TRAS OBTENER BECA EXPERIENCIA INTERNACIONAL

Juan Sepúlveda y su pasantía en Barcelona: “Salir del país amplía las perspectivas, sirve para darse cuenta que tenemos mucho por descubrir”

Estudiante de Santo Tomás Los Ángeles regresó del Viejo Continente tras cinco meses de pasantía universitaria.

Juan Sepúlveda Riquelme, estudiante de cuarto año de kinesiología de la Universidad Santo Tomás Los Ángeles, el 4 de agosto regresó de su aventura internacional, luego de haber permanecido cinco meses en Barcelona realizando una pasantía en la Universidad de San Pablo CEU de Madrid.

Relató que haber estado en el Viejo Continente fue una experiencia increíble, que volvería a repetir, pero en una próxima vez, tal vez buscando el perfeccionamiento académico con algún postgrado.

Y es que es un apasionado por la rehabilitación física y ayudar a las personas, por lo mismo se tituló anteriormente como Preparador Físico. En esta línea, hoy está empeñado en terminar la carrera que ama y así pronto encaminarse en el ámbito de la investigación; ese es su sueño y continuará esforzándose para lograrlo.

Respecto a su Alma mater, es un agradecido de Santo Tomás Los Ángeles, porque no sólo le ha entregado grandes oportunidades de desarrollo profesional con la Beca Experiencia Internacional, sino que también, importantes satisfacciones; por ejemplo, con la obtención del Premio Sello Santo Tomás el 2016.

Visto quizá como un hermano mayor para muchos, quiso entregar un mensaje a los demás estudiantes respecto de cómo vivió su viaje y cómo acceder a este tipo de beneficios. Así hizo un llamado a aprovechar todo el apoyo que brinda la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE) y los directores de carrera.

Pasantía en Barcelona

Nunca había viajado fuera del país y menos en un avión, por lo que destaca que todos los estudiantes en Santo Tomás pueden lograr sus sueños. El de él, haber conocido parte de Europa y estudiar en una Universidad cosmopolita.

¿Qué significó para ti esta oportunidad de perfeccionarte en otro país?

Salir del país amplía las perspectivas, sirve para darse cuenta que tenemos mucho por descubrir, porque hay un mundo afuera, que es mucho más grande. Entonces más estudios, muchas más investigaciones, más evidencias. Acá está llegando, pero paulatinamente.

De todas las materias impartidas. ¿qué te llamó la atención?

Lo que más me llamó la atención es que la investigación o evidencia científica es muy importante. Entonces todos trabajan e incentivan el tema de la investigación, porque está en nuestras manos elevar el conocimiento en la kinesiología y respaldar nuestro trabajo.

Una experiencia de crecimiento personal

¿Qué les dirías a futuros postulantes?

Que es una experiencia de la que nunca se arrepentirán. Yo de lo único que me arrepiento es de no haberlo hecho antes, porque la universidad siempre apoya y te motiva. Por sobre todo te ayuda a crecer.

¿No sentiste temor de llegar a un país desconocido?

Si, cuando estaba en el avión, pero antes no quería pensar en eso porque estaba seguro de lo que quería hacer.

¿Qué te gustó de la aventura internacional?

La facilidad que existe de poder viajar a otro país estando allá. Es barato y muy rápido. Conocí ciudades de Francia, Alemania, Austria, Marruecos, Inglaterra, Italia y Suiza.

¿Cómo fue el recibir la noticia de que habías obtenido la beca para la pasantía?

Feliz, aunque, estaba nervioso porque no sabía si se iba a poder concretar. Postulé a última hora y no estaba seguro si me daba el tiempo para obtener la Visa. La tuve con surte en menos de un mes antes de comprar los pasajes, no me quería ilusionar sin antes tenerla.

Mi papá no quería que fuera, porque pensó que quizá me iba a quedar a vivir allá. No asumía que era una experiencia de seis meses y también se angustiaba por la distancia. Convencí a mi mamá y ella habló con mi papá. Ahora están emocionados por todo lo que viví y que no estuvimos lejos, porque tuvieron que aprender a usar las redes sociales.

Me fui el 19 de enero. Primera vez que iba en avión, no conocía el aeropuerto de Santiago, lo encontré grande y el de Madrid era cinco veces más grande! Tuve la ventaja de haber conocido en Chile algunos contactos que me ayudaron allá a encontrar el arriendo que tenía visto.

Las clases empezaron una semana después que llegara a España. Tuve que ir a la bienvenida que dan a estudiantes extranjeros, que son muchos, pero sobre todo de Europa. Tomé cuatro ramos, que fueron Investigación, Integración Clínica, Rehabilitación Neurológica Infantil y Procesos Traumatológicos y aprobé todo. Hacía dos años que había visto neurología, así es que reforcé los conocimientos que me había brindado Santo Tomás. Sin duda fue una experiencia única y sólo hay que atreverse.