Johan Carter: “Quiero posicionarme como entrenador para los deportes de combate”

El alumno de Ciencias del Deporte y Actividad Física de la UST, se desempeña como preparador físico de la campeona mundial de boxeo Carolina Crespita  Rodríguez.

Con una importante trayectoria en deportes de contacto, principalmente boxeo y kickboxing, Johan Carter cuenta con una amplia experiencia en lo que respecta a la actividad física, desempeñándose como profesor de ambas disciplinas. Precisamente, eso lo motivó a matricularse en laUniversidad Santo Tomás, donde actualmente cursa la carrera de Ciencias del Deporte y Actividad Física en el Instituto de Ciencias del Deporte, gracias a una beca fruto de un convenio entre la UST y el Comité Olímpico de Chile.

Mi conclusión fue que si yo quiero ser entrenador de boxeo tengo que haber boxeado alguna vez, para poder decirle al alumno ‘tú vas a sentir esto’. También fui a un psicólogo deportivo, a un nutricionista, a un kinesiólogo y a un quiropráctico, porque necesito entender los procesos para poder derivar a mis alumnos. Yo soy de la idea de que tengo que vivir las cosas.

Según nos cuenta, este camino no ha sido fácil, ya que ha tenido que compatibilizar los estudios con sus actividades deportivas, porque si bien la Universidad otorga facilidades, la exigencia académica es la misma. “Acá no nos regalan nada, no es más fácil que para el resto, e incluso creo que es más difícil porque tenemos que estar concentrados en otros lugares y en nuestros estudios. Pero a pesar de eso, ha sido una linda experiencia. Mis mayores conocimientos los he logrado en la Universidad y he tenido muy buenos profesores, con un nivel académico bastante alto”, comenta. Eso sí, agrega que la UST tiene un gran desafío para destacar y potenciar a sus alumnos y egresados deportistas.

Paralelo a su carrera universitaria y deportiva –donde fue campeón nacional y sudamericano de kickboxing– Johan también sintió la necesidad de aportar en la preparación de la boxeadora nacional Carolina Crespita Rodríguez, actual campeona mundial de Peso Gallo de la FIB y la WIBA, y campeona latinoamericana de la WBA en la misma categoría. “Con Carolina tenemos una historia de años, somos compañeros del mismo equipo de entrenamiento y partimos juntos el año 2009 en la UST, pero ella estuvo un semestre y debió congelar porque prefirió su carrera deportiva”, cuenta.

¿Cómo llegaste a ser el preparador físico de Crespita Rodríguez?
Siempre seguimos en contacto, pero hubo un momento en que yo, con tres años de carrera universitaria, me di cuenta de que habían procesos de entrenamiento que podían mejorar, entonces empecé a dar pequeñas opiniones a su entrenador, Claudio Pardo. Fue complicado ese proceso, de pasar de alumno a entregar sugerencias sobre su preparación, pero hoy ha dado sus frutos. En ese momento empiezo a formar parte del equipo, cuando en 2012 él me pide que le ayude a planificar y ordenar el entrenamiento.

¿Y cómo se realiza ese trabajo?
Mi apoyo pasa por el entrenamiento físico y ayudar a las gestiones del entrenador. Yo le presento un plan de trabajo, lo analizamos en conjunto y una vez listo me hago cargo de la preparación de la deportista. Ahora, por ejemplo, nos estamos preparando para una nueva disputa de título en mayo. Nuestro desafío es que en el futuro no llegue a los diez rounds, sino que gane por nocaut.

Cuéntanos de ti, ¿cómo comenzaste tu carrera?
Yo partí primero como deportista y luego como profesor, pero después de un tiempo me di cuenta de que necesitaba seguir aprendiendo. Ahí empecé a buscar dónde, hasta que encontré a Claudio Pardo, mi entrenador también desde hace 10 años. Mi conclusión fue que si yo quiero ser entrenador de boxeo tengo que haber boxeado alguna vez, para poder decirle al alumno ‘tú vas a sentir esto’. También fui a un psicólogo deportivo, a un nutricionista, a un kinesiólogo y a un quiropráctico, porque necesito entender los procesos para poder derivar a mis alumnos. Yo soy de la idea de que tengo que vivir las cosas.

¿Y cómo seguiste en ese proceso?
Al principio mantuve las tres cosas, como deportista, haciendo mis clases y como universitario. Después abrí un gimnasio y una tienda de ropa, pero me di cuenta de que me estaba alejando mucho de lo que quería, así que cerré las dos partes y me centré nuevamente en los estudios. Posteriormente, abrí otro gimnasio, pero esta vez uno que me brindara las capacidades económicas y el tiempo necesario para el estudio y mi familia, porque en ese proceso también fui papá.

También haces talleres para los alumnos de Preparador Físico de Santo Tomás. ¿Cómo surgió esa iniciativa?
Un día me llegan dos chicos en práctica de Preparador Físico de Santo Tomás y me di cuenta de que tenían cosas por mejorar, así que pensé ‘tengo que ser parte de este proceso’. Los chicos recepcionaron muy bien mis comentarios e hicieron una tremenda práctica. Posteriormente, dije ‘necesito una entrevista con sus jefes de carrera para plantearles estas falencias’, y me encontraron toda la razón. Por otra parte, junto con mostrarles el problema, también les propuse la solución, y ahí se me ocurrió hacer estas charlas y luego una capacitación. Y en eso estoy actualmente, por lo que agradezco a las sedes Santo Tomás de San Joaquín y Puente Alto por su apoyo en esta iniciativa y por darme este espacio.

¿Cuál es tu meta a futuro?
Quiero posicionarme como entrenador para los deportes de combate, con mis capacidades en boxeo, kickboxing y preparación física, y poder lograr que la gente se capacite de buena forma, así como que quienes los instruyen hayan pasado por un proceso sistemático similar.