Alumnos de Gastronomía obtienen el tercer puesto en el “Torneo Nacional de la Pasta” desarrollado en Argentina

Waldo Cuadra y Nicolás Alfaro, estudiantes de la sede Viña del Mar, viajaron a Argentina para ser parte del evento realizado en el marco del “Día Mundial de la Pasta”.

El “Día Mundial de la Pasta” es una actividad que se desarrolla hace 12 años en Mendoza, Argentina, y es publicitada como el evento de pastas y vinos más grande del mundo, de acuerdo al registro del Guinness World Records. En su edición 2019 contempló la realización del primer “Torneo Nacional de la Pasta”, competencia en la que dos alumnos de Gastronomía Internacional y Tradicional Chilena de Santo Tomás Viña del Mar se hicieron presentes y obtuvieron un meritorio tercer puesto.

Waldo Cuadra y Nicolás Alfaro, estudiantes de cuarto semestre de la carrera, viajaron al país trasandino para ser parte de este certamen también denominado “Argentina Pasta Championship 2019”. De esta manera pusieron fin a un intenso periodo de preparación que incluso significó dejar en segundo plano la familia y los estudios.

“Yo llegaba tarde a mi casa, cuando mi hijo ya estaba durmiendo”, recuerda Waldo, mientras Nicolás reconoce que “descuidamos un poco las pruebas, pero había que ir bien preparado”.

 Tercer lugar en la competencia

Al presentarse en la competencia, comprendieron la magnitud del evento. “Competimos con puros egresados, profesionales de la cocina y que además tenían toda una historia en la preparación de las pastas. Había uno, por ejemplo, cuyo tatarabuelo tenía un restaurant de pastas y él prácticamente se crió ahí. Nosotros no teníamos nada de historia, lo que sabemos es lo que hemos aprendido acá en la carrera no más”, explican.

A pesar de esa aparente desventaja dejaron la mejor impresión entre los competidores y jueces. “Fuimos los únicos que presentamos todos los productos hechos por nosotros mismos, trabajamos todo ahí en el momento. Los jueces estaban sorprendidos por eso, hubo un momento en que estaban todos rodeando nuestra mesa y no sabíamos si era porque estábamos haciendo las cosas muy bien o muy mal”, recuerdan entre risas.

Esa expectación hizo que se ilusionaran con el primer lugar. “Los mismos competidores nos felicitaban por el trabajo y decían que debíamos ganar, así que el tercer lugar fue una sorpresa para todos. Cumplimos todo el programa, respetamos los tiempos, pero al final los ganadores fueron otros”, señalan.

 Valoran la experiencia

La desilusión les duró poco, en todo caso. “Hicimos bien todo lo que teníamos que hacer, no fallamos en nada, así que eso nos deja contentos. Más que el resultado, ahora valoramos la experiencia de estar allá. Por ejemplo, yo ahora tengo más confianza para participar en cualquier cosa. Tenemos la velocidad por los dos años que llevamos estudiando acá, pero la confianza la vas construyendo de a poco, con estos momentos ya vas empezando a sentirte a gusto”, dice Waldo.

Su compañero Nicolás concuerda: “Esto nos da confianza para más adelante. Ya no hay presión, ya sabemos lo que tenemos que hacer. Si nos muestran una receta, sabemos que somos capaces, ya no tenemos ese miedo”.