de encontrar la manera de que aprendiera, fue gratificante y uno crece mucho en lo personal.
Después en la Oficina Comunal de la Discapacidad participamos en la fiesta navideña, una actividad completamente distinta porque no fuimos con nuestro jefe de carrera. Fuimos solos y con la ayuda de algunas chicas de segundo, nos enfrentamos a realidades y discapacidades completamente distintas porque es una especie de Teletón, para la comuna. Ver que, con entregarles una sonrisa, témpera y unos papelógrafos los niños hacen muchas cosas, que si les salen mal, basta con incentivarlos para que lo puedan hacer mejor.
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