Darlenih Pizarro, nueva estudiante del IP Santo Tomás La Serena

“Aprendí que haciendo pequeñas cosas se puede hacer feliz a los demás”

La joven fue una de las protagonistas del “Mechoneo Solidario” de la sede, donde los alumnos y alumnas de primer año compartieron con adultos mayores del sector Tierras Blancas.

Fuera la pintura, la ropa cortada y el mal olor. Bienvenida la alegría y el esfuerzo tras una buena causa. Este año Santo Tomás, a través de la Dirección de Asuntos Estudiantiles y a lo largo de todo el país, propuso un gran “Mechoneo Solidario”, a fin de encauzar a su nuevo estudiantado en labores sociales en directa conexión con la comunidad.

Fue así como en la sede La Serena los nuevos alumnos y alumnas del Centro de Formación Técnica, Instituto Profesional y Universidad, junto a los jóvenes del voluntariado “Manos que ayudan”, se dirigieron al sector de Tierras Blancas para ser partícipes de una acción social en el Centro de encuentro del adulto mayor (CEAM) de la Fundación Hogar de Cristo.

Valiosa experiencia

Darlenih Pizarro, nueva alumna de Técnico en Trabajo Social fue una de las participantes, y no ocultó su asombro y satisfacción por vivir esta forma de ingresar a la educación superior. “Qué mejor forma de reafirmar mi vocación al estar acá. Es algo que no había imaginado”, comentó.

Además, agregó que esta experiencia será muy significativa, “porque no importa haber estado todo el día pintando una reja al sol, pues una sonrisa de los abuelitos es el mejor pago a recibir”.

“Vengo recién saliendo de la enseñanza media, y esta es mi primera oportunidad para ayudar a otros”, añadió la joven con entusiasmo, destacando lo inolvidable de esta bienvenida, “pues aprendí que haciendo pequeñas cosas se puede hacer feliz a los demás”.

Finalmente, Patricio Castillo, una de las adultas mayores beneficiadas con la actividad expresó su agradecimiento a los jóvenes, “pues estamos conscientes de que como abuelos estas cosas no nos pasan todos los días, y estamos felices de el tiempo que nos dieron los estudiantes, quienes nos trataron como si fuéramos su familia”.

Los jóvenes sirvieron té y churrascas a los adultos mayores.

La actividad consideró una once y churrascas.

Los abuelitos y abuelitas agradecieron el trabajo de los voluntarios.

La actividad significó alegría para beneficiarios y los voluntarios.

Los adultos mayores esperan que la actividad vuelva a repetirse.

Dos estudiantes y tres colaboradoras del centro de adultos mayores.

Colaboradoras del centro de adulto mayor.