Esmeralda, alumna ecuatoriana: “Con mi sazón los chilenos quedaron encantados”

Esmeralda Bolaños llegó a Chile a los 25 años. Hoy está convencida que fue la mejor decisión. A continuación relata cómo ha sido su vida en el país, en el Instituto Profesional Santo Tomás de Temuco y su experiencia como practicante en el Hospital Regional Hernán Henríquez Aravena. «Lo que quiero es que la gente reciba felicidad, compañía y amor, y esta carrera me permite hacerlo y quiero aprovecharlo ciento por ciento», señaló la estudiante.

¿Por qué decidiste venir a Chile?

Porque en Ecuador eliges estudiar o trabajar, no se pueden hacer las dos cosas, en cambio en Chile, independiente de que te digan que estudiar es caro, al menos puedes acceder a un crédito. Por lo general en mi país estudian los jóvenes que tienen más recursos, allá es muy difícil tener crédito. Ese fue el principal motivo de por qué acepté la invitación de una amiga cuando me planteó venir.

¿Y desde un comienzo sabías que llegarías a Temuco?

Cuando me vine a los 25 años a Chile, no sabía bien qué haría, primero estuve viviendo un año con una amiga en Antofagasta y Copiapó, cuando  finalmente en el año 2008,  me radiqué en Temuco; arrendé una pieza y así comencé a armar mi nueva vida. Debo asumir que al comienzo me costó acostumbrarme, pero con mi sazón los chilenos quedaron encantados, encontré gente maravillosa y cariñosa, como soy una persona alegre, siempre me decían que era bienvenida, eso me hizo encantarme cada vez más de este país.

Una decisión acertada

¿Y cómo conociste la Santo Tomás de Temuco?

Como soy una persona bien curiosa, siempre veía la propaganda de las Universidades, leía la publicidad de la UFRO, de la Mayor y de la Santo Tomás y por esas casualidades de la vida, conocí a Francisco, actual estudiante de Técnico en Enfermería, quien me incentivó y motivó para que comenzara a estudiar. Hasta que un día me invitó a conocer la sede y desde ahí que quedé encantada con el ambiente. Posteriormente, conocí a mi pololo y fue él quien me dio el último empujón para que me decidiera a estudiar en la Santo Tomás. Ha sido una de las decisiones más importante que he tomado en mi vida.

 ¿Cómo fue el recibimiento cuando ingresaste a la institución?

Hija, ¡era la única negra! me decían: “Oye mami”. Era el centro de atención, ahora ya soy famosa, todos me conocen, yo creo que es porque soy humilde y alegre…Saludo desde el guardia hasta las licenciadas (docentes). La verdad es que en todo lugar hay personas que se sienten incómodos con extranjeros, aquí al contrario, la gente me abraza, me ayuda, es un ambiente cálido, sobre todo las personas que trabajan en la DAE, quienes constantemente me ayudaron a seguir con el proceso de ingresar en la educación superior.

¿Qué es lo que más te gustó de Técnico en Enfermería Gineco-Obstétrica y Neonatal?

Encontré que el área de salud en la Santo Tomás es un siete. He aprendido mucho y sobre todo, me he dado cuenta que me gusta el área pública para trabajar. Es así como el año pasado hice mi práctica de Neurocirugía en el Hospital Regional Hernán Henríquez Aravena y ahí valoré mucho más todo lo que los licenciados me enseñaron en sus clases. Poder entregarle mis conocimientos a los pacientes, fue como un sueño, estaba como en el cielo.

Con todo lo que he vivido me doy cuenta que realmente la decisión de venirme a Chile y estudiar en Santo Tomás, no fue en vano.

¿Tienes en mente seguir estudiando?

Una vez que tenga el título de técnico, me encantaría poder estudiar Enfermería, ya que siento mucho interés y amor por ayudar a quienes lo necesitan, ya que a mí no me interesa sólo sacar el título o ganar plata, lo que quiero es que la gente reciba felicidad, compañía y amor, y esta carrera me permite hacerlo y quiero aprovecharlo ciento por ciento.