Suyeín Rifo, alumna de Enfermería: “Soy un ejemplo para los que piensan que no se puede estudiar y tener vida estudiantil”

La estudiante de la UST Viña del Mar ha participado en la Escuela de Líderes, los Trabajos Voluntarios de Invierno y Verano, además de diversas iniciativas, como la generada por la organización Balloon LATAM.

Con solo 21 años, Suyeín Rifo, estudiante de segundo año de Enfermería en Universidad Santo Tomás, tiene una gran experiencia participando en diversas actividades de ayuda social que organiza la Institución. “Las oportunidades han sido muchas y he sacado lo mejor de cada una”, confiesa esta joven, que invita a otros estudiantes a seguir su ejemplo.

También se refirió a su participación en la Escuela de Líderes, instancia en donde Santo Tomás  potencia las habilidades de liderazgo, análisis y comunicación de sus estudiantes, para que puedan desenvolverse con éxito en el ámbito personal y profesional.

¿Cómo fue su experiencia en la Escuela de Líderes?

– Diría que muy entretenida. Al comienzo tenía miedo y curiosidad de saber qué era esto de Escuela de Líderes. Tenía muchas dudas y también prejuicios porque no sabía qué tipo de personas iba a conocer. Pero debo decir que tuve el agrado de conocer a muchos alumnos de Santo Tomás de diferentes regiones y todos con grandes cualidades, de las cuales me pude ir nutriendo y aprendiendo. En estas instancias reconocí aptitudes que me gustaría dominar, por eso continúo trabajando en ello.

¿Cómo llegó a participar en la Escuela de Líderes?

Si bien escuché de Escuela de Líderes en el Programa de Introducción Vida Universitaria, la responsable de que yo participara fue mi DAE de Viña del Mar, Loreto Caviedes. Algo debió ver en mí que yo desconozco aún.

 ¿Qué significa para usted ser una estudiante reconocida por sus pares? ¿Lo siente así?

Debo decir que sí y se puede deber a que participo en variadas actividades por la Universidad. Además, mis compañeros, cuando se enteran de mis participaciones, siempre me felicitan y se alegran por mí. El ser reconocida por mis pares me hace sentir que he hecho un buen trabajo, pero que debo seguir mejorando porque el reconocimiento trae con ello una gran responsabilidad. Siento que soy un ejemplo para los que piensan que no se puede estudiar y tener vida estudiantil.

¿En qué otra instancia ha participado en la universidad?

Participé en la coordinación de los Trabajos Voluntarios de Invierno realizados en Quillota, específicamente en Antumapu. Lo hice en conjunto con un hermoso grupo que se formó a medida que pasaba el tiempo. Luego se me presentó la oportunidad de ser jefa de comunidad en los Trabajos Voluntario de Verán en la comunidad de Horcón (Región de Valparaíso), en donde trabajamos arduamente con los chicos. Fue una experiencia agotadoramente gratificante, se conocen grandes personas y se viven importantes experiencias.

Asimismo, con el mismo grupo formado en los trabajos de invierno ayudamos a la difusión de los trabajos voluntarios de verano y permanentes en el programa IVU, instancia en donde les hacíamos una invitación a los nuevos alumnos de Santo Tomás a ser parte de estas iniciativas. Además, pusimos nuestras manitos a la obra en el ‘mechoneo solidario’ realizado este año. Ahora nos encontramos nuevamente coordinando los trabajos de invierno y esperamos que sea un éxito ya que contamos con embajadores que se han mostrado muy motivados y con ganas de ayudar.

Se nota que eres una joven comprometida y muy participativa…

Sí. De hecho, Santo Tomás también me dio la oportunidad de participar en Balloon LATAM, instancia en donde conocí a chicos de diferentes carreras, regiones, universidades y emprendedores de Hualañé, con los cuales trabajamos 15 días sin descanso, logrando aprender diferentes formas colaborativas de trabajo en base a escuchar y a la empatía. Las oportunidades han sido muchas y he sacado lo mejor de cada una.

¿Cómo cree que te ha ayudado en lo académico participar en iniciativas extracurriculares como las que mencionas?

Escuela de Líderes me ayudó a tener mejor desplante ante un público o una multitud de gente. Me gusta participar en variadas actividades, pero no siempre tenía lo necesario para poder comunicar lo que quería expresar. Muchas veces me ocurrió que me tocaba exponer en las actividades que realizaba Escuela de Líderes y yo siempre me las ingeniaba para ser la última y rogaba para que se les olvidara mi existencia, me ponía roja y mis manos sudaban. Pero, al final, igual debía presentarme y como resultado me corregían de forma muy constructiva, lo cual me enseñó que equivocarse no está mal y que, para mejorar, el primer paso es atreverse y luego practicar hasta ser mejor.