Javiera Jara, estudiante de T. Podología Clínica

Con mi carrera «siento que vine hacer algo en la vida y no sólo a vivir»

Toda la vida estuvo ligada al arte, pero luego de lo que ella denomina como una «crisis existencial», ingresó a estudiar Técnico en Podología Clínica en Santo Tomás Puente Alto.

A pesar de que al principio le pareció «chocante», con el tiempo le tomó el gusto.

«Había salido hacía años del colegio y tomé una carrera artística, nada que ver con salud, entonces era retroceder, tratar de acordarse, estudiar y ponerle empeño… y en el camino me estabilicé y fui tomándole el gusto», cuenta.

Hoy, a punto de realizar tu práctica profesional, ¿qué destacarías de Técnico en Podología Clínica?

Que es una carrera muy humana, creo que con eso me quedo, con el trato con la gente; el hecho de entrar en contacto desde tus manos en sus pies hasta tus oídos y tus ojos, porque estás ahí prestando atención y es tan importante, porque hay mucha gente que está solita y ese es el único momento que tienen para conversar…

Siento que es una gran labor. Yo no pensé que ser Técnico en Podología Clínica sería así, pensé que haría me trabajo y me iría, pero nada que ver, te involucras y disfrutas. Sobre todo con el adulto mayor, con su agradecimiento. Con la carrera una queda conforme con que está ayudando y eso es un propósito de vida; siento que vine a hacer algo y no sólo a vivir.

¿Qué tan importante es la vocación en esta carrera?

Es gigante, porque uno no escoge a quién atender, no seleccionas las personas, te llegan, sobre todo en los campos clínicos y operativos en terreno.

La vocación tiene que ser amplia, en querer escuchar, estar atento, llenar una ficha, tratar los pies; hay mucha gente que te dice ¿por qué podología, si son los pies? pero uno se va acostumbrando y es parte de tí.

Yo hoy lo veo como algo súper natural. Al principio quizá fue chocante ver unos piecitos que no eran «normales» para el prototipo que tenemos de pie, pero hoy mientras peor vengan los pies, mejor para mi, más aprendo y eso es lo bueno de Santo Tomás, que estando en las práctica en los Cesfam Pablo de Rokha o La Florida llegan pies «cototudos» y el día de mañana sabré enfrentar tipos de patologías, desde el pie más simple hasta el más complejo.

En ese sentido, siento que elegí muy bien al estudiar aquí, porque no todas las instituciones tienen ese privilegio de tener prácticas así.

¿Qué tan importante consideras los centros prácticos y operativos en terreno?

Durante el año hay hartos operativos y es bacán, porque uno va dando educación a la gente con cosas tan pequeñas como el correcto lavado y secado del pie, que uno cree básico pero que la gente no hace…

Los operativos para mi, fueron otra cosa, me gustaban mucho y por eso intentaba ir a todos los que podía y es que la carrera tiene muchas actividades en el año con foco en los adultos mayores, mayormente, porque a esa edad la elongación es distinta y hay gente que no tiene quién los ayude y necesita un podólogo, entonces son atenciones súper necesarias.

La Patatón también, es una gran ayuda para la Teletón y fomenta el entusiasmo del estudiante, de profesores y egresados.. creo que estas actividades son un complemento, que sin las prácticas no tendríamos las competencias que tenemos al egresar.

Hoy eres parte del equipo de #HablaConMigo. ¿Cómo crees que sirve tu experiencia al orientar a los futuros estudiantes?

Mi experiencia en Santo Tomás no ha sido negativa; yo venía de una institución en la que era un número más y acá soy la Javiera Jara, entonces me siento súper involucrada, y en todo lo que pueda ayudar o apoyar, siempre voy a aportar en algo, porque me siento cómoda. Me siento bien.

En la campaña, al hablar o chatear, han sido puras cosas sinceras de mi parte, porque he tenido una buena vivencia dentro de la institución, entonces les hablo de cómo son mis profes, que son buena onda, me entienden, me escuchan, son buenos docentes y acá en Puente Alto igual. Quizá la sede sea pequeña, en comparación a otras, pero creo que es súper acogedora, entonces, cuando me preguntan por mi experiencia, no tengo nada negativo porque me he llevado puras cosas buenas.