Los tres voluntariados que han marcado a Juan Antonio Lagos

Vivir una experiencia única; darle un sentido diferente a las vacaciones o responder un llamado vocacional al ponerse al servicio de la comunidad. Las razones para participar de los Trabajos Voluntarios son varios, pero fue este último el que motivó a Juan Antonio Lagos “Yo quería ayudar, devolver la mano”.

Participaste de los Trabajos Voluntarios de Verano en Caleta de Hornos, ¿Fue tu primera experiencia en voluntariado?

No, yo he participado de los voluntariados de invierno y verano; he ido a Peralillo, La Estrella y ahora a Caleta de Hornos. Este año egresé de Técnico en Enfermería, sólo me falta la práctica profesional y si puedo, pretendo ir a los Trabajos de Invierno de este año.

¿Cómo han sido las experiencias de voluntariado?

En general, todas muy bonitas. En años anteriores viví la experiencias con niños, me veía reflejado en ellos y este año en particular fue distinto porque llegamos a las casas a trabajar y eran adultos mayores los que necesitaban los arreglos, así que bien.

¿Qué trabajos realizaste este año?

Forramos casas, construimos una habitación, realizamos actividades sociales, fui fotógrafo; pintamos casas y había una señora que tenía su rejita antigua, de madera, que se estaba desarmando y le construimos una nueva. Ese tipo de cosas.

Lo que pasa es que trabajábamos en base a pautas que la DAE de Santo Tomás trabajaba con el municipio y ahí nos separábamos en grupos de trabajo para distintas casas, con tareas designadas. Yo trabajé con tres familias que nos recibían y se iban a trabajar y nos dejaban las llaves de la casa, nos tenían la confianza para hacerlo.

¿Hubo espacio para la recreación?

Sí. Estábamos en una caleta así que los DAE nos acompañaron a conocer el muelle, la caleta en sí y en compañía de alumnos de Arica, Iquique, La Serena, entonces se hace una actividad bonita, donde se puede conocer gente. De hecho, me encontré con alumnos de otras sedes con los que habíamos ido a trabajos voluntarios anteriores, entonces ya armamos grupo y como esta vez estuvimos en grupos diferentes, le pudimos enseñar algunas cosas a los alumnos que iban por primera vez, desde la oración para las comidas, hasta los juegos.

¿Qué fue lo que más te marcó de este voluntariado?

Es difícil, porque como he ido antes ya había tenido experiencias fuertes y este año lo sentí más tranquilo, pero creo que fue ver a una abuelita de cerca de 70 años que tenía su bazar para salir adelante con sus nietos. Eso me marcó.

¿Cuál es tu motivación para participar de los Trabajos Voluntarios?

Poder ayudar a las personas que en realidad lo necesitan. Yo igual vivo en una parte complicada y acá vienen a ayudar entonces es como una vuelta de mano, yo igual puedo hacer lo mismo por personas que lo necesitan y por lo mismo recomiendo la experiencia.