Alumno que se capacitó en Santo Tomás Viña del Mar estudiará un año en Canadá: “Sin este curso no lo hubiera logrado”

Carlos Rosas mejoró su inglés gracias a un curso de la Dirección de Capacitación y Educación Continua y sus buenos resultados le permitieron ser aceptado en Niagara College como parte del programa Técnicos para Chile.

Fue hace ya varios años, el 2015, cuando Carlos Rosas postuló al programa Técnicos para Chile, que permite estudiar becado un año en el extranjero. Como su destino era Canadá, debía hablar inglés y desde el Ministerio de Educación le avisaron que entre marzo y noviembre de 2017 tendría que capacitarse a través de la Dirección de Capacitación y Educación Continua de Santo Tomás Viña del Mar. Tras ese curso rindió un examen de estándar internacional y gracias a sus buenos resultados viajará a Norteamérica para integrarse a Niagara College, donde cursará Administración de Hospitalidad y Turismo.

“Yo llegué a este curso con un nivel de inglés A1, el básico. Había aprendido inglés en el colegio, claro, pero lo fui dejando de lado. Al terminar la capacitación en Santo Tomás rendí el examen IELTS (International English Language Testing System) y subí mi nivel a B2”, señala.

Carlos, quien trabaja como recepcionista en el Hotel “Coraceros” del Ejército, manifiesta sentirse agradecido de quienes conforman la Dirección de Capacitación y Educación Continua de Santo Tomás Viña del Mar. “Sí, estoy muy agradecido especialmente de los profesores David Clapp y Jan Piero Oneto, también de los coordinadores. Todos se portaron muy bien conmigo, creo que fue una gran experiencia capacitarme en Santo Tomás. Sin este curso no hubiera llegado al nivel que requería para viajar a Canadá”, dice.

Y es que si bien llevaba varios años cumpliendo cada uno de los pasos de Técnicos para Chile, no podía sentirse seguro hasta que Niagara College aceptara formalmente su postulación: “Recién en febrero me avisaron que esta institución había aceptado mis resultados en el IELTS. Ahora tengo que seguir con los trámites de pasaporte, visados, permisos de estudio, etcétera”. Por ahora, tiene claro que las clases comienzan el 2 de mayo, aunque asume que viajará a mediados de abril para ambientarse y conocer las instalaciones.  

Estudiar y trabajar

Carlos cuenta que durante los ocho meses que duró el curso, no dejó su trabajo regular: “eso me trajo algunas complicaciones porque tengo turnos rotativos y los turnos de la tarde me topaban con el horario de clases, pero pude acomodarme y al final no falté más de dos o tres veces”.

“Fue mucho mejor para mí hacer el curso en Santo Tomás que haberlo hecho por mi cuenta en otro lado. Como buen chileno, uno necesita normas, que te vayan ordenando para cumplir las metas y ser responsable con los estudios. Eso me ayudó”, asegura.