Gabriela Torres: “Santo Tomás me ayudó a tener confianza en mí misma. Postulé a la pasantía y ahora estoy cumpliendo el sueño de viajar a México”

Gabriela Torres Martínez es estudiante de Gastronomía Internacional y Tradicional Chilena de Santo Tomás Los Ángeles y gracias al Programa de Experiencia Internacional de la institución, a partir del 5 de enero comenzó una especial aventura en México. Específicamente a la ciudad de Puebla, donde pasará un semestre en la Universidad Autónoma de Puebla, previo a su práctica técnico profesional con la que finaliza sus estudios.

Todo comenzó el año pasado, cuando le consultó a su jefa de carrera, si acaso era real que los estudiantes de Santo Tomás podían cursar un semestre de estudios en otro país. Tras lo positivo de la respuesta, y con carta de recomendación en mano, no lo pensó dos veces, postuló en septiembre y en noviembre recibió la aceptación de la Universidad azteca.

Tuvo la oportunidad de decidirse por Perú, pero pese a ser una fuente gastronómica importante, consideró que tal vez, en un futuro, éste estaría más al alcance, por lo que su decisión la basó en cuanto aprovechar la oportunidad de conocer un país más lejano a Chile.

La joven de 24 años oriunda de Talcahuano está feliz, dichosa y expectante por todo lo que vivirá hasta el 5 de junio, en su primera experiencia fuera del territorio nacional.

¿Qué te llevó a estudiar afuera?

Desde chica, siempre me gustó la gastronomía. Venía cómo mi mamá y a mi abuelita paterna demostraban su amor a través de la cocina.

Mi mamá siempre me instó a estudiar en otros lados. Viajar y conocer el mundo antes de casarme, entonces dije, si estoy estudiando gastronomía chilena e internacional tengo que irme a otro país, conocer culturas nuevas, nuevas personas y adquirir nuevos conocimientos y experiencias.

A principio del segundo semestre de 2019 tuve la inquietud por viajar y fui a preguntarle a mi jefa de carrera, Mariela Lagos Ioohs cómo era, porque la profesora nos había comentado cuando entramos a primero de que dos alumnas antes se habían ido a Cancún a estudiar y ella me orientó con los trámites, para postular a una universidad de México o Perú.

¿Quién te apoyó en el trámite de la estadía y de lo que debes llevar?

Respecto de lo que llevo, mi jefa de carrera, Mariela Lagos, me entregó un uniforme nuevo y además llevo mi set de cuchillos. Tengo que portar un certificado que acredite que soy estudiante de gastronomía para andar con mis cuchillos.

La profesora Mariela ha sido un 7 conmigo, al igual que la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE). Todos me ayudaron y explicaron respecto de los trámites que debía hacer. También me ayudaron desde México, con información de hospedaje, arriendo, distancias, exigencias, etc.

¿Te sorprendió Santo Tomás?

Si, no esperaba irme. Sólo fui a preguntar por la experiencia internacional de otros estudiantes y se dieron las cosas. Para mí era una consulta solamente y luego el apoyo fue fundamental.

¿Qué mensaje le darías a las futuras generaciones de estudiantes, respecto de las oportunidades de desarrollo que entrega Santo Tomás?

Motívense porque en Santo Tomás las oportunidades son buenas, el apoyo es mucho, la información que dan también, cualquier cosa siempre están dispuestos a ayudar. A uno le dan esperanzas de poder surgir y te apoyan para salir adelante. Santo Tomás me ayudó a tener confianza en mí misma, en mi talento, en lo que puedo hacer, en lo que he aprendido, en lo que me enseñaron. Entonces con esa confianza postulé a la pasantía y ahora estoy cumpliendo el sueño de viajar a México. Yo pude irme, así es que tienen que hacerlo no más. Es una buena oportunidad y no se da dos veces en la vida. Solamente hay que preguntar y se van a dar cuenta de que los profesores tienen toda la disposición para ayudar.

¿Qué metas te propusiste al llegar a México?

Aprender harto de la gastronomía mexicana, su cultura e historia, porque cada plato tiene su historia detrás. Las asignaturas que cursaré son francés básico, cocina mexicana del sur, cocina mexicana general, entre otras.

También quiero aprender cómo es la gente y conocer la ciudad. Tengo harto tiempo para recorrer, porque entro el 14 de enero y me voy antes para poder turistear un poquito.

EL SUEÑO DE GABRIELA

¿Cómo te proyectas con esta carrera?

Quisiera recorrer varios países estudiando su gastronomía y ejercer en Chile. Quizá tener un restaurante o irme a algún crucero, pero mi prioridad primero es adquirir conocimientos y ponerlos a prueba en distintos lados. Por ejemplo, yo ir a ferias a mostrar la gastronomía chilena a otros lados, etc.

¿Crees que esta carrera requiere vocación?

Si, necesita pasión. Porque es mucha presión, mucho estrés, mucho esfuerzo. En la cocina uno nunca descansa. Yo que trabajo en una banquetera, estoy a veces 22 horas de pie, no paro nunca y es un trabajo contra el tiempo, y todo tiene que salir bien. Pero si a uno le gusta, no se cansa, no se estresa.

¿Qué es lo que más te apasiona de esto?

Yo creo que la felicidad que uno le transmite a la gente a través de la comida. Uno le impregna el cariño, valor al talento. La comida es para regalonear.

En un principio yo entré a estudiar psicología. Fue un año y medio de sufrimiento y llanto. Porque la carrera es muy bonita, pero no era lo mío. Cuando me salí de la carrera fue bastante complicado en mi casa y, de hecho, yo sola me fui a matricular en gastronomía, porque era lo que yo quería estudiar en un principio, pero mis papás no me apoyaban.

Después, cuando entré a estudiar se dieron cuenta de que era lo mío y me gustaba. Empecé a trabajar en eso y llegaba contenta a la casa; feliz, explicando, mostrando lo que había aprendido y luego de eso mis padres me apoyaron, porque se dieron cuenta de que había sido un error que yo estudiara otra carrera.

¿Cuáles crees que son las dificultades que enfrenta un estudiante de gastronomía?

La competencia en realidad. Cuesta bastante destacar, porque todos quieren brillar, pero uno con esfuerzo lo logra de una u otra manera. No me gusta competir, porque todos tienen un talento distinto. Todos tienen distintas formas de presentar un plato, de montarlo y yo creo que la mejor manera de lograr un equipo es tener variedad. Entonces si mi amiga o mi compañera es mejor que yo en los postres, pienso que sería genial tenerla a ella para poder complementar nuestros trabajos.

En lo que a mí respecta, en la cocina siempre me gusta apoyar a mis compañeros si es que veo que les cuesta un poco más.

¿Cuál es tu especialidad hoy día?

Me gusta más la comida tradicional chilena, como por ejemplo el charquicán, la comida casera.  Siempre me ha interesado conocer esto, porque si no conozco mis orígenes, no voy a poder conocer el origen de otras personas.

¿Hubo o ha habido alguien a quien le agradecerías tu desarrollo?

A cuatro personas. Primero a mi jefa de carrera, Mariela Lagos, quien me apoyó harto y a mis profesores en general, quienes me entregaron muchos consejos.

También a mis padres y a mi pareja, que fue el primero que estuvo ahí apoyándome cuando yo quería cambiarme de carrera y cuando le manifesté mis ganas de irme a México.