Mauricio Molina Vergara tiene 19 años, es seleccionado nacional de BMX (abreviación para Bicycle MotoCross) y ahora también Tomasino, como alumno de Técnico en Administración en el CFT Santo Tomás Puente Alto.

El joven puentealtino llegó a las pistas a los 7 años y desde ese entonces, no ha parado, transformándose en uno de los exponentes nacionales de la disciplina, en la que ha aprendido a levantarse tras cada derrota, disfrutar cada triunfo y valorar cada medalla.

“Difícil la decisión de estudiar, pero siempre he tenido en mente que el deporte no es para toda la vida. Si eres deportista destacado, puede que llegues bien a los 29 años, con sueldo, auspiciadores y viajes, pero después, ¿qué queda?”

Con esa reflexión Mauricio decidió desarrollar de forma paralela su vida académica. Y es que tras años de esfuerzo “te quedan puros dolores musculares y articulares, el cuerpo se gasta durante tu carrera deportiva entonces eso me motivó, quiero destacar, pero no sólo en lo deportivo, sino también en lo académico”, destaca.

Con esto en mente, y gracias al apoyo del Comité Olímpico, llegó a Santo Tomás, donde sorprendió a sus padres al matricularse en Técnico en Administración.

“En mi familia se rieron al principio, porque me decían que era flojo y saldría del colegio con abogado, pero salí a los 17 y cuando vieron que era en serio me apoyaron y quedaron contentos con mi decisión”, cuenta entre risas.

La carrera la eligió como un primer paso en su vida académica, puesto que al impartirse en jornada vespertina y modalidad FlexClass le otorga flexibilidad horaria para poder cumplir en todas sus exigencias.

“Mi proyecto es estudiar ingeniería comercial, pero no me quise tirar de una, porque no podía. Conversé con la encargada de becas del Comité y ella me aconsejó ir ´paso a paso´ para sacar primero la carrera técnica y si estoy en periodos altos de competencia poder manejarlo. Este formato me acomoda mucho para mi carrera deportiva”, explica.

Hoy divide sus tiempos entre entrenamientos y clases a distancia, pero con la seguridad de que al volver a la presencialidad, podrá mantener el ritmo gracias a vivir y estudiar en la misma comuna.

“Elegí la sede porque soy de Puente Alto, desde que nací, y porque tenían modalidad vespertina para compatibilizar mis horarios. Mi plan era entrenar, almorzar, ir a la pista y al terminar, en 5 minutos llegar a Santo Tomás, porque estoy a 5 minutos; ese era mi plan, pero por pandemia no lo he puesto en marcha aún”, dijo.

De esta forma y con miras a su calificación para las Olimpiadas, Mauricio da inicio a su primer año como Tomasino, motivado no sólo por cumplir metas sino también “por compartir e incentivar a otros a estudiar”.